10 agosto 2015

Director del IPELC Pedro Apala Flores: “Evo y el Gringo tienen que hablar una lengua nativa”

El 2 de agosto venció el plazo para el aprendizaje de un idioma nativo en la administración pública, según la ley 269 de Derechos y Políticas Lingüísticas. La medida abrió una fuerte polémica.

El director general ejecutivo del Instituto Plurinacional de Estudios de Lenguas y Culturas (IPELC), Pedro Apala Flores, alertó que el presidente Evo Morales y el titular del Senado, Alberto Gringo González, están obligados a demostrar que saben un idioma originario tal como lo deben hacer todos los funcionarios públicos en Bolivia. Aimara parlante y miembro del pueblo Puquina, Apala Flores habló así con EL DEBER.

_Venció el plazo para que los funcionarios públicos se adecuen a la norma que los obliga a dominar un idioma nativo. ¿Despedirán a los que no cumplan el requisito?
A ese extremo no se va a llegar, pero sí se va a comenzar a exigir a los servidores o servidoras públicos que asistan y cumplan con los cursos de enseñanza y aprendizaje de los idiomas nativos. De acuerdo a lo que ha dicho el propio presidente Evo Morales, vamos a ser más estrictos a partir de ahora.

_¿Esto se aplica para todos los funcionarios, desde los rasos hasta los jerárquicos?
La ley tiene alcance para todos los bolivianos que viven en el territorio nacional, en consecuencia va a tener aplicación en todos los niveles. En todo caso, como la misma Constitución Política del Estado señala que esto es un proceso. Obviamente, los funcionarios y las funcionarias que tienen relación más directa con el público usuario de las diferentes reparticiones del Estado serán los primeros en cumplir este requisito.

Ya hemos diseñado una estrategia para implementar esta norma. También el magisterio, urbano y rural, son los que tienen relación directa con los niños y niñas indígenas y originarios, tendrá una exigencia mucho más estricta.

_¿No ve cierta contradicción en el Gobierno nacional con este tema? Evo Morales no habla el aimara...
No creo que exista contradicción porque, finalmente, todos estamos en esa situación en el sentido de que unos hablamos más y otros menos. En el pasado, el sistema educativo prohibió el uso de estas lenguas.

En consecuencia, muchos padres de familia no transmitieron sus lenguas originarias a sus hijos. De todas maneras, es una exigencia para todos los funcionarios.

A partir del cumplimiento de esta ley todo funcionario tiene que reflexionar sobre el cumplimiento del plazo otorgado y sobre la necesidad de tomar un curso de aprendizaje para certificar que es un hablante de alguna lengua indígena originaria.

Respecto del hermano presidente Evo Morales, él es de origen indígena y de acuerdo a sus palabras, la primera lengua que aprendió fue el aimara y en consecuencia tiene un manejo de ese idioma, si bien no muy fluido, lo cual es un poco difícil, pero sí tiene conversaciones y una comunicación en esta lengua.

_¿Evo Morales tiene la obligación de demostrar que sabe aimara?
Sí. En todo caso, como todo funcionario y como todo servidor público, la ley tiene alcance nacional para todos. Este es un proceso que llegará a todos los bolivianos y bolivianas.

_El presidente del Senado, Alberto Gringo González, ha dicho que, antes que aprender un idioma nativo, él dedicará ese tiempo para cuidar de sus nietos. ¿Qué le responde?
(Sonríe) Bueno, son posiciones de cada uno, porque uno tiene derecho de expresarse libremente, porque vivimos en un país libre. Pero lo único es que está vigente la ley 269 y, en consecuencia, tiene la obligación de cumplirla. Ahora, si él prefiere dedicar ese tiempo a sus hijos o nietos, no le podemos decir si está mal o bien.

En estos momentos, los ministros de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, y de Educación, Roberto Aguilar, están asistiendo a los cursos de aimara. En consecuencia, todos los bolivianos tienen esa obligación y ese derecho.

_¿No le parece que más que obligar a los funcionarios públicos habría que trabajar en la educación?
Nuestro desafío es enfrentar la primera infancia de la persona. La lengua se aprende en casa. Se aprende desde que nacemos hasta los dos o tres años, en que las personas consolidan sus lenguas. Vamos a trabajar en este sector de la población boliviana.

El sistema educativo tendría que ser la continuidad de ese aprendizaje. Pero, debido a que antes el sistema prohibía el uso de estas lenguas, ahora nuestros jóvenes no hablan ninguna lengua nativa. Ahora, el nuevo sistema de educación tiene que propiciar este aprendizaje.

El sistema educativo tiene su proceso también. Por eso, decidimos trabajar en varios ámbitos. En la educación, en la administración pública y en las familias. Si las familias no transmiten su lengua, vamos a perder hablantes. Estudios comparativos del censo 2001 y 2010 muestran que hay pérdidas de hablantes en todas las lenguas indígenas reconocidas por la Constitución

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