28 febrero 2016

El referendo despertó jóvenes liderazgos, militantes y apolíticos

La participación de jóvenes y la articulación de movimientos juveniles durante las campañas por el Sí y por el No en el Referendo Constitucional mostró nuevos liderazgos, militantes y otros esporádicos, al calor de la contienda política.

Si bien no existe ninguna figura clara, los analistas y los activistas ya identifican a algunas personas que tuvieron cierto protagonismo en las diferentes actividades, que podrán ser importantes actores políticos a mediano y largo plazo.

Para el analista Fernando García, la estructura y organización de partidos políticos tradicionales, tanto de oposición como del oficialismo, ha movilizado a todos sus actores, entre éstos asambleístas jóvenes que desde sus organizaciones -universidades, fraternidades, redes y plataformas virtuales- impulsaron la campaña.

En el grupo de jóvenes con militancia política, García cita, por ejemplo, a la asambleísta Shirley Franco de Unidad Demócrata (UD) en Cochabamba, y en el oficialismo a Valeria Silva y Walter Valda entre otros.

Por su parte, la activista por el No en La Paz Laura Gamarra señala que si bien fueron articulados en todo el país por la plataforma "Me comprometo con Bolivia. Voto No", resaltó la participación de otros jóvenes con un marcado liderazgo a quienes encontraron en el camino, como Irumaki Cárdenas, hijo del primer vicepresidente indígena de Bolivia, Víctor Hugo Cárdenas.

"Es alguien que mueve a muchas personas, tiene conocimiento y buen relacionamiento con organizaciones a nivel nacional, Conamaq y los ayllus".

Junto a Cárdenas destacó también a José Manuel Ormachea, un estudiante de Ciencias Políticas que guiaba a las juventudes, explicando y despejando dudas sobre muchos postulados que el Gobierno y la oposición manejaban en esta campaña. "Su formación política data de mucho tiempo, es parte de la Red Latinoamericana por la Democracia". En Cochabamba, la campaña por el Sí fue unificada a través del Movimiento Al Socialismo (MAS) y sus diferentes organizaciones de jóvenes, a la cabeza de su jefe departamental, Leonardo Loza.

"Hay líderes al 100 por ciento , pero es algo que orgánicamente las organizaciones que conforman el Instrumento deben evaluar", citó la presidenta de Juventudes Cercado, Claudia Zelaya. Entre las organizaciones de jóvenes del MAS en Cochabamba se integraron Juventudes Cercado, Juventudes de la Seis Federaciones del Trópico, y la Federación Única de Campesinos; pero también se unieron otros como Jóvenes de la Casa del SÍ y Jóvenes por el Proceso de Cambio.

SOCIALES Para el presidente del Colegio de Politólogos de La Paz, Ludwig Valverde, en el referendo, los liderazgo de jóvenes no han tenido el propósito de perfilar o posicionar algún nombre. "Más bien ha sido un ejercicio democrático que proyecta figuras a largo plazo".

Pero si la meta no era perfilar un líder o futura figura política a una posible candidatura, ¿Qué movió masivamente a estos jóvenes?

"Vimos que la clase política tradicional siempre se ha encargado de confrontarnos entre bolivianos y lanza discursos que responden a la frase ´divide y reinarás", expresa el activista por el No en Santa Cruz, Arturo Mendivil.

Bajo esta crítica, desde hace seis meses se articuló la plataforma "Me comprometo con Bolivia. Voto No" con presencia en Santa Cruz, La Paz, Oruro, Tarija y Cochabamba, con más de 50 personas en cada departamento que trabajan permanentemente convocando a más gente sin militancia política.

A esta pregunta, Gamarra explica que los jóvenes paceños advirtieron una presencia reducida de jóvenes en la Asamblea Legislativa -menos del 30 por ciento . "Nos pusimos la camiseta por el No, porque vimos que la continuidad de Evo impedía el surgimiento de nuevos líderes, pedimos renovación y alternancia para que nosotros mismos seamos los protagonistas".

Datos

Figuras

Entre algunas figuras de jóvenes políticos y sin militancia, algunos activistas y analistas identificaron a Irumaki Cárdenas, hijo de Víctor Hugo Cárdenas, José Manuel Ormachea de la Red Latinoamericana por la Democracia.

A la asambleísta cochabambina de Unidad Demócrata (UD) Shirley Franco, Valeria Silva y Ademar Valda del MAS.

Mecanismos

Las estrategias de difusión en las campañas por el Sí y por el No, fueron principalmente la viralización de memes, artículos y noticias a través de las redes sociales, las marchas, las panfleteadas, mitines, seminarios y foros debate en universidades y organizaciones de jóvenes.

