Alguien ganó con extrema contundencia este domingo 12 de octubre: los vendedores de helados, gaseosas, refrescos, jugos y toda sustancia que calme la sed. Los políticos no. El Movimiento al Socialismo no ganó como quería. La oposición perdió como en varias otras guerras electorales y peor aún.
En prácticamente todo el país hizo un clima primaveral muy favorable para realizar una elección, casi durante todo el día electoral. La Paz, con su normalmente agitado clima, bordeó un promedio de 21 grados con gente vestida excepcionalmente de prendas ligeras. Santa Cruz tuvo en promedio 30 grados. Tarija gozó de una calurosa mañana y una templada media tarde. Pero, poco a poco aparecieron nubes, y en alguna que otra región amenaza de lluvia.
Los vientos del extremo oriente y del extremo sur fueron considerados por los candidatos como buenos augurios. En uno de los fenómenos particulares de esta elección los votos de los bolivianos emigrantes constituyeron objeto de especial atención. Samuel Doria Medina, el líder de Unidad Demócrata (UD) celebró haber ganado en Japón, el primer país desde donde llegaron resultados. Era una mesa de 64 votos, pero daba para soñar con que las encuestas se equivocarían, tal cual adelantó, “como sucedió en Brasil”.
Unas horas más tarde los masistas no podían contener su entusiasmo al conocer el promedio de sus victorias en las mesas argentinas: 87 por ciento de los votos. El objetivo de superar su histórica marca del 64 por ciento de los votos parecía cumplirse. Evo, normalmente acertado en sus predicciones había previsto “un 70 por ciento o más” como resultado inminente.
Tuto Quiroga, el candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), optó por concentrarse en las nubes informáticas. Unos hackers, el otro fenómeno novedoso de la elección, ya le habían jugado una mala pasada horas antes. Comprometido a comerse su reloj si no lograba un gran resultado este domingo, se mostró cauto antes de especular con buenos augurios. Para Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM), los cielos azules desaparecieron hace varias jornadas, al calor de las encuestas. Quién sabe si el partido verde vio una señal de la naturaleza en el horizonte.
Los resultados
Pero nadie pudo festejar del todo, y algunos no tuvieron nada qué festejar. El coro de cadenas y encuestadoras que se lanzó a las 20.00 para anunciar los resultados “en boca de urna” trajo noticias incómodas. En promedio, las cuatro cadenas nacionales que realizaron encuestas (ATB, PAT, UNITEL, UNO, IPSOS y MORI) ubicaron al MAS en el primer lugar. El oficialismo liderado por Evo Morales logró, sólo, el 60,5 por ciento de los votos. Retrocedió, a nivel nacional, algo más de tres puntos del resultado que alcanzó en 2009.
UD alcanzó casi del 25 por ciento de los votos. Doria Medina podría celebrar que como candidato subió más de 17 puntos de aquel 7,4 por ciento de 2009.
Y eso frente a saber que el PDC de Tuto Quiroga quedó a casi 50 puntos del MAS, hasta podría sonar a gran consuelo. Y para Quiroga comerse su reloj, gracias al 10 por ciento, no resultará tan indigestante como el pedacito que le quedó a Del Granado. Tragarse el 3 por ciento de los votos, según más de un analista, le significa el llamado de la guadaña política. Hasta la sigla del MSM podría hallarse en riesgo de desaparecer.
Mientras tanto, el Partido Verde podrá celebrar, por lo menos, el haber superado las previsiones de las encuestadoras e igualado al languideciente MSM. Los resultados “en boca de urna” le significaron también el 3 por ciento, en la que podría considerarse la pequeña sorpresa de los comicios presidenciales 2014.
Sobrios festejos
Por eso Evo y el MAS anoche festejaron su primaveral victoria, pero sin la euforia previsible. El Presidente salió a los balcones de Palacio de Gobierno y declaró: “Hemos demostrado que ya no hay media Luna, sino luna llena”. Aludió a los cuatro departamentos donde hasta 2009 el MAS enfrentaba una marcada y beligerante oposición, pero donde ayer casi triunfó totalmente.
A unos metros del Mandatario se hallaba el responsable político de la campaña en ese distrito, el ministro Juan Ramón Quintana. Celebraba la victoria con las palmas y los estribillos, pero no con la mirada.
