Después de cuatro años deja la representación de Naciones Unidas en Bolivia y se traslada a cumplir esa misión en Costa Rica. Estuvo de visita en la capital cruceña para asistir a un seminario internacional sobre seguridad ciudadana, donde conversó sobre su experiencia en el país y los desafíos que quedan pendientes.
- ¿Qué experiencia le deja su paso por Bolivia?
- Me encantó trabajar en Bolivia, pero me hubiera gustado conocer mucho más el campo. Con mi familia hemos sido muy felices. Me siento privilegiada de haber podido estar en estos momentos de cambios importantes, realmente es muy doloroso dejar el país.
- Al finalizar esta misión ¿qué recomendaciones hace al país?
- La primera cosa es que asuman una visión de largo plazo y una visión histórica. Bolivia está pasando por un proceso de transformación en el que se busca construir una sociedad que incluya a todos, y particularmente a sectores tradicionalmente excluidos, como los indígenas, las mujeres y los pobres, y eso es extremadamente importante para América Latina y Bolivia. Se ha señalado que América Latina es la región más inequitativa del mundo y, dentro de eso, Bolivia es uno de los más injustos en términos de distribución de ingresos, acceso a oportunidades y a servicios básicos, entonces es importante tener presente ese objetivo, y trabajar para avanzar. También es importante que eso se lleve en democracia, escuchando y respetando los derechos de todos.
- ¿En Bolivia se respetan los dererechos?
- En muy importante estar vigilantes para que no haya atropellos de derecho de ningún sector, y al mismo tiempo recordar que Bolivia no es el único país donde hay problemas y brechas de garantía de derechos. En todos los países el cumplimiento universal de derechos es un tema pendiente. Bolivia ha tenido avances, pero todavía quedan brechas, porque sigue la mitad de la población viviendo en pobreza y eso eso en el fondo menoscaba la democracia, es una violación de derechos y afecta en particular a los sectores vulnerables. He repetido varias veces que en Bolivia mueren todos los años 14.000 niños antes de cumplir un año por causas prevenibles. Mientras estamos muy obsesionados con conflictos del día estos problemas estructurales que afecta a la gente más pobre queda sin atender adecuadamente.
- La oposición constantemente denuncia persecución política
- Tiene que haber más respeto a las diferencias, más generosidad para escuchar y aceptar que hay opiniones divergentes y esta responsabilidad cae a la gente en el poder. En Bolivia la gente es buena, cariñosa y entrañable, pero en su discurso político público es muy agresiva e intolerante. La democracia implica necesariamente la convivencia de diferentes puntos de vista, la valoración del pluralismo. El hecho de que existan estas broncas y pleitos nos dicen de que hay una democracia bastante robusta y dinámica, pero creo que hay que llamar a un mayor respeto a las diferencias. La democracia no es solo el Gobierno de las mayorías, sino el respeto a las minorías y tomar en cuenta a la gente que no está en el poder, si no se puede hacer eso no es democracia.
- Hay encuestas que muestran que la percepción de la gente es de que con la elección de autoridades judiciales, la justicia no cambió. ¿Cuál es su criterio?
-Reconocemos que hubo cuestionamientos, sin embargo, todavía es poco tiempo después de que asumieron las nuevas autoridades, y es importante aprovechar esta renovación como oportunidad para fortalecer el sistema de justicia. Me han preguntado varias veces la preocupación por la investigación en Chaparina, pero no es el único caso que nos preocupa, hay otros que han sufrido retrasos, como el de Pando y el llamado terrorismo.
- El informe de la ONU da cuenta de que disminuyó el cultivo de coca, pero se percibe que aumentó el narcotráfico ¿Qué piensa de eso?
-Este informe se enfoca en proceso de reducción del cultivo de coca, no habla de narcotráfico. Somos conscientes de que hay una percepción importante en el país en general de que el problema del narcotráfico se ha agravado, al igual que el consumo, entonces obviamente es un problema que requiere atención.
- Hay observaciones sobre la imparcialidad de las Naciones Unidas ¿Cree que ha bajado la credibiidad en este organismo internacional?
-Trabajamos bajo la autoridad de la Asamblea General de los países miembros representados por sus gobiernos. El mandato que recibimos es trabajar con el país a través del Estado en el desarrollo en base a sus propias prioridades. Nuestra labor es apoyar al Estado boliviano siendo respetuosos de la soberanía nacional, tratando de no sustituir las responsabilidades de las instituciones nacionales. Cuando notamos que hay prácticas preocupantes llamamos la atención, hacemos observaciones, recomendaciones o sugerencias, pero no estamos para dictar qué es lo que tiene que hacer el país. Esto seguramente no es suficiente para la gente que siente que sus derechos están siendo vulnerados, pero no somos tribunales, fiscales ni Defensor del Pueblo, pero nuestra labor se orienta hacia el fortalecimiento de las instituciones nacionales que tienen la responsabilidad de impulsar al desarrollo, de garantizar que los derechos humanos se respeten, que haya democracia.
Perfil
Defiende la unión familiar
Asegura que ha recibido una colaboración importante del Gobierno en todas la labores de cooperación que ha realizado Naciones Unidas en Bolivia. Siempre viaja acompañada de su esposo y su hijo, porque considera importante la unión familiar. Lleva 30 años cumpliendo diferentes funciones en este organismo. Es de nacionalidad japonesa, pero la mayoría de sus misiones la ha desempeñado en Latinoamérica, en países como México, Ecuador, Guatemala y Nicaragua.
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