La apertura impulsada por el presidente Evo Morales para que se unan a las filas del Movimiento al Socialismo (MAS), exmilitantes de partidos neoliberales, además de candidatos invitados, personalidades ligadas a gobiernos de la derecha, genera malestar y desconfianza entre los antiguos, que temen ser desplazados por los recién llegados. Así lo hizo conocer el senador por el MAS Fidel Surco, quien señaló que aquellos que encabezaron las movilizaciones para construir el MAS, no ocupan ni dirigencias en la estructura partidaria y menos cargos en la administración pública.
"Pero hay gente que llega hoy o ayer y quieren ocupar espacios y se creen más masistas que los masistas; eso genera susceptibilidad porque tal vez a futuro pueda ser desplazados los militantes del MAS, es que el tema es que (los nuevos) puedan agarrar las direcciones departamentales, esperemos que no sea así", señaló Surco. Consultado si abandonaría el MAS para irse a otro partido, respondió "en este momento no tendría que irme a otro partido, si soy militante antiguo de trayectoria. Nosotros hemos dado nuestras vidas, pero hay gente que busca oportunismo, estar entre las filas porque hay más interés personal y de plata".
No se basa en pegas. Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Marcelo Elío, dijo que las alianzas con exmilitantes de otros partidos no se basa en pegas, sino en el propósito de fortificar el proceso de transformación de construcción del nuevo Estado "y los que están fuera no se qué destino buscan para el país".
El diputado Franklin Garvizu por el MAS en Santa Cruz dijo que las nuevas adhesiones no responden a ninguna estrategia de perforación a otros partidos como el Movimiento sin Miedo (MSM), sino a una lógica incluyente. "No podemos hacer lo que condenamos, no podemos excluir". La vicepresidenta del MAS, Concepción Ortiz, dijo recientemente que se vigilará a los nuevos militantes, sobre todo aquellos que militaron en otros partidos, ya que tienen la obligación de asumir los principios ideológicos del partido.
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