21 mayo 2012

Guerra del Chaco y la contienda aérea más importante del siglo XX

Bolivia y Paraguay lucharon por el territorio del Chaco por aire y tierra. Aunque nuestro país hizo todos los esfuerzos para equiparse mejor y contaba con un ejército más grande, Paraguay se quedó con una gran parte del territorio en disputa. La pérdida de Bolivia fue de 235 mil kilómetros cuadrados y aproximadamente 60.000 vidas.



La pérdida de la salida al Océano Pacífico tras el conflicto bélico con Chile, hizo que Bolivia busque una alternativa para tener una salida al mar por el territorio estratégico del Chaco Boreal, sector que no tenía bien definido sus límites con el Paraguay y que le daba una oportunidad al país de poder acceder al Océano Atlántico por el Río Paraguay.

Es que de esta manera que Bolivia se enfrentó con el Paraguay desde septiembre de 1932 hasta junio de 1935, y además se convirtió en la primera guerra aérea de Sudamérica.

Otra de las causas para que se dé este conflicto entre ambos países fue la supuesta existencia de petróleo en el territorio chaqueño.

El estallido de la guerra se dio en el fuerte paraguayo “Carlos Antonio López”, llamado “Laguna Chuquisaca”, que fue tomado por los bolivianos en julio de 1932, y luego recapturado por los paraguayos.

El 27 y 28 de ese mes los fortines de Corrales, Boquerón y Toledo, fueron capturados por las fuerzas de Bolivia.

El 10 de mayo de 1933 Paraguay le declaró la guerra a Bolivia y el teniente coronel José Estigarribia logró recuperar el acuartelamiento de esos sectores.

La resistencia del ejército boliviano, bien adiestrado por el general alemán Hans Kundt, fue notable, pese a que la mayor parte de los soldados eran indígenas.

CONTIENDA AÉREA

Para el inicio de la Guerra del Chaco, Bolivia contaba con un cuerpo aéreo muy capaz. Unos meses antes del conflicto, los bolivianos desplazaron un grupo aéreo de tres aviones de combate Vickers Vespa, tres bombarderos Breguet XIX, de cinco a seis aviones de combate Vickers “Scout” y un par de Fokker CVs a la zona de Villamontes, en la frontera del Chaco y las tierras bajas de Bolivia.

Tanto Bolivia como Paraguay hicieron grandes esfuerzos por organizar fuerzas aéreas eficaces. Pese a ser un país pobre y pequeño, Bolivia poseía una fuerza aérea de cerca de cuarenta aviones, que incluían naves entrenadoras y de transporte. Paraguay podía colocar en campaña alrededor de diez aviones de combate y veinte naves de entrenamiento y transporte.

El Teniente Coronel Bilbao Rioja tomó el mando de la Fuerza Aérea Boliviana en el Chaco a inicios del conflicto y concentró su fuerza en Villamontes con una base de avanzada.

En julio de 1932, los bolivianos desplazaron tres aviones de combate Vickers “Vespa”, tres bombarderos Breguet XIX y entre tres a seis Vickers “Scouts” a sus pistas de avanzada.

Las naves incursionaron contra la base paraguaya en Puerto Casado. Esas incursiones provocaron una fuerte reacción por parte del gobierno argentino, motivo por el cual Bolivia canceló los ataques aéreos.

Desde ese momento, el Cuerpo Aéreo Boliviano llevó a cabo misiones de reconocimiento, patrullaje aéreo y apoyo aéreo cercano.

En la batalla de Boquerón, ambos lados llevaron a cabo numerosos ataques en apoyo a las tropas terrestres.

Entre el 9 y el 29 de septiembre, paraguayos, escoltados por aviones de combate Wibault, efectuaron 12 ataques de bombardeo sobre los bolivianos en Boquerón.

Aunque ambas fuerzas aéreas habían volado misiones de reconocimiento y de apoyo aéreo cercano, durante la campaña de Boquerón, el primer enfrentamiento en el aire ocurrió el 28 de septiembre cuando un Vickers Vespa de Bolivia se enfrentó a un Potez paraguayo.

El 30 de septiembre de 1932, la primera pérdida de aire ocurrió cuando uno de los Wibault paraguayos fue derribado por un Vickers Type boliviano.

ARMAS

En cuanto a las armas, Bolivia hizo en 1926 un contrato con Vickers para la compra de 36.000 rifles, 250 ametralladoras pesadas y 500 ametralladoras livianas, demás de 196 piezas de artillería y grandes cantidades de municiones.

El comienzo de la depresión en 1929 disminuyó el contrato con Vickers, pero cuando la guerra estalló en 1932, Bolivia tenía a la mano un armamento impresionante de 39.000 rifles Máuser modernos, 750 ametralladoras, 64 piezas de artillería modernas y cinco tanques británicos para dotar su ejército permanente de 6.000 hombres.

Pese a esa cantidad de armas, Bolivia perdió la guerra con el Paraguay. El fin de la contienda se dio el 12 de junio de 1935 con la firma de un armisticio. El cese de las hostilidades fue el 14 de junio.

El año 1936, en la Conferencia de Buenos Aires, Paraguay logró el reconocimiento de casi toda la zona a su favor.

Dos años después, en 1938, Paraguay obtuvo 235.000 km2 y los bolivianos se beneficiaron con un acceso al río Paraguay y al poblado de Puerto Casado, perteneciente también a ese país.


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