02 octubre 2014

El MAS quiebra bastiones regionales de la oposición



Los resultados de la última encuesta de Ipsos, aplicada entre el 8 y el 23 de septiembre, muestran una consolidación de las tendencias que se manifestaron en julio y agosto. En la primera encuesta de esta misma compañía se reflejó que el presidente Evo Morales, candidato a la reelección por el MAS, mantiene una cómoda posición en el primer lugar de las preferencias electorales a escala nacional y también en cada uno de los departamentos del país.

Los departamentos donde más cómoda podría ser la victoria masista, son Cochabamba, Potosí, Oruro y La Paz. Estas son las regiones en las que el MAS tiene mayor intención de voto, incluso superando el 60%. Mientras tanto, en Chuquisaca y Pando, el partido oficialista ha logrado un nivel interesante de intención de voto, superior al 50% en ambos casos.

En esta elección, la novedad ha sido el vuelco que ha dado Santa Cruz hacia el oficialismo, dado que hasta 2009 era uno de los más duros bastiones de la oposición a Morales. Ipsos destaca que, a septiembre de este año, el MAS lograría un 50% de intención de voto en ese departamento.

El margen de indeterminación, en ese sentido, es relativamente escaso y básicamente se circunscribe a aquellos departamentos en los que el oficialismo no ha logrado indicadores de preferencia electoral que se acerquen al 50%: nos referimos a Tarija y Beni.

En Tarija, la diferencia entre las oposiciones y el MAS es de 10 puntos porcentuales, con un 21% de indecisos; la situación en el Beni presenta una diferencia entre las oposiciones y el MAS de tres puntos porcentuales, con un 13% de indecisos. En otras palabras, aún se podría presenciar alguna sorpresa en estas dos regiones.

Por supuesto, el escenario regional en Tarija y Beni sería cualitativamente superior para una oposición de centro-derecha unida, pues la distribución de preferencias electorales entre Jorge Quiroga y Samuel Doria Medina muestra signos de un comportamiento mutuamente excluyente entre ambos contendientes, de modo que incluso si las oposiciones de derecha pudieran captar dos tercios y el MAS un tercio de la votación de los indecisos, el efecto final sería, de todos modos, una primera mayoría para el candidato Morales.

Aunque el panorama podría cambiar a último momento, las condiciones actuales dan pie para suponer que el ingreso en competencia de varias oposiciones fragmentadas —particularmente, las oposiciones de centro derecha— ha disminuido sus posibilidades de posicionarse incluso en regiones que tradicionalmente eran opositoras. Esto tiene consecuencias y riesgos directos para la fortaleza de una bancada opositora en Asamblea Legislativa Plurinacional en la gestión 2015-2020.

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