29 junio 2017

Abrazos y lágrimas en llegada de expulsados

Abrazos apretados y lágrimas de alegría, entre familiares y los nueve bolivianos expulsados en Chile, se confundieron la mañana de ayer en Pisiga, en la frontera, cuando la puerta de rejas se abrió y cruzaron las dos vagonetas que transportaron a los expulsados. El reencuentro fue muy emotivo.

Los familiares de los nueve bolivianos viajaron la noche del martes hasta el puesto fronterizo de Pisiga (Bolivia) y Colchane (Chile), para recibir la mañana de ayer, miércoles, a sus seres queridos, quienes estuvieron 101 días en territorio chileno, cumpliendo una detención preventiva y después de ser juzgados en un tribunal.

Ni la temperatura, de cuatro grados bajo cero grados, impidió que los familiares se apostaran en plena frontera con Chile, acompañados por una comitiva oficial y periodistas.

El reloj marcó las 07.54 horas cuando la primera vagoneta pasó la línea fronteriza entre ambos estados transportando al primer grupo de bolivianos. Apenas bajaron del vehículo, sus familiares los recibieron con abrazos, lágrimas y alegría. Las autoridades también les dieron cálida bienvenida.

Pocos minutos después se repetía la misma escena con el otro grupo transportado hasta el lugar.

Antes de ingresar a suelo boliviano, los connacionales debieron cumplir con todos los trámites correspondientes, para salir expulsados de Chile.

Una vez cumplido los trámites, un bus los esperaba para transportarlos hasta la ciudad de La Paz, previo a un desayuno que compartieron en las oficinas de la Aduana en Pisiga.

ABUSO DE GENDARMES

Bryan David Quenallata, uno de los funcionarios de la Aduana, cuando estaba ya en compañía de sus padres, afirmó que se sintió impotente cuando se enteró que sus padres fueron discriminados por la Gendarmería chilena, cuando estos fueron a visitarlos.

Abrazado de su padre, Constancio Quenallata, y su madre, Basilia Nendo, Bryan indicó que se sintió “indignado” por el trato que recibieron sus progenitores.

“Era de esperarse de Chile, me sentí indignado. No pude hacer nada, estaba encerrado”, sostuvo el boliviano que recuperó la libertad cuando pisó suelo boliviano, la mañana de ayer.

El 6 de mayo, el presidente Evo Morales denunció que Basilia fue discriminada por los gendarmes chilenos por usar pollera.

Días antes a la fecha, Constancio, su padre, aseguró que cuando fue a ver a su hijo, la Gendarmería prácticamente le hizo ingresar a la cárcel en “calzoncillos”.

El 13 de junio, ante la Organización de Estados Americanos (ONU), el ministro de Justicia, Héctor Arce, denunció que carabineros cometieron actos de tortura con los nueve bolivianos, cuando fueron detenidos el 19 de marzo.

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