21 mayo 2015

Vocales retiraron a técnicos y ubicaron a “recomendados”

Los conflictos en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no solo afectan a los vocales, sino a toda la institución. Desde 2010 comenzaron a prescindir de los servicios de funcionarios calificados que estaban en esa entidad por más de 20 años y los reemplazaron por personal de confianza de los vocales electorales que no tenía experiencia en el trabajo que se realiza en ese órgano del Estado.

Aunque el TSE es un órgano eminentemente electoral, no cuenta con una “dirección de procesos electorales” y, por el contrario, pareciera un banco con una dirección administrativa y una dirección financiera, explicaron ayer los funcionarios de la propia entidad.

En esta explicación expusieron dos ejemplos, el director de informática del TSE tenía una antigüedad de más de 15 años y trabajó con todos los presidentes del Órgano Electoral, pero fue retirado y sustituido por Ramiro Aguilera, que garantizó a los vocales que tendrían los resultados oficiales al 70% la noche de la elección general en octubre de 2014, el plan fracasó.

Aguilera fue contratado por gestión del vocal Irineo Zuna y no hubo concurso de méritos; al final el director fue despedido, pero el Ministerio de Trabajo instruyó su reposición en el cargo porque tiene un hijo menor de un año, hoy trabaja con el mismo vocal que lo trajo al ente.

El otro caso es del secretario de Cámara, Fernando Arteaga, que fue obligado a renunciar por fuertes diferencias con el vocal Ramiro Paredes.

Fue sustituido por Darío Saavedra, que fue responsabilizado por el rótulo de ‘plurinominal’ en la papeleta electoral de octubre del 2014, fue ‘recomendado’ por el vicepresidente Wilfredo Ovando, dijeron los funcionarios; luego de ese episodio llegó Richard Aguilera, esta vez su contratación fue decidida por el vocal Ramiro Paredes, que es el actual secretario de Cámara.

En el Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde) ocurrió algo similar, explicaron, y relataron que había mucha observación al trabajo de Juan Carlos Pinto a quien llamaban ‘octavo vocal’ porque participaba de todas las reuniones y tenía acceso directo al Gobierno; Pinto realiza consultorías para la Vicepresidencia.

En su lugar, los vocales no lograron ponerse de acuerdo y colocaron un director interino que tiene “instrucciones” de no emitir declaraciones, dijeron en su oficina.

La vocal Dina Chuquimia también fue denunciada de colocar a parte de su familia en el TSE, aunque esta autoridad desmintió esta versión, pero el portal de la Contraloría General refiere que las personas señaladas en las denuncias sí trabajan en el ente electoral

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