“No podemos tener otro año más un Congreso que no hace casi nada, es indecente que los congresistas reciban un salario por no hacer un trabajo de verdad”, “ya no tiene atribuciones constitucionales”, afirmó el último martes el presidente del Congreso Nacional, Álvaro García Linera.
No obstante, dos días después llegó a un acuerdo con la Corte Nacional Electoral, que garantiza la continuidad del trabajo legislativo, al menos hasta después del 24 de agosto, fecha en la que se decidirá si existe la necesidad de aprobar una ley electoral complementaria para garantizar los comicios generales de diciembre.
Entretanto, la realidad del Congreso es exactamente la que su presidente describió ese martes: los parlamentarios trabajan limitados en sus atribuciones legislativas, ocupan la mayor parte de su tiempo en actividades fuera del Palacio Legislativo y cobran, en conjunto, Bs. 598.500 mensuales, sin contar los gastos de pasajes aéreos, viáticos y otros beneficios que les da el Estado.
A este panorama se suma el hecho de que la mayor parte de ellos ingresó en campaña electoral, unos abiertamente, como el presidente del Senado, Óscar Ortiz, y los más de manera reservada, generalmente buscando su reelección en el Legislativo.
El primer secretario de la Cámara de Diputados, Martín Mollo, informó que “en los últimos meses se incrementaron las faltas”, pese a que, por reglamento, los diputados pueden solicitar hasta siete días de licencia cada mes.
“Eso es evidente (el incremento del ausentismo), porque muchos diputados, especialmente de la oposición, ya están queriendo buscar su candidatura, su reelección o algún rédito político y por eso ya no están dando mucha importancia a asistir a la plenaria, en especial los martes”, informó.
Además de los siete días de licencia mensuales, los diputados dedican una semana al mes a la recientemente bautizada “semana de trabajo en brigadas” que anteriormente se llamaba “semana regional” y que ya no es reconocida por la nueva Constitución.
Los lunes, según Mollo, están destinados al trabajo en brigadas, y los viernes el Palacio Legislativo queda prácticamente vacío. En el Senado el panorama es exactamente igual.
Sobre las atribuciones, la Carta Magna vigente sólo reconoce al actual Congreso de aprobar la Ley de Régimen Electoral Transitorio, lo que ocurrió en abril.
Es por ello que su labor ha quedado limitada a la aprobación de leyes menores y a tareas de fiscalización, aseveró el senador Carlos Borth, disidente de Podemos.
García Linera no midió palabras cuando evaluó el trabajo del Congreso que preside. “Este Congreso, que ha dado tantos aportes a la democracia, este año se ha quedado casi sin agenda, ya no tiene atribuciones constitucionales y lamento que algunos senadores, en un afán de prolongar esta su vacación pagada de ocho meses, quieran prolongarse un año más, eso es vergonzoso”, dijo.
García se refirió a los senadores que rechazaron la aprobación de una ley que autorice el uso del padrón mixto para las elecciones generales en diciembre.
Para el presidente del Senado, Óscar Ortiz, García Linera es el principal responsable de esta situación. “Él (García) es el Presidente del Congreso, entonces que no diga que para algunas cosas él es el presidente del Congreso y para lo que no le conviene ya no quiere asumir su responsabilidad”.
El senador Wálter Guiteras complementó: “me gustaría ver cuánto de dedicación tiene el Vicepresidente para hacer esa misma afirmación de su dedicación al Congreso, porque el sueldo que le paga el país no es por ser parte complementaria del Poder Ejecutivo, es por ser cabeza de este poder del Estado”, afirmó.
Pese a todo, oficialistas y opositores defienden la continuidad de sus labores en el Congreso.
“El Senado ha tenido muchas más sesiones efectivas que la Cámara de Diputados, venimos aprobando las leyes de acuerdo con el procedimiento legislativo, venimos realizando actos de fiscalización”, señaló Ortiz.
El senador masista, Félix Rojas, aseguró que existen muchas leyes en la Cámara de Diputados, “pero no hay ese tratamiento en profundidad porque el Senado se ha convertido en una instancia de frenadores”.
