El Movimiento Al Socialismo (MAS) arriesga la votación en seis regiones, al elegir candidatos que no tienen respaldo de algunos sectores sociales. El caso crítico es Chuquisaca, donde los campesinos rechazan las nominaciones de Esteban Urquizu, a la Gobernación, y de Iván Arciénaga, a la Alcaldía de Sucre. Similar situación sucede en Beni, Pando, Cochabamba, La Paz y de Tarija.
El principal dirigente campesino de Chuquisaca, Rodolfo Paillo, amenazó con aplicar el “voto castigo” si es que Evo Morales no retira las postulaciones de Urquizu y de Arciénaga. Dijo que el actual gobernador “no cumplió” con el departamento y que “no puede ser premiado” con la reelección. “El presidente se equivoca, no escucha al pueblo y favorece a Urquizu”, dijo.
En Beni aún no se ha decidido a los postulantes; sin embargo, la federación de campesinos se opone a que Jessica Jordan busque la Gobernación. La actual cónsul boliviana en Nueva York fue sugerida por la dirigencia masista y algunos sectores, entre ellos los indígenas.
La dirigente campesina Modesta Coímbra señaló que no quieren a una “perdedora” como candidata y anunciaron que impugnarán la sugerencia.
Posición
En Pando la situación es similar. Sectores sociales rechazan la postulación de Luis Flores y de Ana Lucía Reis. En Cochabamba se decidió por el candidato Iván Canelas, que tiene el aval de los cocaleros, y en La Paz Felipa Huanca no cuenta con respaldo de los cocaleros de Yungas.
En Tarija, la dirigencia masista tiene fricciones para elegir a sus candidatos
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