15 septiembre 2014

Mario Orellana, candidato a senador del MSM por Cochabamba “Leía a Quiroga Santa Cruz durante mi detención”

"Disculpe la demora, me estaba peinando”, bromea Mario Orellana antes de iniciar la entrevista. Luego de ser detenido y trasladado a la cárcel de San Sebastián, el candidato a primer senador por Cochabamba por el Movimiento Sin Miedo (MSM) fue rapado a su ingreso a este recinto penitenciario, tras una detención que se calificó como "política”.
La vida de Mario está marcada por su partido. Participó, siendo del MSM, de las jornadas de octubre de 2003, fue constituyente, candidato a alcalde en Sicaya (Cochabamba), conoció a su esposa en ese partido, cuando efectuaba labores dirigenciales en ese frente... y hoy se convirtió en el "emblema partidario”.
No por nada cuando fue liberado, tras ocho días de estar detenido, Juan Del Granado, candidato presidencial del MSM, llamó a la población a una "rebelión democrática”.
Lo apresaron dos días después que divulgara un audio en el que se escucha decir a una voz -atribuida al presidente Evo Morales- que organizar la Cumbre del G77 +China, efectuada en Santa Cruz a mediados de año, "fue la mejor campaña”.
Este contador de 42 años recuerda que sus inicios en la política se remontan a 1999 cuando, recién egresado de la universidad, se unió a las filas de los "sin miedo”, ya que sus familiares y amistades cercanas le pidieron que sea candidato de su municipio natal.
Su primera misión en este partido fue ganar las elecciones de su municipio natal: Sicaya.
Según relata, optó por el MSM porque su lanzamiento como partido fue de gran impacto, además de la admiración personal por Del Granado. "Siempre admiré a Juan Del Granado por su tenacidad, por su capacidad, por su voluntad de luchar contra la corrupción”, explica con una mirada fija.
Luego de su detención, cuenta que en lo primero que pensó fue en su esposa y en su hijo de 12 años. Nunca creyó que podía estar en esa situación. "Ha sido una de las cosas más duras que me ha tocado vivir”, relata.
Mario mira a los ojos cuando habla. Las palabras que salen de su boca son firmes, no vacila. El candidato se dice exigente y gustoso de la disciplina; cuando se trata de trabajar, cuenta que es rígido en tareas y responsabilidades. Mario dice las cosas como son.
Con seriedad cuenta que es muy alegre. La política obliga y acostumbró a tener un perfil serio a quien también se califica como un "tipo amable” y padre cariñoso.
Según él, el mejor tesoro que puede tener un político es la familia, a pesar del tiempo que no es el mejor acompañante en esta labor.
Por sus palabras y su trayectoria dentro del MSM se evidencia que este político se debe a su partido, el único en el cual militó desde sus inicios en las siempre vertiginosas arenas políticas.
Esta militancia incondicional fue su soporte durante los ocho días que estuvo en San Sebastián. Por ello, no duda en destacar que el apoyo de la ciudadanía, el saber que tenía un partido por detrás y una familia pendiente, lo reafirmó en sus convicciones políticas.
Una de las pocas solicitudes que hizo tras ser recluido en ese centro penitenciario de Cochabamba fue que su esposa le llevara "un libro para escuchar a Marcelo Quiroga Santa Cruz”.
El texto rescata 11 discursos del líder socialista Quiroga Santa Cruz, desaparecido en la dictadura de Luis García Meza.
Las noches de Orellana estuvieron marcadas por la lectura de las páginas de este libro. El candidato comenta que Marcelo Quiroga Santa Cruz es uno de los personajes de la historia boliviana que más marcó su vida como político y como persona.
"Él es uno de los líderes políticos que tengo como referencia en lo personal”, dice siempre con la mirada firme.
Durante su estadía en la cárcel, Mario batió uno de los récords al interior del penal, según le comentaron algunos internos.
Era el detenido con mayor número de visitas. Cuenta que inclusive los guardias y la administración debían improvisar mesas para que los visitantes, miembros del MSM y ciudadanos puedan conversar con él.
El hecho de que fuera rapado al ingresar al penal causó la molestia de sus partidarios, quienes calificaron esa acción como una "maldad”. Orellana es firme al decir que el apoyo de su partido fue clave para seguir adelante en esas circunstancias.
La indignación que esto generó en su partido caló a tal punto que el también candidato a diputado del MSM Fabián Yaksic se rapó el cabello en solidaridad con Mario. En la ocasión Yaksic calificó de "maldad” lo ocurrido con su compañero de partido.
Aunque después Mario aclaró que le cortaron el cabello como parte de las reglas que rigen entre los internos de ese penal. Éstos le comentaron que era para estar en una "situación de igualdad” con el resto de la población de este centro penitenciario.
Exceptuando la broma al iniciar la entrevista, Mario se mantiene serio, gesticula bastante, la mirada firme, que de vez en cuando la deja descansar sobre la mesa en la sede del MSM en La Paz. En algunos momentos la sonrisa asoma a su semblante un poco cansado.
Quizá esto se deba a que desde que salió en libertad Mario pareciera ser una estrella a la cual le "están lloviendo” solicitudes de entrevistas en distintos medios. Después de la entrevista con Página Siete, el candidato se preparaba para encarar otra con un canal televisivo.
En la cárcel estableció contacto con los reclusos que se dedican a la artesanía, quienes le expresaron sus necesidades y contaron algunas experiencias de vida al interior de la cárcel, relata con expresión de satisfacción en el rostro.
El candidato cuenta que en el poco tiempo libre que tenía durante el día, descontando los horarios de visita y la lectura de Quiroga Santa Cruz, se dedicaba a ver noticieros.
Orellana, quien también se considera un futbolero, recuerda que observaba los partidos de futsal del campeonato interno de San Sebastián.
La sonrisa se adueña de su rostro, que la mayor parte del tiempo se muestra serio. Mira a un costado y se muestra pensativo, hace una pausa y dice con cierta expresión risueña: "Incluso los artesanos del penal me invitaron a jugar como arquero”.
-¿Y jugó?, se le interroga. "No, no jugué. Está pendiente”, responde.

La cita ha concluido. El candidato hace énfasis en que no abandonará la campaña por esta situación y agrega que se siente más fortalecido. La historia será la que decida y cuente quién fue Mario Orellana, un político cuyo liderazgo despuntó a partir de una situación difícil que le tocó vivir o una persona a la cual raparon y que contará como anécdota su paso por la cárcel.

HOJA DE VIDA

Inicios Mario Orellana tiene 42 años.
Formación Es contador general de profesión.
Carrera Está vinculado al Movimiento Sin Miedo desde sus inicios, en 1999. Fue asambleísta departamental por Cochabamba por esta fuerza política.

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