El exasesor de comunicación del presidente Evo Morales, Wálter Chávez, retornó al escenario público a través de una columna de opinión denominada El Juguete Rabioso en la red Erbol a invitación de su director, Andrés Gómez.
En la publicación titulada Algunas razones por las que vuelvo a escribir, Chávez revela que colaboró en la organización y aparición del quincenario El Desacuerdo, aunque no forma parte de su consejo editorial.
Chávez goza de los beneficios del refugio político otorgado por el Estado boliviano, pese a ser requerido por la Procuraduría Antiterrorista de Perú por su presunta vinculación con la organización guerrillera Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). La solicitud de las autoridades peruanas forzó a Chávez, en 2007, a pedir licencia de su cargo “hasta esclarecer y encaminar por la vía legal” el proceso reabierto en Lima. Chávez fue defendido por Sacha Llorenti.
Chávez explica que “hice lo que pude para que su proyecto se concrete: les sugerí que contraten a Sergio Vega para el diseño (por eso formalmente el logo se parece a El Juguete, son del mismo autor)” y afirma que “los contacté con los sindicatos de canillitas y los ayudé a solucionar sus trámites burocráticos”, aunque no explica si los mismos tienen que ver con gestiones ante el Gobierno de Evo Morales.
Chávez cuenta que, desde hace unos años, decidió establecer su residencia en la localidad de Buen Retiro, al norte de Santa Cruz de la Sierra, donde vive junto a sus allegados. El exdirigente adelantó que, en su columna, escribirá de “de las cosas que pasan, de libros, de cine, de ciertas historias de este periodo político que están dormidas por ahí, de escritores, de políticos y gente peor”
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