“No podemos tener otro año más un Congreso que no hace casi nada, es indecente que los congresistas reciban un salario por no hacer un trabajo de verdad”, “ya no tiene atribuciones constitucionales”, afirmó el último martes el presidente del Congreso Nacional, Álvaro García Linera.
No obstante, dos días después llegó a un acuerdo con la Corte Nacional Electoral, que garantiza la continuidad del trabajo legislativo, al menos hasta después del 24 de agosto, fecha en la que se decidirá si existe la necesidad de aprobar una ley electoral complementaria para garantizar los comicios generales de diciembre.
Entretanto, la realidad del Congreso es exactamente la que su presidente describió ese martes: los parlamentarios trabajan limitados en sus atribuciones legislativas, ocupan la mayor parte de su tiempo en actividades fuera del Palacio Legislativo y cobran, en conjunto, Bs. 598.500 mensuales, sin contar los gastos de pasajes aéreos, viáticos y otros beneficios que les da el Estado.
A este panorama se suma el hecho de que la mayor parte de ellos ingresó en campaña electoral, unos abiertamente, como el presidente del Senado, Óscar Ortiz, y los más de manera reservada, generalmente buscando su reelección en el Legislativo.
El primer secretario de la Cámara de Diputados, Martín Mollo, informó que “en los últimos meses se incrementaron las faltas”, pese a que, por reglamento, los diputados pueden solicitar hasta siete días de licencia cada mes.
“Eso es evidente (el incremento del ausentismo), porque muchos diputados, especialmente de la oposición, ya están queriendo buscar su candidatura, su reelección o algún rédito político y por eso ya no están dando mucha importancia a asistir a la plenaria, en especial los martes”, informó.
Además de los siete días de licencia mensuales, los diputados dedican una semana al mes a la recientemente bautizada “semana de trabajo en brigadas” que anteriormente se llamaba “semana regional” y que ya no es reconocida por la nueva Constitución.
Los lunes, según Mollo, están destinados al trabajo en brigadas, y los viernes el Palacio Legislativo queda prácticamente vacío. En el Senado el panorama es exactamente igual.
Sobre las atribuciones, la Carta Magna vigente sólo reconoce al actual Congreso de aprobar la Ley de Régimen Electoral Transitorio, lo que ocurrió en abril.
Es por ello que su labor ha quedado limitada a la aprobación de leyes menores y a tareas de fiscalización, aseveró el senador Carlos Borth, disidente de Podemos.
García Linera no midió palabras cuando evaluó el trabajo del Congreso que preside. “Este Congreso, que ha dado tantos aportes a la democracia, este año se ha quedado casi sin agenda, ya no tiene atribuciones constitucionales y lamento que algunos senadores, en un afán de prolongar esta su vacación pagada de ocho meses, quieran prolongarse un año más, eso es vergonzoso”, dijo.
García se refirió a los senadores que rechazaron la aprobación de una ley que autorice el uso del padrón mixto para las elecciones generales en diciembre.
Para el presidente del Senado, Óscar Ortiz, García Linera es el principal responsable de esta situación. “Él (García) es el Presidente del Congreso, entonces que no diga que para algunas cosas él es el presidente del Congreso y para lo que no le conviene ya no quiere asumir su responsabilidad”.
El senador Wálter Guiteras complementó: “me gustaría ver cuánto de dedicación tiene el Vicepresidente para hacer esa misma afirmación de su dedicación al Congreso, porque el sueldo que le paga el país no es por ser parte complementaria del Poder Ejecutivo, es por ser cabeza de este poder del Estado”, afirmó.
Pese a todo, oficialistas y opositores defienden la continuidad de sus labores en el Congreso.
“El Senado ha tenido muchas más sesiones efectivas que la Cámara de Diputados, venimos aprobando las leyes de acuerdo con el procedimiento legislativo, venimos realizando actos de fiscalización”, señaló Ortiz.
El senador masista, Félix Rojas, aseguró que existen muchas leyes en la Cámara de Diputados, “pero no hay ese tratamiento en profundidad porque el Senado se ha convertido en una instancia de frenadores”.
