04 mayo 2015

En Tarija se redefinió el nuevo mapa político nacional



El nuevo escenario de fuerzas en Bolivia es un desafío para la imaginación de los aficionados a definir mapas políticos bajo figuras metafóricas.

No hay más “media luna”, ni seccionamiento de particulares regiones parceladas entre oficialismo y oposición. Y la más clara muestra de este fenómeno se definió este domingo 3 de mayo en Tarija.
Baste pensar que la oposición detenta las dos principales alcaldías departamentales (Tarija ciudad y Yacuiba) y, desde este domingo, la Gobernación. Sin embargo, el Movimiento Al Socialismo (MAS) y sus aliados tienen sus propias aplastantes mayorías: la Asamblea Departamental, con 21 de 30 legisladores; el conjunto de ejecutivos seccionales, con 9 sobre un total de 11; y 6 de las 11 alcaldías del departamento.
Tarija es el botón de una problemática similar sentida en mayor o menor medida en todo el país. Si el resultado preliminar del balotaje en Beni se confirma en los próximos días, la oposición tendrá a su favor cuatro de las nueve gobernaciones, pero enfrentará tres asambleas departamentales mayorítarias.
Por su parte, el MAS se ufana desde hace un mes de haber ganado 225 de las 339 alcaldías del país. Sin embargo, sólo dos de esas alcaldías, Sucre y Potosí, constituyen capitales departamentales y urbes mayores a 100 mil habitantes. Por el contrario, enfrenta fuerzas ediles mayoritarias en el denominado eje central de Bolivia con urbes que en conjunto suman cerca de 7 millones de habitantes, entre ellas, La Paz, El Alto, Cochabamba, Quillacollo, Santa Cruz y Oruro.
Diversos analistas políticos han destacado la particular significación del nuevo mapa político nacional. Carlos Hugo Molina, por ejemplo, adelantó que en este escenario “se configurará una forma operativa y práctica el proceso de autonomías que además se fortalecerá con las experiencias se han desarrollado y permitirán ejecutar a plenitud las capacidades legislativas”. Coincidentemente, otro analista, Franklin Pareja, destacó que “quienes conforman el Consejo Nacional de Autonomías son los gobernadores y los gobernadores electos podrán acudir a ese consejo en condiciones de equilibrio (con el MAS)”. El analista remarcó ese equilibrio citando la inminente negociación nacional sobre el pacto fiscal nacional que definirá la distribución de los ingresos.
El nuevo mapa político nacional, redefinido este domingo en Tarija, igualmente alinea los posibles futuros conjuntos de fuerzas opositoras nacionales. Un eje que muestra ese escenario, por ejemplo, lo constituyen los grupos que dejaron el MAS y lo enfrentaron en las elecciones subnacionales. Allí se alinean, entre otros, los sectores que apoyan al gobernador paceño Félix Patzi, al ex candidato chuquisaqueño Damián Condori y al líder campesino tarijeño Luis Alfaro.
En otro eje de fuerzas se hallan la alcaldesa alteña Soledad Chapetón y sus homólogos paceño y cochabambino Luis Revilla y José María Leyes. Cerca a esos liderazgos se hallan los del gobernador cruceño Rubén Costas y el sector que lidera el ex gobernador Ernesto Suárez, fortalecidos, notablemente, por la victoria de Adrián Oliva en Tarija.

El MAS es la principal fuerza política

Tras las elecciones subnacionales del 29 de marzo y el balotaje de este 3 de mayo, el Movimiento al Socialismo se ha confirmado como la principal fuerza política de Bolivia. Tendrá bajo su mando 225 de las 339 alcaldías del país, entre ellas, dos capitales, Sucre y Potosí. Le sigue Demócratas con 23, y el Movimiento por la Soberanía (MPS) con 14. Este se halla seguido por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) con 11 municipios. Hace cinco años, cuando había 337 municipios, el MAS logró 220 alcaldes, entre ellos el de El Alto y el de Cochabamba, urbes que perdió el 29 de marzo.
El partido en funciones de gobierno también detenta más gobernaciones. Si ganase en el Beni, tendrá a su favor de seis de nueve, y, en el peor de los casos, encabezará cinco gobiernos departamentales.

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