El cuartel general de Marco Rubio estalló en gritos y abrazos anoche, entre música y tragos cubanos, cuando se anunció que su candidato, republicano ultraconservador del Tea Party, será senador por el Estado de Florida, que se volcó masivamente por este hombre de corta trayectoria política pero que muchos ya llaman el “Obama republicano”.
La carrera por la gobernación de Florida, en cambio, estaba al cierre de esta edición aún reñida. El millonario republicano Rick Scott llevaba una ventaja sobre la empresaria demócrata Alex Sink. De confirmarse esta tendencia, y dado el triunfo del Rubio, este Estado que votó por Barack Obama en 2008 viraría hacia la derecha, una preocupación para las presidenciales demócratas de 2012 .
Casi 300 medios de todo el mundo acreditados para la llamada “Noche de la Victoria”, en el elegante hotel Biltmore de Coral Gables, festejaron la buena elección del “Golden boy” conservador, que armó una fiesta enorme al aire libre, con canciones cubanas y mojitos. Muchos aquí vaticinan que podría integrar la fórmula presidencial en los comicios del 2012 . Con un discurso duro y muy crítico del gobierno del presidente Barack Obama, Rubio venció con 50 % al gobernador Charlie Crist (29%), que se presentó como independiente. El demócrata Kendrick Meek salió tercero, con 19%.
“Somos todos hijos de Dios, él nos enseñó el camino de la verdad”, dijo anoche el candidato, ante sus simpatizantes, rodeado de su mujer y sus pequeños cuatro hijos.
“Los republicanos tenemos una segunda chance” , señaló. “Esta elección fue sobre el futuro de nuestro país.
Estados Unidos es la nación más brillante en la historia de la humanidad . Pero nuestra nación está yendo en la dirección equivocada”, agregó.
Necesitado de figuras nuevas, sobre todo de hispanos, el Partido Republicano mira con buenos ojos la carrera de Rubio y le auguran un futuro dorado. El abogado, de 39 años, hijo de una mucama y un camarero exiliados de Cuba, dice por ahora no quiere pensar en eso. “Creo que un político es un servidor y debe dedicarse a trabajar para la gente”, dijo, sin cerrar ninguna puerta.
Isabel, también cubana de Miami, bailaba con un cartel rojo y azul. “Marco me gusta porque es conservador, porque sus principios y valores son de acuerdo a nuestra Constitución. El se identifica con el pueblo, defiende los valores de nuestras familias, que son valores democráticos y no socialistas”, señala enfervorizada.
Rubio ha cosechado masivamente el voto latino de la Florida, a pesar de que es partidario de una ley dura contra los inmigrantes ilegales, donde viven decenas de miles de argentinos.
“No es una contradicción”, explica Dario Moreno, analista de la Universidad Internacional de Florida a Clarín . “El tema de la inmigración no está en primer lugar en el interés de los hispanos. Para los latinos de Florida, la desocupación, el miedo a perder sus casas es prioridad. Para ellos, el tema número uno es el trabajo, el segundo la economía, el tercero la educación y el cuarto la salud. En ese sentido, es coherente”, dice.
Como vice en alguna fórmula, Rubio daría una buena oportunidad a los republicanos de recuperar el electorado hispano, que masivamente votó a Obama en 2008. “Su juventud, su ferviente catolicismo, su relación con el Tea Party, una poderosa maquinaria de donantes y, especialmente su origen hispano”, resalta Ariel González, profesor del Miami Dade College.
Rubio está contra los impuestos, contra el Estado y contra el socialismo (asegura que Obama quiere convertir a EE.UU. en una Cuba). Su campaña ha apelado a lo emotivo, a la concreción del sueño americano que él dice encarnar, y a los valores familiares, que significa entre otras cosas oponerse al aborto, al matrimonio gay y avalar el uso de las armas para defenderse. De hecho, siempre aparece en las fotos rodeado de su familia. En la fiesta de ayer se pasaba en pantalla gigante un video muy emotivo sobre sus cuatro hijos jugando y cantando en un parque.
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