Primaron las ironías, bromas y críticas

Las ironías, las bromas y la información que generaba debate fue el común denominador en los mensajes utilizados por los movimientos juveniles en las campaña por el Sí y por el No, donde las redes sociales fueron el principal canal de difusión.

El analista Fernando García sostiene que este tipo de contenido en los mensajes rompe los esquemas convencionales de otras campañas, que atraen e incitan al debate y su ampliación a través de las mismas redes.

“Básicamente se usaron mucho las redes sociales, como mecanismos de articulación y visibilización de agravios y daños por parte de gobernantes y otras figuras políticas”.

La amplificación de mensajes en las redes sociales, a través de Whatsapp, Facebook, no compromete necesariamente la militancia política, ya que el carácter anónimo de este tipo de redes permite sumarse eventualmente, según la coyuntura e incluso el estado de ánimo del receptor.

“No hay identidad de izquierda o derecha, sino la intención de visibilizar los daños y mostrar reacciones a los agravios con un movimiento más espontáneo”, acota García.

Las juventudes usan estrategias más ágiles, efectivas y económicas, con mayor impacto

A diferencia de los políticos tradicionales, que usan los medios de difusión convencionales como la televisión, radio y prensa escrita, entre otros, los jóvenes recurrieron a estrategias mucho más económicas, que finalmente les resultaron más dinámicas y efectivas.

El uso de las redes sociales para "Me comprometo con Bolivia. Voto No" superó sus expectativas.

Con la difusión de mensajes a través de las cuentas personales, de las 50 personas en cada departamento, el material producido, entre memes, artículos y noticias, se amplió a más de ocho millones de personas en Bolivia y el mundo.

“En total logramos más de 20 millones de vistas e interacciones”, explica el activista de esta plataforma Arturo Mendivil.

El WhatsApp, así como el Facebook fueron los medios más efectivos para la convocatoria a diferentes, mitines, vigilias y marchas.

Con dos bolivianos de megas diarios, los activistas logran convocar a cientos de sus adeptos simultáneamente, ahorrando dinero y dinero, pero también asegurando efectividad en la convocatoria.

Asimismo la identificación de fechas clave para las concentraciones y movilizaciones aseguró un mayor protagonismo de activistas y mejor difusión de su mensaje.

“Tuvimos actividades importantes en Carnavales, los fines de semanas y la gran marcha por el Sí”, explica Claudia Zelaya, presidenta de Juventudes de Cercado.

Otra iniciativa fue la de las tardes de “serigrafiada” que idearon los activistas por el No en todo el país, que consistía en serigrafiar poleras en espacios públicos como plazas y parques.

“No necesitamos mucha plata; acuotamos a 10 pesos, reunimos 170 bolivianos y serigrafiamos 1.000 poleras”, explica Mendivil.

Estas poleras permitieron a los jóvenes contar con una prenda visible y permanente de difusión en las calles.

¿Fue una posición política o solo una joda? Ch’itis ya no son

Mario Vega / Politólogo y docente de la UMSA

¿Que si la información es poder? Claro que lo es, si no pregúntenle a Francis Bacon. Pero no basta con tenerla, sino saber qué hacer con ella, y así lo hicieron los jóvenes.

La rapidez, mediante la cual se puede intercambiar datos hoy, está revolucionando las estructuras de la sociedad y distribución del poder.

El culpable es el internet y su vehículo más rápido el celular. Bolivia tiene 10,5 millones de celulares registrados por el INE, con 4 millones habilitados con internet y su público preferencial son los jóvenes que acceden a las redes sociales Twitter y Facebook preferentemente.

La Fundación Ceprum identificó que el público joven se encuentra en el rango de los 13 a los 35 años.

¿Ahora qué con todo esto? Pues es que, de alguna manera, el joven se convirtió en actor central en el referéndum pasado del 21 de febrero.

Los noticieros comenzaron a ser alimentados por las redes sociales, sus memes y videos “virales” y no por sus periodistas. Si hacemos una relación con los datos anteriores, el manejo de datos y la opinión en campaña recayó en los adolescentes y los jóvenes que de cierta manera definieron el voto.

La última elección nos mostró que su incidencia política real fue a través de las Redes Sociales (RRSS), en manos de quienes a partir de su ciberactivismo combinaron el humor con la indignación y claras muestras de racismo e intolerancia también.

Todo un cóctel que bebimos durante semanas y hoy nos deja un ch’aki (resaca) que no nos permite ver si esto realmente generará una posición política futura frente a la realidad nacional, o simplemente fue una joda.

Ch’itis ya no son.

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