Los políticos no saben cómo hablarles y a ellos les interesa ser escuchados

Rasciel Cruz, de 17 años, lo dice clarito: “A los jovenes nos interesan los temas de actualidad, de tecnología y entretenimiento. Pero también creo que la política es parte de nuestras vidas, solo que para algunos es más importante que para otros. El problema es que muchas veces los políticos no saben cómo llamar la atención de los jóvenes y eso hace que parezca que no nos importa la política”.

La política, como militancia, no atrae demasiado a los jóvenes en la actualidad. El descrédito político se acentúa en la juventud, que sin un sistema de partidos confiable prefiere mantenerse al margen de la militancia. Juan de Dios Villarroel explica que la historia política en Bolivia es tan deplorable que pocos quieren acercarse a ella: “La política es sucia y demagógica. Nos enseñan a ser rivales y no a ser alternativa. Además, si a los jóvenes no nos dan la oportunidad de opinar y decir nuestra verdad en un partido, es obvio que no me va interesar estar en un mitin, te vas a sentir un bulto más”, explica

Para Gabriela Lewin es casi nula la participación en la política de parte de los jóvenes y cada cual se abre espacios donde puede. Para ella, la percepción de que hoy a los jóvenes no les interesa la política es falsa y recuerda que los políticos cruceños ultilizaron mal a los jóvenes perdiendo totalmente su credibilidad. Paúl Salinas cree que la fobia política de los jóvenes también es culpa de la torpeza de los postulantes. “Si fueran un poquito más listos, podrían inculcarnos amor hacia lo que hacen”, dice.

Para Marisabel Crespo, esta es una oportunidad desperdiciada por parte de los candidatos. Al ser la primera vez que votan, cree que es más fácil para un partido volver fiel a un joven que a alguien que ya ha votado antes. “Parece que no nos importa nada, porque no vemos cambios ni resultados. También siempre se dice que está todo arreglado y entonces pensamos para qué voy a votar si no va a cambiar nada”, reclama.

Pero Valeska Aguilera, les recuerda algo a los políticos: este es el tiempo de los jóvenes, cada vez tienen mayor acceso a la información y por lo tanto cuestionan más a los políticos y vigilan que realmente estén haciendo su trabajo. Cree que el ciberactivismo es hoy el arma de los jóvenes.