El rostro oculto de la deportación en suelo español

España es el segundo país receptor de bolivianos, después de Argentina. Es la principal nación desde donde llega el dinero enviado por los compatriotas que radican en el extranjero para sus familiares que los extrañan en Bolivia. La anterior década, miles de connacionales viajaban a ese Estado para cumplir con su “sueño ibérico”, algo que ha ido en declive por la crisis económica europea... En síntesis, España significa mucho para los inmigrantes bolivianos.

No obstante, España también guarda historias de deportaciones, justas e injustas. Y los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) son protagonistas de varias de estas últimas, según activistas que radican en ese confín de Europa. Informe La Razón presenta una investigación sobre la otra cara de las expulsiones de ciudadanos foráneos en esta nación, con historias de bolivianos —en España y en Bolivia— que llegaron a caer en estos sitios que, de acuerdo con denuncias de funcionarios de instituciones que apoyan a inmigrantes, guardan las características de las penitenciarías y vulneraciones a los derechos humanos; algo que es negado por el Ministerio del Interior de España.

Al respecto, la Embajada de Bolivia en este país remarca que no ha recibido denuncias formales sobre el tema. Pero eso no es todo. Este suplemento igualmente relata el caso de un boliviano que ha entablado un proceso contra el sistema de salud español tras la muerte de su esposa, también compatriota, porque no recibió atención oportuna en hospitales de la ciudad de Valencia. Aparte, se analiza las estadísticas que demuestran que más de 70.000 connacionales abandonaron suelo español en los últimos cinco años. Y los datos no coincidentes sobre los emigrantes, incluidos los del censo del año pasado.