Cochabamba se pintó de azul. Así lo reflejan los resultados finales que la Corte Nacional Electoral (CNE) acaba de oficializar. El Movimiento Al Socialismo (MAS) ganó 40 de las 47 alcaldías, lo que implica el 85 por ciento de los gobiernos municipales. Cuenta con la gobernación, la alcaldía de la ciudad capital, con los 16 asambleístas por territorio (cien por ciento) y 11 de los 16 asambleístas por población, si atendemos a los resultados oficiales de la CNE.
Podría ser una victoria contundente para cualquier partido, pero para el caso del MAS se eclipsó por las expectativas generadas al interior del mismo partido y las denuncias de irregularidades en cuanto a la aplicación de las leyes para la distribución de los asambleístas.
Según la analista María Teresa Zegada, los últimos resultados demostraron una vez más el monopolio del masismo en el departamento, sobre todo en el área rural, pero no es posible ignorar que esta victoria tiene un límite que le da un mensaje al MAS en sentido de que su victoria no es infinita, que hay líderes regionales y que nombrar candidatos que no cuenten con un consenso no asegura la victoria.
Así, no se ganó con el 80 por ciento de votos anunciado por Evo Morales en sus campañas electorales; la conquista de la Alcaldía de Cercado fue sufrida y no obtuvo los siete concejales esperados, sólo cinco, los mismos que Unidad Nacional-Consenso Popular (UN-CP), lo que le obliga a negociar. Además, en votos, esta última sigla logró algo más de votación en la franja de concejales, quizá gracias a la figura de Ninoska Lazarte.
Además del golpe en la ciudad capital, el MAS debe prestar atención al batacazo que le dio Unidad Nueva Esperanza (UNE) en Quillacollo (antiguo bastión del partido oficialista) y a la sombra que le hace el Movimiento Sin Miedo (MSM), que cuenta con concejales en 29 de los 47 municipios del departamento. De hecho, el MSM logró arrebatarle las alcaldías de Tolata y Colomi, aunque el Concejo municipal de este último seguirá en manos del partido de gobierno, que logró tres de los cinco concejales y dejó dos para su rival.
También deberá prestar atención al movimiento Indígena Martín Uchu (IMU), con un dominio regional en Punata.
El segundo aspecto que empañó la victoria masista son las denuncias de irregularidades legales en la distribución de escaños de asambleístas por población, pues mediante la fórmula utilizada por la CNE consistente en distribuir por separado los asambleístas por población de los de territorio, el MAS logra 27 de los 32 asambleístas en juego, dejando cuatro para UN-CP y uno para el MSM, un escenario que deja al MAS con el ideal de los dos tercios para aprobar los estatutos autonómicos.
En siete de los 47 municipios de Cochabamba el único candidato a alcalde era masista, con su consecuente victoria y la designación segura de la totalidad de sus concejales. Estos municipios son Morochata, Tacopaya, Pojo, Chimoré, Entre Ríos, Vila Vila y Villa Tunari. En todos, el MAS se aseguró los cinco concejales, salvo en Villa Tunari, donde el cupo es nueve.
Algo parecido ocurrió en cinco de las 16 provincias cochabambinas, donde el único candidato a asambleísta por territorio era un masista. Estas provincias son Arque, Bolívar, Carrasco, Esteban Arze y Tapacarí. En otras cinco provincias, su único rival era el MSM: Arani, Ayopaya, Campero y Capinota. El MSM se presentó en 11 de las provincias, aunque perdió en todas, superado siempre por el MAS.
El único candidato era del MAS
Municipios
En 7 de 47 municipios, el único candidato era del MAS: Chimoré, Morochata, Pojo, Tacopaya, Vila Vila, Entre Ríos y Villa Tunari.
Provincias
En 5 de 16 provincias el único candidato a asambleísta era masista: Arque, Bolícar, Esteban Arze, Carrasco y Tapacarí.
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