Sobre la avenida Uruguay, que une la avenida Montes y la Terminal de Buses de la urbe paceña, está el otrora búnker de Acción Democrática Nacionalista (ADN), llamado Casa de la Democracia, desde donde se comandaron las operaciones que llevaron a su líder histórico, el general Hugo Banzer Suárez, a la presidencia constitucional entre 1997 y 2001. Aquel fue el segundo periodo que el político gobernó al país, pues entre 1971 y 1978 fue presidente de facto.
Este inmueble histórico pasó a tuición del Estado en 2007, y su planta baja ahora es usada como garaje por la estatal Bolivia TV. Cada jornada es usual ver entrar y salir vehículos de ese canal televisivo, comentan quienes trabajan por inmediaciones del edificio. "Entran y salen todo el día”, comentó una vendedora.
Los porteros del garaje indican que para conocer cualquier información sobre el uso del inmueble debe recurrirse a las oficinas de Bolivia TV, ubicadas en la avenida Camacho. Este medio consultó con la recientemente posesionada gerente del medio estatal, Gisela López, sobre el uso que se le da al edificio. La autoridad argumentó que si bien conoce que hay un garaje que Bolivia TV usa en la avenida Uruguay, no puede precisar si se trata de la antigua sede de ADN, porque ejerce su cargo desde hace pocos días.
Un ascensor y oficinas
Entre fines de los años 90 y principios del 2000, la actividad en el edificio era febril. "La casa latía con el movimiento de gente”, comentó una dirigente -que optó por mantener su nombre en reserva- al recordar los momentos en los cuales, por ejemplo, los jefes provinciales o las mujeres líderes llegaban para solicitar material, como los carnés del partido.
Dentro del edificio, por ejemplo, se organizó la producción de indumentaria proselitista. Para ello se conseguían máquinas que eran entregadas a las circunscripciones, donde los partidarios las fabricaban. Luego, las gorras eran vendidas en este edificio a tres bolivianos. "Cada militante tenía que dar algún aporte”, recuerda Óscar Daza Márquez, quien fue jefe departamental de La Paz, secretario ejecutivo nacional y jefe nacional de ADN .
Este inmueble contaba con un solo ascensor, que era utilizado principalmente por el general Banzer, quien a través de él accedía a su oficina en el último piso. El despacho del jefe de ADN quedaba en el ala izquierda. "El general Banzer tenía una oficina política, que estaba compuesta de todo lo necesario -teléfono y fax- para estar en contacto con todo el país, afirma Daza.
Sobre el ala izquierda de ese mismo piso estaba la oficina de Subjefatura Nacional. Ambas estaban separadas por un salón de reuniones que era utilizado para tratar asuntos internos. Debajo, en el tercer piso, estaban las oficinas del secretario ejecutivo y todas las oficinas de las jefaturas y secretarias nacionales. Y en un nivel más abajo estaban las oficinas de la jefatura departamental La Paz.
Las sedes de ADN
La dirigente que prefiere quedar en el anonimato no recuerda la fecha exacta de cuándo su partido comenzó a usar el edificio. "Fuimos avanzando, comenzamos en la Cañada Strongest, en la Arce y en el Prado”, dijo. Antes de trasladarse al edificio de la avenida Uruguay operaban en el Colegio Príncipe de Paz de la calle Potosí.
También recordó que antes de acomodarse en el inmueble se hicieron mejoras, por ejemplo, en las puertas, gradas y ventanas. Todo aquello pasó entre 1987 y 1990. "Yo recuerdo las oficinas, con todo listo para que podamos llevar nuestros escritorios, para que nosotros hagamos el esfuerzo de poner el mobiliario, cada uno se traía su silla o cada una traía un escritorio y lo prestaba”, evoca.
Cada vez que esta antigua dirigente pasa por el lugar siente nostalgia, se detiene y saca fotos. "Miro la Casa de la Democracia y me duele; me duele pensar que en una noche negra era una antorcha”, recordó al asegurar que fue quemada en el primer lustro de este siglo.
Aún queda evidencia de aquellos destrozos, pues se nota que no se ha realizado ningún tipo de mantenimiento. La mayoría de las ventanas está rota, las paredes están manchadas y la pintura se descascara. Pero, aún se observa su antiguo nombre: "Casa de la Democracia”.
Un nombre curioso
Daza Márquez cuenta que el nombre del edificio fue elegido por el Comité Político Nacional. "El general Banzer, evidentemente, siempre ha sido tildado como un dictador, pero nosotros lo hemos visto como un hombre de transición en el momento dado”.
"Para mostrar que era un demócrata de verdad, y para demostrar que el general Bánzer podía ser presidente Constitucional, le pusimos el nombre de Casa de la Democracia”, recordó.
Esto ocurrió durante la gestión de Jaime Paz Zamora (1989 - 1993), alrededor de 1992. "Nadie pensaba que un exdictador podía ganar las elecciones y convertirse en presidente Constitucional”, explicó al recordar que desde ese edificio se coordinaron las acciones que hicieron del exdictador, presidente Constitucional de Bolivia.
Aquello comenzó en 1994, luego de que ADN fuera derrotado en las elecciones de 1993. Poco a poco se tomó el departamento de La Paz, que daba la victoria a cualquier frente. Esto se hizo desde "ese búnker político”, desde donde salían las instrucciones y el control.
Ahora, cada vez que este dirigente histórico de ADN pasa por el lugar no puede evitar sentir nostalgia y una frustración política y personal. También asegura que para su partido fue "terrible” quedarse sin una sede.
En 2007, la entonces Corte Nacional Electoral (CNE) entregó el inmueble al ministro de Hacienda, Luis Arce, como restitución por los gastos -que ascendían a 300.000 dólares, según Los Tiempos- que el partido no pudo justificar en 2001. Seguramente en aquellos años se pintó en una de las cortinas metálicas de una de las puertas del inmueble "Propiedad del Estado”, que se distingue claramente.
"Fue una paradoja que se haya llamado Casa de la Democracia”
Para el periodista Mario Espinoza fue una paradoja que la sede de ADN fuera bautizada como Casa de la Democracia, debido a que su jefe histórico, el general Hugo Bánzer Suárez, fue dictador entre 1971 y 1978.
El edificio no era muy cómodo, explicó el comunicador, quien lo comparó, además, con un conventillo, con unas escaleras muy estrechas y muchas oficinas. "Eran unos recovecos imposibles, parecía un conventillo”, dijo.
Si bien el periodista acudió en numerosas ocasiones al inmueble, nunca conoció la oficina del líder tradicional de ADN. "Yo nunca entré; supongo que porque era tan pequeña no nos permitían entrar ahí”, expresa.
Espinoza también explicó que los actos en el inmueble se realizaban en salas muy pequeñas. "Cuando había una conferencia de prensa o había que anunciar algo había un pequeño auditorio donde entrábamos apretados todos, ahí se hacían las cosas”, afirma.
Los daños que ahora se observan en el inmueble datan de 2003, según Espinoza. "Cuando ardió no se perdió mucho, seguramente podrían hacer allá un edificio”, dijo.
Aquel año, añadió, la gente se lanzó no sólo contra la Casa de la Democracia, sino también contra la Casa de la Victoria del MIR y la Casa Rosada del MNR, que eran las sedes de los principales partidos de décadas pasadas
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