Los indígenas del TIPNIS tienen en sus manos el "plan de desconcentración" que ejecutó la Policía para intervenir el campamento de los marchistas la tarde del domingo 25 de septiembre, informó este jueves, Rafael Quispe dirigente de del Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq).
"Nosotros también tenemos nuestra inteligencia, nuestra KGB (ex Servicio Federal de Seguridad de Rusia). Todo esto ha sido planificado desde el gobierno, acá esta un plan de desconcentración planificado que estaba a la cabeza del subcomandante de la Policía Nacional", informó Quispe desde San Borja.
Entre algunos detalles, informó que del documento está que los buses, contratados por el Ministerio de Gobierno, debían llegar hasta San Ignacio de Moxos. "Ahí está como debía emplearse la velocidad de los vehículos a 80 kilómetros por hora. Un bus estaba a la cabeza del coronel Edgar Téllez con cinco efectivos; el teniente Moisés Méndez con cinco policías. Tenemos todo el plan de operaciones, no fue un exceso, la represión fue planificada para capturar a los dirigentes y llevarlos a un proceso penal, somos perseguidos políticos del gobierno de Evo Morales", denunció el dirigente.
Por su parte, el presidente de la Cidob, Adolfo Chávez, dijo que este plan de operaciones incluso hacía referencia a la manera como se perjudicaría la labor de los medios de prensa, para evitar que se registren las imágenes de violencia contra mujeres, niños y ancianos.
"No cabe duda, las principales autoridades del gobierno ordenaron la intervención policial que violó los derechos humanos de los hermanos indígenas, y esto debe ser de conocimiento del pueblo boliviano y de la comunidad internacional", dijo Chávez, al señalar que esa orden fue encontrado en el lugar de la intervención.
INVITACIÓN Y PALO: De acuerdo con Quispe, el gobierno había invitado a los dirigentes del Tipnis a una reunión a las 20.00 del domingo, "pero optaron por la intervención a las 17.00 te invita y te masacra. Ahora no le creemos nada, la decisión es marchar hasta La Paz y nadie nos va detener", sostuvo.
En todo caso los marchistas pedirán la mediación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas y de Derechos Humanos para garantizar la movilización a la sede de gobierno, donde denunciarán a la población la represión del gobierno que fue planificada con anterioridad y fue ordenada por las principales autoridades del Estado. "Así nomás ya no vamos a aceptar el diálogo", sostuvo el dirigente.
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