11 enero 2015

Felipa Huanca, la mujer de pollera que aspira a gobernar La Paz

La principal cualidad de Felipa es ser mujer. Luce con orgullo una manta y una pollera, vestimenta que heredó de su madre desde su infancia.
Su segundo atributo es ser indígena, nacida en el campo, igual que sus progenitores, de quienes aprendió el ejemplo de lucha y trabajo sacrificado.
No es profesional aún, porque tuvo que dejar la escuela tras el fallecimiento de su madre, quien era la única que se preocupó por inscribirla hasta cuarto de primaria.
Dolor
A partir del fatídico accidente de tránsito que le arrebató a su madre, ella sola tuvo que arreglárselas para culminar sus estudios secundarios y adquirir un oficio que le ayudara a sustentarse económicamente. Su padre tenía 13 hijos que atender y una avanzada edad que lo llevó a la tumba cuando Felipa tenía apenas 17 años.
El episodio más doloroso de su vida fue cuando perdió a su madre, cuenta ella. “Es muy difícil crecer sin mamá. Mi padre hizo lo que pudo, pero éramos varios hermanos y teníamos que ayudarle a trabajar la tierra, a cuidar los animales, a hacer ollas y vasijas de barro”, relata.
Estas labores las realizó desde que tenía siete años. Recuerda cómo acompañaba a su padre en largos viajes para comercializar sus productos y cómo en varias ocasiones su mercadería se echó a perder y se quedó sin capital.
Su educación
Felipa es bilingüe. Terminó sus estudios secundarios gracias al apoyo del padre Julio Rojas, quien la impulsó a seguir las misiones de Jesucristo, compartiendo con las hermanas y hermanos de su pueblo la palabra de Dios y a sensibilizarse sobre la pobreza de los pueblos.
En 1988 conoce por primera vez la ciudad de La Paz gracias a una actividad cristiana en la parroquia Virgen Milagrosa a cargo de las Hermanas Vicentinas, quienes también coadyuvan en la forma de capacitarla en tejidos y confección de prendas, primero dentro de la capilla, y luego en Canadá.
Entonces le era difícil intercambiar ideas porque no sabía hablar correctamente el castellano, sin embargo, al ser misionera aymara y luego líder de enseñanza, fortaleció su capacidad de liderazgo, lo que varios años después le sirvió para ejercer su rol de dirigenta.
Luego de tramitar su título de bachiller con muchas dificultades, postuló a la Normal Católica y aprobó, pero no pudo culminar por falta de apoyo y de recursos económicos. No obstante, continuó asistiendo a diferentes centros de capacitación técnica.
Hace cuatro años comenzó a estudiar Sociología en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) tras haber descubierto su vocación de liderazgo en favor de los sectores sociales campesinos, sobre todo de mujeres, luego de asumir la secretaría ejecutiva de la Federación Departamental Única de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de La Paz ‘Bartolina Sisa’.
Su fortaleza, su liderazgo
El liderazgo de Felipa Huanca se basa en el principio de complementariedad, chachawarmi (hombre mujer). Sus estudios en Sociología le ayudaron a comprender la realidad de las organizaciones sociales que componen nuestro país.
Aprendió a dar sus primeros pasos en la escuela de la vida, y en la Federación de Mujeres ‘Bartolina Sisa’ que para ella fue como una universidad porque “aprender cerca de la gente, ver y vivir su realidad es la mejor preparación que se puede tener para dirigir al pueblo”, dice.
Según su juicio, sólo un gobernante que viene del pueblo sabe cuáles son las necesidades que éste necesita.
“Las mujeres tenemos los mismos derechos que tienen los hermanos, porque la complementariedad de mujeres y hombres hace posible que se pueda desempeñar un buen cargo. La mujer es administradora, eje de la familia y de la comunidad, con principios y valores que nos dejaron nuestro antepasados”.

Felipa Huanca Llupanqui

¿Cómo se siente al ser la primera candidata aymara a la Gobernación?
Hasta ahora no puedo creer que soy candidata. Es una misión que me han delegado mis bases y tengo que afrontar.
Antes de la designación mi preocupación era formar nuevos liderazgos para dirigir la Federación Departamental (de Mujeres Indígenas Originarias Campesinas ‘Bartolina Sisa’).
Siento que mi candidatura es el reconocimiento a la lucha de las mujeres, que durante décadas acompañamos a los hombres en la lucha contra los gobiernos neoliberales y el imperialismo extranjero.
¿Cuál es la base de su programa de gobierno departamental?
Aún estamos preparando nuestro programa de gobierno departamental. Pero esta vez (el programa) tendrá la mirada de la mujer aymara, que es la que sabe cuáles son las necesidades de su familia, de su gente.
Yo no voy a prometer lo que no se puede cumplir. Sólo sé que sólo una mujer que viene del pueblo sabe cuáles son las necesidades que tiene su pueblo.
Con la experiencia que adquirimos visitando a la gente en las 20 provincias vemos que una de las cosas que más se necesita son proyectos productivos para el área rural.
Defínase a usted misma. ¿Quién es Felipa Huanca?
Felipa Huanca es una mujer formada orgánicamente. No tengo licenciaturas ni doctorados, pero aprendí a conocer las necesidades de mi gente en mi comunidad, más aún desde que fui ejecutiva de la Federación Departamental de La Paz (de Mujeres ‘Bartolina Sisa’).
¿Cuál es el oficio de Felipa Huanca? ¿Con qué actividad se sustenta?
Mi oficio es la confección y tejido de prendas de lana de alpaca, llama y vicuña. Adquirí mi profesión en una parroquia de mi comunidad, ‘Virgen milagrosa’ se llamaba. Ellos me enviaron a estudiar tejidos a Canadá. Lo que confeccionaba, lo vendía en la feria de la 16 de Julio, en El Alto.
¿Cuál el momento más difícil y el momento de más satisfacción?
En momento más difícil fue cuando perdí a mi madre en un accidente de tránsito cuando tenía 12 años. Es muy difícil crecer sin mamá.
El momento de mayor satisfacción fue cuando comencé a acercarme a mis hermanas para conocer sus necesidades, para luego dar cara por ellas e impulsar proyectos productivos para ayudarlas a salir adelante dándoles herramientas de trabajo.
Lamentablemente hubo veces que no pude hacer mucho. Quizá ahora desde la Gobernación pueda hacer mucho más por ellas (se conmueve con lágrimas).
Por favor háblenos de su familia
Mi familia son las 20 provincias para mí. La gente piensa que haciendo política he ganado plata. No es así. Sólo la Pachamama y el Tata Inti saben que he sobrevivido en base de coca y agua muchos días (recuerda con lágrimas).
Hay muchas mujeres que sufrieron como yo. Por eso quiero seguir trabajando por ellas desde aquí.
Yo conozco lo que sufren no sólo porque lo viví en carne propia, sino porque ellas vienen a contarme para pedir ayuda. Les quitan sus tierras por el simple hecho de ser mujeres.
Las hermanas ya no pueden seguir humilladas. Siempre voy a velar por mis hermanas.


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