El Tribunal Supremo Electoral (TSE), que mañana evaluará denuncias por “faltas muy graves” en contra de uno de sus vocales, tiene nota de aplazo. La valoración fue anticipada por legisladores oficialistas y opositores que, incluso, creen que debe haber un cambio de timón en la institución.
Desde el escenario Legislativo, el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) ya proyectó una evaluación al TSE sobre la base de su desempeño en las elecciones de 2014 y de este año. No obstante, el Órgano Electoral es uno de los cuatro poderes del Estado (artículo 12 de la Constitución) y, como tal, independiente; sin perjuicio de establecer coordinación y cooperación con el resto de la estructura estatal.
En ese marco, la presidenta del TSE, Wilma Velasco, y el resto de los vocales anunciaron que no anticiparán comentarios respecto a la evaluación anunciada desde los partidos políticos, el Gobierno y el Legislativo.
ACCIONES. El TSE enfrentó al menos ocho crisis temporales en el último año marcado por dos procesos electorales (ver cuadro). Los escollos fueron de forma, administrativos, éticos y hasta de procedimiento legal. Desde la oposición se asegura que los vocales se parcializaron a favor del MAS, aunque este partido también se quejó por las decisiones de los vocales y hay una corriente para modificar la norma electoral vigente.
Pero fue la aparición del vocal Ramiro Paredes en un festejo con militantes del oficialismo la que disparó las críticas contra el ente colegiado. Fue algo así como la gota que rebalsó el vaso. El mandatario Evo Morales cree que la actitud de Paredes “deja mucho que desear” y anunció que convocará a los vocales cuando el calendario electoral concluya, vale decir, tras las consultas autonómicas en La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Oruro y Potosí, previstas para el 12 de julio.
El presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales, afirmó que, de todas maneras, los vocales “tienen que rendir cuentas”, porque serán “inminentes” las decisiones orientadas a la recuperación del valor institucional del TSE. La presidenta de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, Betty Yañíquez (MAS), fue más allá: “Hay vocales que se olvidaron de la imparcialidad y la ética profesional (...) corresponde la renuncia de las autoridades electorales observadas, por ética y respeto a toda la población”, afirmó la diputada.
Para el senador opositor Óscar Ortiz (UD), “la parcialización y los favoritismos” llegaron “al extremo” por parte del ente colegiado. “Vulneraron la Constitución al quitar la personería e inhabilitar a 228 candidatos en el Beni; permitieron que el Presidente, el Vicepresidente y el gabinete hagan campaña electoral en favor del MAS y el caso del vocal Paredes es la prueba extrema de la afinidad con el oficialismo”, enfatizó.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, apuntó a Paredes. Dijo que nunca confió en ese vocal porque en 2001 fue designado por el exgobernante Jorge Quiroga a la que fue la Corte Departamental Electoral de La Paz. “Me parece bochornoso. Aquí se pone a prueba la ética del TSE. Ya debería haber renunciado”, afirmó luego el senador Carlos Romero (MAS).
DESCARGO. La autoridad electoral negó haber infringido alguna ley, aseguró su independencia, aunque admitió haber participado en el festejo del MAS.
Entre 2010 y 2011, el Legislativo eligió a seis vocales del TSE y uno, Wilfredo Ovando, fue designado por el Presidente. El mandato fenece entre 2016 y 2017.
Si bien el caso de Paredes fue el más reciente, hubo otros como el retuiteo (reenviar información) de la vocal Dina Chuquimia del mensaje del que fue candidato a la Alcaldía de La Paz, Guillermo Mendoza (MAS). La autoridad fue suspendida por ese hecho, luego se revocó la sanción y al final la Sala Plena determinó que la magistrada tome vacación. “El tuit fue hackeado y buscaron afectar mi labor”, afirmó Chuquimia.
Al caso Paredes y Chuquimia se sumaron otras críticas. Está el caso del vocal Irineo Zuna, denunciado por ser militante del MAS. La vocal de Chuquisaca Zenaida Navarro y la de Tarija Betzabé Zegarra también fueron acusadas por parcializarse en favor del MAS. Mañana el TSE analizará esas denuncias junto al caso de Ramiro Paredes.
El periodo de mandato de vocales
Norma
Según la Ley del Órgano Electoral, el TSE está compuesto por siete vocales, de los cuales dos serán indígenas. Su periodo será de seis años, computables desde el día de su posesión. Existen sugerencias para modificar la norma que regula la designación de estos altos funcionarios.
Tiempo
Los vocales fueron elegidos por dos tercios de la Asamblea Legislativa entre 2010 y 2011. Wilma Velasco, Ramiro Paredes, Wilfredo Ovando e Irineo Zuna terminan su mandato el 16 de agosto de 2016, mientras que Marco Ayala, Fanny Rivas y Dina Chuquimia, el 17 de enero de 2017.
Se necesita renovar el ente electoral
Tenemos problemas y déficit en la gestión y en la calidad de la democracia electoral, es decir, la democracia representativa.
Los procesos electorales de 2014 y 2015 nos mostraron que tenemos algunos problemas en cuanto a la norma y en la entidad responsable de administrar los procesos electorales.
Hay que recuperar la confianza en el Órgano Electoral, porque se corre el riesgo de tener procesos electorales cuestionados y eso es riesgoso para la propia democracia.
Necesitamos renovar el organismo electoral, al margen de las personas, para recuperar la confianza que debe tener la ciudadanía en quién administra los procesos electorales, además de la responsabilidad de impulsar la democracia participativa y la comunitaria.
Este proceso pasa, por supuesto, por la forma de elección de los vocales, tanto nacionales como departamentales, a fin de garantizar que las autoridades tengan la suficiente legitimidad, experiencia y capacidad técnica para llevar adelante todos los procesos electorales futuros.
De lo contrario, vamos a tener una serie de episodios, actitudes y cuestionamientos que hemos visto que no le hacen bien a la democracia.
Necesitamos un gran debate nacional donde participen los órganos del poder público, las organizaciones políticas y los medios de comunicación que debatan sobre el régimen de propaganda y las encuestas; no se trata de hacer ajustes de cuentas personales, sino en el ámbito institucional.
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