“Cumpliremos con la sesión 90 en octubre. Sería procedente que todos se den al ejercicio de realizar campañas”.
FÉLIX ROJAS, senador del MAS.
No obstante, dos días después llegó a un acuerdo con la Corte Nacional Electoral, que garantiza la continuidad del trabajo legislativo, al menos hasta después del 24 de agosto, fecha en la que se decidirá si existe la necesidad de aprobar una ley electoral complementaria para garantizar los comicios generales de diciembre.
Entretanto, la realidad del Congreso es exactamente la que su presidente describió ese martes: los parlamentarios trabajan limitados en sus atribuciones legislativas, ocupan la mayor parte de su tiempo en actividades fuera del Palacio Legislativo y cobran, en conjunto, Bs. 598.500 mensuales, sin contar los gastos de pasajes aéreos, viáticos y otros beneficios que les da el Estado.
A este panorama se suma el hecho de que la mayor parte de ellos ingresó en campaña electoral, unos abiertamente, como el presidente del Senado, Óscar Ortiz, y los más de manera reservada, generalmente buscando su reelección en el Legislativo.
El primer secretario de la Cámara de Diputados, Martín Mollo, informó que “en los últimos meses se incrementaron las faltas”, pese a que, por reglamento, los diputados pueden solicitar hasta siete días de licencia cada mes.
“Eso es evidente (el incremento del ausentismo), porque muchos diputados, especialmente de la oposición, ya están queriendo buscar su candidatura, su reelección o algún rédito político y por eso ya no están dando mucha importancia a asistir a la plenaria, en especial los martes”, informó.
Además de los siete días de licencia mensuales, los diputados dedican una semana al mes a la recientemente bautizada “semana de trabajo en brigadas” que anteriormente se llamaba “semana regional” y que ya no es reconocida por la nueva Constitución.
Los lunes, según Mollo, están destinados al trabajo en brigadas, y los viernes el Palacio Legislativo queda prácticamente vacío. En el Senado el panorama es exactamente igual.
Sobre las atribuciones, la Carta Magna vigente sólo reconoce al actual Congreso de aprobar la Ley de Régimen Electoral Transitorio, lo que ocurrió en abril.
Es por ello que su labor ha quedado limitada a la aprobación de leyes menores y a tareas de fiscalización, aseveró el senador Carlos Borth, disidente de Podemos.
García Linera no midió palabras cuando evaluó el trabajo del Congreso que preside. “Este Congreso, que ha dado tantos aportes a la democracia, este año se ha quedado casi sin agenda, ya no tiene atribuciones constitucionales y lamento que algunos senadores, en un afán de prolongar esta su vacación pagada de ocho meses, quieran prolongarse un año más, eso es vergonzoso”, dijo.
García se refirió a los senadores que rechazaron la aprobación de una ley que autorice el uso del padrón mixto para las elecciones generales en diciembre.
Para el presidente del Senado, Óscar Ortiz, García Linera es el principal responsable de esta situación. “Él (García) es el Presidente del Congreso, entonces que no diga que para algunas cosas él es el presidente del Congreso y para lo que no le conviene ya no quiere asumir su responsabilidad”.
El senador Wálter Guiteras complementó: “me gustaría ver cuánto de dedicación tiene el Vicepresidente para hacer esa misma afirmación de su dedicación al Congreso, porque el sueldo que le paga el país no es por ser parte complementaria del Poder Ejecutivo, es por ser cabeza de este poder del Estado”, afirmó.
Pese a todo, oficialistas y opositores defienden la continuidad de sus labores en el Congreso.
“El Senado ha tenido muchas más sesiones efectivas que la Cámara de Diputados, venimos aprobando las leyes de acuerdo con el procedimiento legislativo, venimos realizando actos de fiscalización”, señaló Ortiz.
El senador masista, Félix Rojas, aseguró que existen muchas leyes en la Cámara de Diputados, “pero no hay ese tratamiento en profundidad porque el Senado se ha convertido en una instancia de frenadores”.
“No podemos tener otro año más un Congreso que no hace casi nada, es indecente que los congresistas reciban un salario por no hacer un trabajo de verdad”, “ya no tiene atribuciones constitucionales”, afirmó el último martes el presidente del Congreso Nacional, Álvaro García Linera.