Parlamento 2015
Con todo, el 60, 5 por ciento de los sufragios cuenta como retroceso cualitativo para el oficialismo. Sin embargo, el haberse devorado tres cuartas partes de la media luna compensa aquel bajón hacia un punto de estancamiento. De hecho, eso se refleja en la composición del nuevo senado boliviano. Allí el MAS tendrá por lo menos 25 de los 36 senadores, es decir más de los estratégicos dos tercios de los votos. En diputados se ha asegurado entre 85 y 87 parlamentarios sobre un total de 130 legisladores. Si supera los 86, habrá también asegurado los dos tercios en la Cámara Baja, la disputa en algunas circunscripciones claves se definirá en las próximas horas. UD logró apenas 9 senadores y 32 diputados; el PDC, 2 y 10, respectivamente. Mientras tanto, el MSM y el Partido Verde lograron cada uno a un diputado.
Para la oposición los resultados fueron lapidarios, incluso diversos analistas de posturas opuestas al Gobierno fueron elocuentes. “Es el fruto de la mezquindad frente a la demanda de organizar un solo frente –dijo Iván Arias-. La falta de unidad deja estos resultados”. Por su parte José María Leyes, otro reconocido crítico de las políticas masistas, llamó a la oposición a renovarse. “Debe entrar en un momento de reflexión –dijo-. Es hora de que reflexionen los opositores para generar nuevas alternativas políticas”.
Precisamente ese airecito opositor dejó deslizar los nubarrones que bien podrían afectar la aplastante victoria masista de este 12 de octubre. Evo y Álvaro renuevan su mandato y se encaminan a alcanzar el Gobierno más duradero de la historia boliviana. El sol de la bonanza económica los respalda generosamente, todavía. Cuentan con un saludable respaldo internacional que abarca, especialmente, a los regímenes de Brasil, Argentina y Venezuela. Y su marcado y personalísimo predicamento se impone ante un aparato partidario estatal que abarca todos los poderes del Estado.
Sin embargo, a la gestión de la bonanza como a la continuidad en el poder de los aliados internacionales, les van surgiendo notorios escollos. Mientras que en poder el principal drama de Evo aún no es la oposición, sino la estructura de su proyecto político: Frente o junto a Evo, en el MAS, no ha surgido ni la sombra de un posible sucesor.
Aún transita la primavera de su histórica gestión. Deberá en los siguientes años demostrar que supo sembrar lo debido para cuando llegue el invierno. El estancamiento oficialista en los votos o la jubilación opositora volverán a ser motivo de prueba en marzo. Se celebrarán entonces las elecciones para alcaldes y gobernadores.
En Tarija, el MAS ganó como cuando perdía
Los resultados en Tarija también le dieron un 51 por ciento de victoria al partido en funciones de Gobierno. Se trata virtualmente de un estancamiento matemático respecto a sus resultados en 2009. Eso sí, la oposición cayó varios escalones. Mientras en 2009 la segunda fuerza opositora (Convergencia Nacional) logró el 38, 3 por ciento de los sufragios, esta vez Unidad Demócrata debió consolarse con el 26 por ciento. El Partido Demócrata Cristiano bordeó casi el 20 por ciento y ratificó la teoría de la catástrofe debida a la ruptura opositora. El insustancial resto se lo repartieron entre los Verdes y el Movimiento Sin Miedo.
Al margen del resultado global, el Movimiento Al Socialismo podría apuntarse dos alicientes adicionales: según los datos preliminares, el MAS habría ganado también las dos circunscripciones uninominales de la capital tarijeña: la 40, de Ignacio Soruco, y la 41 de Liliana Poita, además de la 42 que se adjudicó Nelly Lenz. La 43 se quedó en manos de Marcela Vásquez de Unidad Demócrata. Así el Movimiento Al Socialismo podría tener entre tres y cuatro diputaciones. UD probablemente dos y el PDC entre dos y tres. Dadas las complejidades en esta disputa, los resultados podrían definirse en cuestión de horas o hasta algunos días.
En el senado, el MAS tendrá dos senadores por Tarija, mientras que la UD y el PDC se quedaran cada con uno respectivamente.
Más de una voz recordó la noche de este domingo que el partido gobernante logró 51 por ciento de los votos hace cuatro años en condición de opositor y cuando perdería la Gobernación. Pero, tras tres años y medio y más de 2.000 millones de dólares administrados por una Gobernación propia -debido a la suspensión del Gobernador rival- el oficialismo no pudo subir su porcentaje de apoyo. No sólo ello, en los últimos dos meses, la campaña del MAS en Tarija se intensificó a un ritmo sin precedentes. El presidente Evo Morales y el Vicepresidente Álvaro García Linera llegaron a este departamento prácticamente cada semana pasando más de dos días por visita. Y pese a ello, la cifra de votación se mostró inconmovible.
Convertida en plaza de alta disputa, Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina también buscaron captar la votación tarijeña. Desde septiembre, visitaron Tarija igualmente casi cada semana. La respuesta para ellos fue otra virtual invitación al adiós político.
Juan del Granado del MSM así como Fernando Vargas del PVB se mostraron resignados desde fines de agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario