El transporte que brinda servicios en el valle bajo cochabambino comenzó en las primeras horas de ayer con el bloqueo indefinido de la carretera que une a Cochabamba con los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí en demanda de la construcción de la doble vía Quillacollo-Suticollo.
La medida, que continúa hoy, perjudicó a cientos de ciudadanos que caminaron varios kilómetros para acudir a sus fuentes de trabajo o realizar sus actividades cotidianas. La situación fue aprovechada por los dueños de motocicletas, los cuales llegaron a cobrar de 5 a 10 bolivianos para atravesar los puntos de bloqueos comprendidos entre Parotani y Quillacollo.
Este es el segundo bloqueo protagonizado por esta asociación de autotransporte. El 17 de julio impidieron el tráfico por la zona en demanda del emplazamiento de la doble vía.
El bloqueo de ayer fue contundente debido a la gran cantidad de motorizados del autotransporte provincial y pesado que cerraron calles y avenidas desde el kilómetro 12 de la avenida Blanco Galindo hasta el sector de Parotani, lugar donde los mineros también bloquearon, pero con otro pedido, incomunicando de esta manera a Cochabamba con el occidente del país.
Ello generó la molestia ciudadana, que si bien está de acuerdo con la necesidad de la doble vía, reclamaron que las partes en conflicto no agotaron los esfuerzos para concertar el diálogo.
Tras la primera jornada de bloqueo, el representante del autotransporte, Hugo Cáceres, dijo que la medida “será más fuerte, desde ya están afectados los municipios con la no construcción de esta doble vía, ellos también quieren progreso para evitar las muertes y accidentes que se presentan en estas carreteras”, indicó Cáceres.
El dirigente dijo que entre sus afiliados que prestan servicios en estos lugares hay susceptibilidad con respecto al financiamiento de la doble vía Quillacollo-Suticollo, el cual desde un inicio no estaba garantizado por la Comunidad Andina de Fomento (CAF).
Cáceres explicó que “no pedimos que nos traigan el dinero en maletas, sino el contrato o convenio firmado por la CAF”.
Entretanto, desde la Gobernación se informó que no se tuvo un contacto directo con los transportistas y que la reunión convocada por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) se ratificó para mañana a las 16:00 en ambientes de la Gobernación. Salvo algún previo acuerdo entre las partes para adelantar la reunión, el encuentro no sufrirá modificaciones.
Fidel Corrales. Vecino
“Quedamos perjudicados”
Nos está perjudicando a todo los peatones. Estoy haciendo trasbordo en moto para poder trasladarme. Me cobraron cinco pesos por cada tramo que pasé.
Hasta ahora tengo tres recorridos hechos para ir a Quillacollo, y desde ahí debo ir a la ciudad para luego retornar.
Es un perjuicio porque esta doble vía ya debía estar hecha, realmente es un peligro para la comunidad que viaja inclusive a diferentes partes del valle bajo. Lo malo es que nadie piensa en los peatones, más se ocupan de sus intereses.
Yoyi Chacón. Vecina
“Es un pedido justo”
Estamos perjudicados, pero es algo justo lo que piden los transportistas. Es una carretera de la muerte. Para los que vivimos en Sipe Sipe es un tramo difícil, ya que tenemos que ir a la velocidad del auto de adelante, ocasionando retrasos.
Conozco a muchas personas de mi barrio que perdieron la vida por el exceso de velocidad o porque no hay señalización correcta.
Yo me dirijo a Quillacollo desde el kilómetro veinte y medio para trabajar, es un gran trajín el que debo afrontar, pero todo por el bien de la mejora de esta carretera.
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