No obstante, dos días después llegó a un acuerdo con la Corte Nacional Electoral, que garantiza la continuidad del trabajo legislativo, al menos hasta después del 24 de agosto, fecha en la que se decidirá si existe la necesidad de aprobar una ley electoral complementaria para garantizar los comicios generales de diciembre.
Entretanto, la realidad del Congreso es exactamente la que su presidente describió ese martes: los parlamentarios trabajan limitados en sus atribuciones legislativas, ocupan la mayor parte de su tiempo en actividades fuera del Palacio Legislativo y cobran, en conjunto, Bs. 598.500 mensuales, sin contar los gastos de pasajes aéreos, viáticos y otros beneficios que les da el Estado.
A este panorama se suma el hecho de que la mayor parte de ellos ingresó en campaña electoral, unos abiertamente, como el presidente del Senado, Óscar Ortiz, y los más de manera reservada, generalmente buscando su reelección en el Legislativo.
El primer secretario de la Cámara de Diputados, Martín Mollo, informó que “en los últimos meses se incrementaron las faltas”, pese a que, por reglamento, los diputados pueden solicitar hasta siete días de licencia cada mes.
“Eso es evidente (el incremento del ausentismo), porque muchos diputados, especialmente de la oposición, ya están queriendo buscar su candidatura, su reelección o algún rédito político y por eso ya no están dando mucha importancia a asistir a la plenaria, en especial los martes”, informó.
Además de los siete días de licencia mensuales, los diputados dedican una semana al mes a la recientemente bautizada “semana de trabajo en brigadas” que anteriormente se llamaba “semana regional” y que ya no es reconocida por la nueva Constitución.
Los lunes, según Mollo, están destinados al trabajo en brigadas, y los viernes el Palacio Legislativo queda prácticamente vacío. En el Senado el panorama es exactamente igual.
Sobre las atribuciones, la Carta Magna vigente sólo reconoce al actual Congreso de aprobar la Ley de Régimen Electoral Transitorio, lo que ocurrió en abril.
Es por ello que su labor ha quedado limitada a la aprobación de leyes menores y a tareas de fiscalización, aseveró el senador Carlos Borth, disidente de Podemos.
García Linera no midió palabras cuando evaluó el trabajo del Congreso que preside. “Este Congreso, que ha dado tantos aportes a la democracia, este año se ha quedado casi sin agenda, ya no tiene atribuciones constitucionales y lamento que algunos senadores, en un afán de prolongar esta su vacación pagada de ocho meses, quieran prolongarse un año más, eso es vergonzoso”, dijo.
García se refirió a los senadores que rechazaron la aprobación de una ley que autorice el uso del padrón mixto para las elecciones generales en diciembre.
Para el presidente del Senado, Óscar Ortiz, García Linera es el principal responsable de esta situación. “Él (García) es el Presidente del Congreso, entonces que no diga que para algunas cosas él es el presidente del Congreso y para lo que no le conviene ya no quiere asumir su responsabilidad”.
El senador Wálter Guiteras complementó: “me gustaría ver cuánto de dedicación tiene el Vicepresidente para hacer esa misma afirmación de su dedicación al Congreso, porque el sueldo que le paga el país no es por ser parte complementaria del Poder Ejecutivo, es por ser cabeza de este poder del Estado”, afirmó.
Pese a todo, oficialistas y opositores defienden la continuidad de sus labores en el Congreso.
“El Senado ha tenido muchas más sesiones efectivas que la Cámara de Diputados, venimos aprobando las leyes de acuerdo con el procedimiento legislativo, venimos realizando actos de fiscalización”, señaló Ortiz.
El senador masista, Félix Rojas, aseguró que existen muchas leyes en la Cámara de Diputados, “pero no hay ese tratamiento en profundidad porque el Senado se ha convertido en una instancia de frenadores”.
“Cumpliremos con la sesión 90 en octubre. Sería procedente que todos se den al ejercicio de realizar campañas”.
FÉLIX ROJAS, senador del MAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario