Tras ser acusado de obstaculizar el proceso electoral, el vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Irineo Zuna, afirmó ayer que tanto los errores en la depuración, en la impresión de papeletas y el retraso en los cómputos recaen en la presidenta del tribunal Supremo Electoral (TSE), Wilma Velasco, el vicepresidente Wilfredo Ovando y el vocal Ramiro Paredes, desmintiendo el haber impuesto a Ramiro Aguilar como jefe de Informática.
“Los errores en el empadronamiento, de la mala planificación o de la mala depuración de los ciudadanos fallecidos, toda esta primera fase ha sido coordinada bajo la responsabilidad de Wilfredo Ovando”, señaló en su defensa Irineo Zuna.
De la misma forma, el vocal señaló que en la segunda fase del proceso en cuanto a la tardanza de los resultados y la intención de llegar al 70 por ciento del cómputo a nivel nacional, durante la noche de las elecciones, fue una responsabilidad de la presidenta del TSE, quien hizo la declaración sin que esta medida haya sido aprobada por sala plena.
En cuanto al nombramiento del director del área de informática, Ramiro Aguilar, Zuna señaló que meses atrás sugirió a esta persona, pero al no contar con el apoyo de los demás vocales no fue contratado. No obstante, tiempo después, a requerimiento de la vocal Fanny Rivas se concertó sus servicios.
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