En la Casa de la Libertad, el Presidente, primero, se mostró ante la comunidad nacional e internacional como conciliador; luego cambió de libreto y acusó de “conspiradores” y políticos sin mayores aspiraciones a los tres gobernadores de oposición.
Se inauguró la “era autonómica” en un persistente clima de confrontación política. El presidente Evo Morales posesionó ayer a los nueve gobernadores electos en la Casa de la Libertad de Sucre en un deslucido y tenso ambiente protocolar, a raíz de la acusación de “conspiradores” del Mandatario a Rubén Costas de Santa Cruz, Mario Cossío de Tarija y Ernesto Suárez de Beni, quienes no hicieron la señal de la cruz ni respondieron a la invocación de juramento, molestos por los ataques del jefe de Estado y las amenazas legales de suspensión de sus cargos.
El jefe de Estado aprovechó la transmisión en directo de los canales de televisión para mostrarse con un discurso conciliador pero luego cambió de libreto, acusó a los gobernadores de haber intentado sacarlo de Palacio de Gobierno, insultó y amenazó públicamente en el acto oficial en presencia del cuerpo diplomático.
El acto protocolar comenzó cerca de las 9:36 y casi 15 minutos después, Morales indicó que había llegado la hora de posesionar a los primeros gobernadores legales y constitucionalmente elegidos por cinco años para servir al pueblo.
TIEMPOS DE CONSPIRACIÓN
“Quiero decirles a los tres gobernadores opositores: se acabó los tiempos de conspiraciones. Intentaron derrocar mi mandato, intentaron sacarme de Palacio, fracasaron y el pueblo nos apoya. Nos toca trabajar con ustedes para servir a nuestro departamento desde Bolivia”, dijo el mandatario aplaudido por sus seguidores.
Luego acotó “Evo qué más puede conseguir a más de ser Presidente, espero no tener malos cálculos. Ustedes como gobernadores qué más pueden conseguir a parte de eso, no creo que haya más esperanza como personalidad. Pero estoy seguro que juntos trabajando, vamos a servir mejor al pueblo boliviano, vamos a beneficiar a nuestros pueblos. Esta tarea tenemos como presidente, gabinete, gobernadores y asambleas departamentales”.
Estas palabras motivaron a que Rubén Costas se levante de su asiento con un amago de retirarse de la Casa de la Libertad en señal de molestia por la acusación del Mandatario, empero reflexionó y volvió a su sitio. Desde ese momento, el ambiente se puso tenso hasta la conclusión del discurso de Morales y la posesión protocolar.
JURAMENTO CON PUÑO Y SILENCIO
En cumplimiento a su decreto 0527 firmado el 27 de mayo de 2010, Morales llamó a Ernesto Suárez Satori de Beni, Esteban Urquizo Cuéllar de Chuquisaca, Edmundo Novillo Aguilar de Cochabamba, César Hugo Cocarico Yana de La Paz, Santos Javier Tito Velez de Oruro, Luis Adolfo Flores Robert de Pando, Félix Gonzales Bernal de Potosí, Rubén Armando Costas Aguilera de Santa Cruz, Mario Adel Cossío Cortes de Tarija.
Las nueve autoridades se pusieron en fila ante el presidente Morales y los gobernadores masistas Urquizo, Novillo, Cocarico, Tito, Flores, Gonzales juraron con el puño y brazo izquierdo en alto, pero Suárez, Cossío y Costas no hicieron la señal de la cruz, ni alguna señal de su creencia, y respondieron con el silencio a la invocación de juramento de rigor.
Al momento de felicitar a los recientemente posesionados, - según relato de Costas – éste reclamó a Morales por sus palabras, aclarándole que no son conspiradores.
Suárez y Costas explicaron posteriormente que no respondieron porque ellos ya habían jurado ante sus pueblos, símbolos, colores y héroes regionales, por lo que consideraban que el acto organizado por el presidente Morales era un “simple acto administrativo”. Mientras Cossío no se dio por aludido.
TRABAJAR CON GOBERNADORES
Antes de la toma de juramento, Morales ensayó un repaso histórico para atribuir a la lucha de los pueblos indígenas las actuales autonomías, por lo cual los gobernadores deberían incorporar sus demandas y optimizar tiempo y recursos a favor de los pueblos originarios.
Ofreció trabajar junto a los nueve gobernadores para atender las aspiraciones largamente esperadas por la población, ofreciendo su “pequeña experiencia y estrecha cooperación con los gobernadores”.
En este aspecto, Morales aparentemente dio un mensaje de cambio en su actitud, porque el 11 de abril, tras haberse confirmado la derrota del MAS en Santa Cruz, Tarija y Beni, declaró que “no tenía ganas de trabajar” con aquellos gobernadores y alcaldes acusados de corrupción, y menos con los comprometidos con el separatismo en directa alusión a Costas, Cossío y Suárez.
GUERRILLA; VOTOS Y BALAS
El presidente reivindicó los logros de la Revolución del 52 porque junto a los sectores empobrecidos, se impuso el voto universal, y ahora en esta época después de más de 50 años, con la participación de los sectores sociales se hizo la nacionalización de los recursos naturales, lo que en su criterio, demuestra que la población organizada puede protagonizar revoluciones democráticas.
En alusión a los embajadores de la comunidad europea presentes en el acto, dijo que en Bolivia se hace revolución con los votos y no con las balas, aunque admitió que cuando se iniciaba en política en el Chapare sus compañeros cocaleros le sugirieron organizar guerrillas pero él prefirió organizar un partido para impulsar profundas transformaciones democráticas.
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