06 febrero 2011

El Alcalde de Chimoré sufre golpiza

Víctor Blanco Durán, alcalde de Chimoré, en el trópico de Cochabamba, fue agredido por un grupo que él identificó como miembros del Sindicato de Transportistas de Shinaota, quienes tienen un conflicto con el municipio por la posesión de paradas de transporte interprovincial.

Blanco Durán, en conversación con Radio Fides, contó que después de la reunión que sostuvo en Villa Tunari, convocada por el Defensor del Pueblo junto con el Alcalde de Shinaota, los ejecutivos de la Federación del Trópico y los representantes de los sindicatos en conflicto, su movilidad fue interceptada cuando volvía a su municipio a la altura de Lauca Ñ.

“Los afiliados de Germán Busch vinieron a agredirnos, rompieron el parabrisas de la movilidad y no conformes empezaron a romper todos los vidrios de la camioneta, nos intentaron bajar y nos puñetearon, nos abofetearon, nos dieron con palos y chicotes, nos quisieron sacar del cabello, fue una agresión física, verbal y vandálica”, dijo muy consternado el Alcalde.

Blanco presentó una denuncia formal en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en contra de las personas que lo agredieron y pidió que se siente un precedente en este caso, para evitar que se repitan acciones parecidas en el futuro en contra de cualquier autoridad.

El Alcalde si bien no tiene heridas mayores, al igual que otros tres funcionarios que viajaban con él en la camioneta, sufrió una hemorragia nasal por lo que fue conducido rápidamente al Hospital San Juan de Dios de Chimoré para su atención.

Los vecinos exigen, además, que los transportistas que golpearon a su autoridad repongan la camioneta de propiedad edil que destrozaron.

La instalación de cuatro puntos de bloqueo y un embotellamiento provocó la intransitabilidad de la carretera nueva que va de Cochabamba a Santa Cruz a través del Chapare. Hasta el cierre de esta edición, el bloqueo continuaba.

Mientras esta situación se vive en el Chapare, en la Terminal de Buses de Cochabamba su suspendieron los viajes hacia Santa Cruz, pues no existe seguridad para llegar a esa capital.

Algunas de las empresas cumplieron la determinación de la Policía, pero otras continuaban vendiendo pasajes, asegurando que no recibieron ninguna información de Tránsito sobre los problemas en la nueva carretera.

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