En la conmemoración de los 192 años de Independencia de Bolivia y en los 35 años de vida democrática ininterrumpida tras los regímenes de facto, parlamentarios y un experto constitucionalista coinciden en que los últimos años la democracia se debilitó y, peor aún, está en riesgo si el actual mandatario Evo Morales continúa en el poder después de culminar su mandato en 2019
Según el análisis del abogado constitucionalista, Williams Bascopé Laruta, Bolivia, si bien goza de un sistema de gobierno democrático establecido y fundado en la Constitución Política del Estado, en los últimos años ha sufrido serios desgastes, debido a que el país es gobernado por una sola persona, incumpliendo con ello, el principio de alternancia que establece la misma Carta Magna.
“Nuestra democracia en estos momentos de lo que ha pasado desde 1982 al 2017 tiene serios rasgos de ser minada, debilitada y perderse si continuamos manteniendo a un solo líder y un solo partido en el poder que desconoce la Constitución. La base esencial de toda democracia es que debe respetar su carta magna y sus leyes”, explicó el constitucionalista a EL DIARIO.
Evo Morales ganó las elecciones presidenciales del 18 de diciembre de 2005, obteniendo el 53.74 por ciento de la votación del electorado, frente a los partidos de Jorge Quiroga podemos con el 28.59 por ciento y Samuel Doria Medina Unidad Nacional que obtuvo el 7.79 por ciento. Desde esa época a la fecha dos elecciones, aunque ambas observadas, le dieron el triunfo y la posibilidad de mantenerse en el poder.
SÍNTOMAS DE DESGASTE
En el primer período de gobierno de Morales se registró el primer caso de corrupción entre el 2008-2009, cuando el entonces presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Santos Ramírez, se vio envuelto en hechos de corrupción en la estatal petrolera tras la muerte del empresario Jorge O’Connor D’Arlach Taborga el 27 de enero de 2009.
Según el análisis de Bascopé, este fue el primer caso de corrupción que mostró la debilidad del Gobierno durante su primera gestión.
En la segunda etapa (2010-2014), en diciembre de 2010 el gobierno de Evo Morales tambalea una vez más por el incremento de los hidrocarburos, en el denominado “gasolinazo” que demuestra una desorientación económica, preció el jurista.
“A partir de 2010 es el punto de quiebre del Gobierno, si bien ingresamos a una etapa democrática, donde se respeta la constitución; se ingresa también a una etapa de industrialización y la ejecución de megaproyectos, donde se generan los casos de corrupción en las unidades descentralizadas y centralizadas del Gobierno”, indicó.
La debilidad del partido se profundiza más con los conflictos indígenas de Caranavi en abril de 2010, la disputa de las centrales agrarias de la provincia exigen la planta procesadora de cítricos ofrecida por el Gobierno.
Otro conflicto que enfrentó el Gobierno un año después fue la intervención a la VIII marcha de los indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Secure (Tipnis) en la comunidad de Chaparina en el 2011. La movilización era en defensa de su región y para evitar que construya la carretera Villa Tunari San Ignacio de Moxos que partiría en dos esta reserva ecológica.
PUNTOS DE VISTA
A la consulta de EL DIARIO con asambleístas oficialistas y opositores sobre la situación de la democracia en los 34 años, 10 meses y 6 días de vigencia de esta forma de gobierno, varias fueron las posturas y también coincidencias.
Por ejemplo, que los sectores sociales lucharon por mucho tiempo para ser incluidos en las decisiones del Gobierno, la recuperación de los recursos naturales y la independencia de los poderes del Estado.
Empero, en los últimos 11 años de la administración de Evo Morales, la democracia se debilitó por la injerencia del poder político en diferentes instituciones y la vulneración de derechos de sectores que no acompañan sus políticas
La diputada de Unidad Demócrata (UD) Lourdes Millares indicó: “Hay un debilitamiento de los órganos del Estado, por ejemplo, en el Tribunal Supremo Electoral que ha tomado decisiones en función a las órdenes del partido en gobierno, la justicia está sumida en una profunda crisis, una metástasis de corrupción en toda la administración de la justicia y un ministerio público que es el brazo operador del poder político”.
El diputado Wilson Santamaría (UD) sostuvo que existen algunas autoridades que pretenden pisotear las decisiones de la población, tal es el caso de los resultados del referéndum del 21 de febrero del 2016, donde el “No” se impuso y evitó el cambio en el artículo 169 de la CPE y que Morales pueda repostularse por tercera vez consecutiva.
“Hay una democracia frágil porque se presiona a medios de comunicación para sacar a periodistas que no están de acuerdo con el Gobierno”, declaró.
En tanto, el senador Edwin Rodríguez (UD) sostuvo que “la democracia recuperada se está perjudicando porque existe una desinstitucionalización permanente de los órganos independientes del Estado que están sometidos a un partido político”.
CORRUPCIÓN Y NARCOTRÁFICO
Otro aspecto que el jurista Bascopé toma como referente es que los últimos casos de corrupción y narcotráfico develados en los últimos dos años ratifican que el Gobierno del MAS está desgastado y es necesario cambiar de gobernantes.
En 2016 políticamente fue el peor año para el presidente Evo Morales y el MAS cuyo líder y “caudillo” se vio en medio de un escándalo por su relación y favorecimiento a Gabriela Zapata, sentenciada por legitimación de ganancias ilícitas.
Por otra parte, el desfalco al Fondo Indígena de Bs 3.100 millones, que terminaron de desestabilizar el partido oficialista.
La justicia no actuó de manera oportuna y no investigó a los directos involucrados en ambos casos, el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana en el caso Zapata y el ex ministro de Economía, Luis Arce en el caso del Fondo Indígena, quien autorizaba los desembolsos para los proyectos.
Este año, 2017, no es la excepción, puesto que se reveló otro hecho irregular, esta vez ligada al tráfico de drogas y su cercanía con el nivel más alto de poder del Gobierno del MAS dado que uno de sus exasesores, Romer Gutiérrez, que presumía fotos con altas autoridades de Gobierno y hasta con el presidente Evo Morales fue detenido en Brasil con casi 100 kilos de droga.
El líder de la agrupación Che Guevara MAS IPSP, David Vargas, también miembro de esa asociación, está detenido por ostentación de poder.
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