Pasa un momento relevante en la diplomacia boliviana por ser una voz crítica dentro del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU). En este último tiempo cuestionó a Estados Unidos por la forma en la que actúa en Siria y convocó de emergencia a sesión extraordinaria al consejo más importante de Naciones Unidas para debatir este caso. Al final, Bolivia y Rusia fueron apartadas y el bloque respaldó a Washington. Días después, almorzó con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y en la cita le comentó la posición boliviana en este caso y aprovechó de socializar la demanda marítima boliviana. ¿Cómo surgió el encuentro con Donald Trump, presidente de EEUU?
Durante el mes de abril, Estados Unidos ocupó la presidencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En ese marco, organizaron un almuerzo con el presidente de su país, Donald Trump. Esa fue una actividad en la que participaron los quince miembros del Consejo de Seguridad y el objetivo era tratar algunos de los temas más urgentes e importantes de la agenda del Consejo. Consideramos que no solo por nuestra responsabilidad como miembros electos del Consejo de Seguridad, pero también por nuestras prioridades en política exterior. La diplomacia tiene como objetivo el construir puentes, mantener una comunicación abierta, más aún cuando existen diferencias.
_ ¿Cuánto tiempo habló o se dirigió al mandatario estadounidense?
Después de los asuntos protocolares, todos los miembros del Consejo participamos de un almuerzo con el presidente de los Estados Unidos y algunos de sus más cercanos colaboradores. Durante ese almuerzo, cada embajador podía intervenir algunos minutos para transmitir el mensaje que consideraba más importante.
_ ¿Cómo introdujo el tema marítimo en el almuerzo con Trump y los miembros del Consejo de Seguridad?
Es importante señalar que ese encuentro se realizó después del ataque unilateral estadounidense en contra de Siria y después de la sesión del Consejo de Seguridad convocada por Bolivia en la que se trató ese tema. En ese sentido, considerábamos importante recalcar nuestra posición sobre la importancia del multilateralismo y nuestro rechazo a las acciones unilaterales. Para ello, manifestamos que la humanidad enfrenta desafíos y amenazas globales. Entre ellos el hecho de que atravesamos la peor crisis humanitaria de los últimos setenta años. A eso se suman la crisis vinculada al cambio climático, los estragos del terrorismo, la lucha contra la pobreza y la lucha contra la desigualdad.
Dijimos, en ese almuerzo con los miembros del Consejo de Seguridad, que para enfrentar esas amenazas y desafíos que afectan a todas y todos tenemos la obligación de consolidar una alianza global, esa alianza global es el sistema multilateral. Para eso se creó, con sus limitaciones y defectos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Eso nos dio pie para recalcar nuestro compromiso con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.
Dimos como prueba de ese compromiso que recurrimos la Corte Internacional de Justicia (CIJ), uno de los órganos principales de las Naciones Unidas, para que esta reconozca la obligación de la República de Chile de negociar un acceso soberano al océano Pacífico para Bolivia. Esa es una prueba clara de la voluntad, buena fe y el compromiso del Estado Plurinacional de Bolivia de recurrir única y exclusivamente a mecanismos y medios pacíficos para la resolución de todo tipo de controversias. Expliqué brevemente los fundamentos de nuestra demanda que se instaló ante la Corte Internacional de Justicia. El formato de la reunión no permitía hacer exposiciones muy largas, para permitir que todos los invitados también puedan hacer uso de la palabra en esa ocasión.
_ ¿Le respondió algo el presidente Trump?
Sí. Mostró interés en el tema. El presidente de los Estados Unidos preguntó sobre el estado del caso. Señalé que nuestra demanda está en este momento en manos de la Corte Internacional de Justicia.
_ A partir de este episodio, ¿cree que Estados Unidos quiera restablecer relaciones con Bolivia a totalidad?
Es importante señalar que hace pocas semanas llegó a nuestro país una delegación estadounidense para continuar los acercamientos sobre la base del Acuerdo Marco ya suscrito en Washington en noviembre de 2011. Existen relaciones con Estados Unidos, lo que no se restablecieron son los embajadores ante La Paz y Washington. Cabe reiterar que lo que Bolivia reclama es una relación que se desarrolle en el marco de los principios de respeto a la soberanía e independencia nacional. Eso es lo que pedimos y que está suscrito en el Acuerdo Marco firmado entre ambos gobiernos.
_ ¿Hay alguna reunión prevista con autoridades de Washington para dialogar sobre las relaciones pausadas?
Esa información puede ser proporcionada por nuestra Cancillería en La Paz.
¿Alguien del Gobierno de Estados Unidos le pidió más información sobre nuestra demanda marítima?
Acá, en Estados Unidos, aprovechamos todas las oportunidades a nuestro alcance para informar sobre los antecedentes históricos y los alcances de nuestra demanda. Se hizo un trabajo extenso y hay mucho interés para conocer las razones que nos obligaron a acudir a la Corte Internacional de Justicia.
_ ¿Hasta qué punto interesa nuestra demanda marítima a las personalidades con las que habló?
Existe mucho interés, fundamentalmente porque se entiende con mucha claridad las razones históricas y jurídicas de nuestra demanda. Por otro lado, se encomia el hecho de que Bolivia recurra a un órgano como la Corte Internacional de Justicia y que lo que reclamamos es una negociación que resuelva un tema de interés regional que daña a la integración total de la región.
_ Bolivia captó la atención internacional, ¿cómo evalúa el trabajo en el Consejo de Seguridad?
Debemos entender que los quince miembros del Consejo de Seguridad, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, representan a toda la membresía para cumplir el mandato de preservar la seguridad y la paz internacionales. Bolivia, además en el marco de sus propios intereses, defiende los principios y propósitos de la Carta. Consideramos que el Consejo no debe convertirse en una extensión de los campos de batalla, por el contrario, debe ser el escenario de encuentro para buscar salidas pacíficas a esas dramáticas situaciones. Existe expectativa sobre la posición de Bolivia. Nuestra presencia por el Consejo no pasa desapercibida.
_ ¿Ser minoría en esa instancia en temas de relevancia -como el caso de Siria- minimiza los esfuerzos para que la voz boliviana sea escuchada?
Creo que la repercusión de nuestras intervenciones demuestra lo contrario. Entendemos que es un cuerpo colegiado de 15 miembros, pero cada uno puede hacer una diferencia. Asimismo, es un espacio que nos permite fortalecer vínculos con muchos Estados. Es un desafió histórico muy importante y gracias al liderazgo del presidente Evo Morales estamos a la altura del mismo.
