09 noviembre 2015

A la semana hay 20 quejas por atraso de subsidio

Julia Carrillo acaba de dar a luz a su primogénito Pablo César. Sin embargo, pese a que este cumplirá su primer mes de vida, su madre recién recibirá su primer subsidio prenatal debido a que la empresa que emplea a su esposo se retrasó en la cancelación de designaciones familiares. “No sé por qué razón recién la empresa hizo el pago, pensé que era automática la entrega luego de los controles. Sin embargo, recién voy a recibirlo, creo que seguiría esperando si no era porque mi esposo hizo la denuncia”, dijo la mujer.

Al igual que ellas, son decenas de mujeres y familias que padecen este problema en el departamento y el país, debido a los problemas que enfrentan las empresas para hacer efectivo este beneficio, que de acuerdo a ley se debe entregar desde el quinto mes de embarazo de la madre hasta el primer año del bebé.
De acuerdo con la Dirección Nacional de Asignaciones Familiares del Instituto Nacional de Seguros de Salud (INASES), dependiente del Ministerio de Salud, la instancia registra hasta 20 denuncias de personas que tienen retrasada la entrega de su subsidio en el departamento.

Demoras se dan en empresas chicas y grandes. Si bien la responsable de esta instancia, Greicy Solares, destacó que se ha logrado importantes avances para la socialización del beneficio y la finalidad del mismo, para aportar a la nutrición de la madre y del niño, afirma que este es un problema muy frecuente en el sector empresarial a nivel nacional. “No podemos decir que es un problema en empresas pequeñas porque sería mentir, la situación se da en empresas grandes o chicas, privadas o públicas”, aseveró.

Esta situación genera malestar entre las beneficiarias que sienten vulnerados sus derechos y ante todo una correcta alimentación durante el embarazo, no obstante, esta situación abre paso a irregularidades como la venta de los productos, por lo menos eso pudo observar este medio de comunicación durante un recorrido que hizo en los puntos de distribución ubicados en el tercer anillo y en la zona de San Aurelio.

“Es un afán porque uno espera con ansias los productos para estar alimentada como te lo piden los médicos, es irónico que teniendo que recibir tantos alimentos nutritivos uno se alimente con lo que pueda solo porque algunos empleadores no cumplen con esto que es una responsabilidad, al menos en mi caso la empresa no es pequeña ni creo que esté en crisis”, señaló Elisa Carvajal, una gestante que a punto de cumplir los nueve meses de embarazo recibirá su primer subsidio.

Una versión similar manifestó Carla Paredes, quien afirma que tuvo que recurrir al Inases para que le otorguen sus productos. “Yo tuve que llamar para informarme, pues no me interesa venderlo, lo quiero aprovechar como se debe, que es durante el embarazo, donde el niño requiere una buena alimentación de su madre para que nazca sano. Yo pienso que por eso otras personas optan por vender sus productos”, señaló la mujer que está en su séptimo mes de embarazo.

Prevén modificación a la norma En este sentido, Solares señaló que el Inases está tratando de socializar con las empresas y beneficiarios sobre la normativa a fin de que esta no solo se cumpla, sino que cumpla con la finalidad de contribuir a la alimentación y nutrición de la madre y el niño, "Hemos emitido emisiones radiales para socializar las designaciones familiares y también se han dispuesto inspectores para desplazarse en los puntos de distribución para que se puedan informar y también acudir a las empresas para brindar la información necesaria, estamos empezando a mejorar y eso lo demuestran las denuncias que nos llegan semanalmente con madres que quieren recibir su beneficio, hay días en que incluso recibimos hasta 30 llamadas semanales”, aportó.

En este contexto pidió a los beneficiarios denunciar el retraso en la entrega de su subsidio, pues afirma que en el mayor de los casos las denuncias suceden cuando el embarazo está en etapa avanzada, lo cual puede poner en riesgo la entrega de sus beneficios: “La madre tiene que saber que este beneficio es obligatorio desde los cinco meses de embarazo, previa presentación de la constancia de su control prenatal, caso contrario cualquier exigencia o denuncia no es posible”, añadió.

De acuerdo a lo que explica, una vez presentada la constancia del control de prenatalidad de la gestante, la empresa tiene un plazo máximo de un mes para hacer la entrega del beneficio de subsidio. Asimismo, señaló que en caso de no recibir el mismo, el beneficiario tiene toda la obligación y el amparo legal para denunciar ante el Inases la postergación de su beneficio. Posteriormente, la instancia otorgará una primera notificación donde se explica la normativa y se establece un cronograma de pago, que la empresa debe iniciar en el plazo de quince días. “En caso de no cumplirse este primer plazo, se fija un nuevo plazo de quince días con un nuevo cronograma que significa un preaviso de que la empresa puede ser sancionada con una multa de Bs 15.000, aunque afirma que el 95% de las empresas logra iniciar el pago y aproximadamente un 5% justifica no tener la capacidad de pago del beneficio.

“Muchas optan por adecuarse a la norma, pues prolongar el beneficio también implica una mayor remuneración económica, tomando en cuenta que el beneficio debe ajustarse al precio de un salario mínimo nacional”, complementó la funcionaria en salud.

"Mi hija va a cumplir un mes y recién estoy recibiendo su primer subsidio, pues la empresa se demoró en el pago.
Es una pena que lo den ahora, me hubiera gustado sacar un mejor provecho cuando estaba embarazada que es lo correcto".

Cinthia Surubí
Beneficiaria

"Estoy recibiendo el beneficio con cuatro meses de atraso y al parecer no soy la única afectada, ya que esto se ha vuelto común
Creo que se debe hacer un mejor control para el cumplimiento de la entrega porque no tiene sentido recibirlo demorado".

Luciana Núñez
Beneficiaria

"Molesta que hayan atrasos porque los productos los dan doble y no tienen mucho tiempo para poder consumirlos.
En el caso de los yogurt tienen hasta una semana para vencerse y cuando le dan de dos meses uno debe regalarlos o venderlos".

María Rosa Rojas
Beneficiaria

"Muchas madres están afectadas por el retraso en la entrega, esto no permite disfrutar de los alimentos que trae el subsidio. Creo que las empresas deben hacer esfuerzo para que este sea un beneficio para las madres y no un negocio".

Eiler Barbery
Beneficiaria

La norma en detalles

* El empleador (público o privado) debe afiliar al trabajador y depositar mensualmente a la distribuidora el equivalente de un salario mínimo para el pago del subsidio prenatal o de lactancia. Todo ello es canalizado por el Instituto Nacional de Seguros de Salud (Inases), mediante las planillas y facturas de las beneficiarias. Además, entrega la boleta del subsidio de preferencia a la trabajadora, o a la esposa o cónyuge del trabajador.

* El beneficiario (en caso de ser varón) tiene la obligación de afiliar a su esposa o cónyuge y al recién nacido en un plazo no mayor a 30 días. Aparte de recoger mensualmente los productos del subsidio prenatal y de lactancia, consumir los productos y denunciar al Inases el incumplimiento de la normativa.

* Los proveedores de los productos de los subsidios, al ser empresas públicas, privadas, individuales, asociaciones, organizaciones económicas campesinas o comunidades originario campesinas, deben proporcionar alimentos con alto valor nutritivo. Para hacerlo, deben contar con infraestructura adecuada para la elaboración, almacenamiento y conservación, cumplir las normas de higiene y calidad, y capacidad de transporte y producción.
Para recibir el beneficio, el trabajador (esposa, cónyuge u otro familiar) debe presentar boletas de subsidio y/o planilla de su institución, su cédula de identidad, o de necesitarse, la autorización de la beneficiaria.

Irregularidad
El control no frena la venta ilegal

Ni el control ni las medidas adoptadas por el Instituto Nacional de Seguros de Salud, logran frenar la venta de los productos del subsidio.

Pese a que esta acción está prohibida por norma y es sancionada de acuerdo a la normativa de asignaciones familiares, decenas de madres optan por vender este beneficio hasta en Bs 800 pese a que el valor del mismo es de más de Bs 1.500.

"Lo hago porque prefiero dar otro tipo de leche a mis hijos y como los compradores exigen todo el paquete prefiero invertir ese dinero en otros alimentos", señaló una mujer que evitó identificarse.

"Como vienen varios productos, decidí vender algunos a mis vecinas que lo precisan", trató de justificar Carlota Sanjinez.

"A mí se me acumularon varios así que recibo dos cada mes, uno lo vendo y el otro me lo quedo pues mi familia es poca y prefiero venderlos para no desperdiciar los alimentos", explicó otra beneficiaria, que cerraba trato con un comerciante a pocos metros de la distribuidora.

En este sentido, la directora del programa de Asignaciones Familiares del Inases (INASES), Greicy Solares, lamentó que muchas personas por desconocimiento de las normas o por sacar provecho de la situación opten por vender sus subsidios, pese a que está prohibido.

Según explicó el Reglamento de Asignaciones Familiares dicta que “la Policía Nacional, en coordinación con el Instituto Nacional de Seguros de Salud (Inases), debe colaborar con la identificación de los beneficiarios y/o terceros que comercialicen los productos del subsidio para proceder al decomiso correspondiente.

"Otra de las medidas que hemos tomado es que se distribuya a cada beneficiario un máximo de dos subsidios al mes, esto para evitar su comercio", dijo.

Punto de vista

Carolina Vélez
Nutricionista

"Se está desaprovechando el beneficio nutricional"

Desde el momento que la mamá está embarazada la alimentación debe ser mejor. Cuando el bebé está en formación a partir del tercer mes necesita tener una alimentación elevada en calorías y proteínas y el subsidio llega a ser un gran aliado en este proceso, ya que los productos que lo conforman son ricos en proteínas como la leche, quinua, queso, etc que son fundamentales para el bebé en este periodo.

El problema cuando el consumo de estos alimentos se posterga, aparece cuando la mamá no tiene los recursos para comprar los alimentos, pues como resultado vamos a ver un bebé con bajo peso entre otras consecuencias y esto se sentirá aún más en las madres de escasos recursos o simplemente en hogares donde no hay buenos hábitos alimenticios.

El subsidio está pensado en ayudar a la nutrición de la madre y el niño es por eso que no se debe desaprovechar los momentos y las etapas donde debe consumirse.

Creo que debe haber una conciencia tanto en las empresas para priorizar su acceso y evitar los retrasos.

Asimismo, las madres deben exigir este derecho y darle un uso correcto, pues muchas venden sus productos lo cual puede traer una consecuencia no solo para ellas que precisan preparar su organismo, sino para sus hijos.

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