Publicado en El Deber
PABLO ORTIZ
portiz@eldeber.com.bo
Antes de que la campaña llegue a los medios de comunicación en forma de spots televisivos, jingles radiales y artes de prensa, Evo Morales les saca tres cuerpos de ventaja a Samuel Doria Medina en la carrera por el sillón presidencial. Con un 56% de intención de voto, según la encuesta de Equipos Mori, el presidente tendría garantizada su segunda relección y una bancada en la Asamblea Legislativa Plurinacional tanto o más amplia que la actual. Para los analistas consultados, recursos, discurso y estructura han dado al Movimiento Al Socialismo una ventaja clara, con una tendencia difícil de revertir en los próximos meses.
Para el publicista Martín Díaz Meave, es curioso que, pese a su ventaja, el primero que haya saldo a atacar sea Evo Morales. Con un spot -pagado por el Ministerio de Comunicación- atacó a Doria Medina (UD) por proponer que se atraigan inversiones para la exploración de nuevos campos de gas repartiendo las ganancias del negocio a partes iguales con las empresas transnacionales. Además, Díaz ve que Tuto Quiroga es el que más asumido tiene su rol de opositor frontal, pero no se anima a entrar en terreno de la política económica, tal vez por miedo de ‘dispararse en el pie’, como le sucedió a Doria Medina. Además, el publicista considera que Juan del Granado (MSM) y Fernando Vargas (PVB) aún muy callados. En resumen, si Díaz tuviera que resumir las campañas de los cinco presidenciales en una frase, lo haría de la siguiente manera: Evo: “Tengo la voz más influyente”; Doria Medina: “Insistiré con los Cites”; Tuto: “Lo que digo, lo digo con energía”. Y, como el silencio no tiene frases, deja a Vargas y Del Granado con tres puntos suspensivos.
Dicen que dicen
Cuando son los voceros y candidatos los que tienen que explicar qué le han querido transmitir al electorado hasta ahora, surgen los lemas de campaña. “Por la vida y la naturaleza”, dice Margoth Soria, candidata a vicepresidenta por el Partido Verde de Bolivia. “Sin miedo hay futuro”, responde Fabián Yaksic, postulante a una diputación por La Paz en el MSM. “Una Bolivia de oportunidades para todos”, acota Óscar Ortiz, aspirante al Senado por UD. “Con Tuto presidente tendremos una Bolivia diferente”, añade Gamal Serhan, candidato al Senado por PDC.
La única que no usa lema de campaña es Gabriela Montaño, aspirante a primera diputada por Santa Cruz. Montaño va directo a explicar el programa de Gobierno, esa propuesta que parece una versión recortada del Plan de Desarrollo Plurinacional 2025. En el MAS, para resumirla, la han agrupado en cuatro pilares: tecnificación e industrialización del país (más satélites, más plantas de gas, más computadoras, más becas), convertir a Bolivia en el centro de producción de alimentos de Sudamérica (ampliar la frontera agrícola a razón de un millón de hectáreas por año y aumentar la productividad con inversión en tecnología), convertir a Bolivia en el centro de producción de energía (hidroeléctrica y autonomía energética) y meter el acelerador en el área social, poniendo énfasis en la salud (infraestructura y sistema integrado de atención).
Pero además, según explica Montaño, esos ejes de campaña se regionalizan y se pone énfasis en ciertos puntos dependiendo de la región. Como portadores de la campaña está el Conalcam, es decir, la verdadera estructura del MAS, un conglomerado de sindicatos y asociaciones que hacen que el partido en función de Gobierno sea el único que realmente pueda tener presencia en todo el país.
En cambio, el resto de los partidos va con lo que tiene puesto. Serhan, por ejemplo, admite que empezaron tarde, que no tienen estructura pero asegura que todos los días reciben adhesiones. “Los últimos serán los primeros”, dice. PDC basa su fuerza en la labia de Tuto, que cree que podrá llegar a todos los rincones.
Por el lado de UD, Ortiz señala que la ventaja de la alianza es que aprovecha las estructuras de Unidad Nacional y de Demócratas, que se complementan en todo el país. Como mensaje eligen hablar de lo que el MAS no habla, como las denuncias de corrupción contra la familia del vicepresidente y temas sobre derechos humanos. Tratan de mostrar que el Gobierno ha dividido a los bolivianos y que las acciones del Gobierno, su fracaso en la lucha contra las drogas, genera inseguridad.
Yaksic, por su parte, explica que se han enfocado en los jóvenes. “Sin miedo tú ganas justicia, libertad con seguridad para tu familia y para tu barrio”, es lo que tratan de transmitir. Pero hay una estrategia. Cree que el MSM dará la sorpresa en candidaturas uninominales, que la oposición debería apostar fuerte a eso y coparle más del 50% del parlamento al MAS.
Soria, por su parte, explica que la Plataforma por la Vida es la que se encarga de la campaña de PVB, que a ella se han unido las bases indígenas del Tipnis y de Conamaq.
Así se ven
Cuando se les pide mirar a la vereda del frente, las críticas le caen al uso de recursos del Estado por parte del MAS. “Hemos llegado al corazón del poder con denuncias, mientras el Gobierno muestra su derroche de recursos con un spot de 90 segundos, transmitido 20 veces al día para tratar de frenar a nuestro candidato”, se queja Ortiz.
“El Gobierno y Samuel Doria Medina están haciendo una campaña con muchísima plata. Ahora los papeles se han cambiado y Evo es el defensor del status quo, es el conservador”, añade Serhan. “No tenemos ni el cemento del país ni la estructura del Gobierno para gastarla en campaña”, critica Soria. A eso arremete Yaksic: “Estamos enfrentando a la billetera y a los que hacen campaña con la plata de los bolivianos. Está claro, que el gran derrotado, hoy, es Samuel, que no le ha dado resultado su intención de polarizar con Evo. Además, Rubén no le ha sumado nada y Tuto hará que el voto conservador se divida en dos opciones. Nosotros somos alternativa”.
El tiempo, el 12 de octubre, dirá cuál de ellos leía, a estas alturas de la campaña, mejor la realidad
Los candidatos bajo la lupa de la politología
Carlos Guzmán
1. Del Granado goza del apoyo de parte de la clase media paceña. Los pilares más concretos de su discurso son la lucha contra la corrupción y la inseguridad ciudadana, además, es un candidato que duramente critica al Gobierno por los atropellos contra la democracia. Con un pasado de izquierda y una progresión al centro político, tiene como principal fuerte el éxito que tuvo en la Alcaldía paceña.
2. Quien mejor se desenvuelve mediáticamente en la campaña es Jorge Quiroga; sin embargo, no cuenta con una estructura partidaria que le permita mantener movilización territorial. Identificado con la derecha conservadora cristiana, el discurso de Tuto plantea propuestas puntuales, pero difusas en su aplicación.
3. Evo representa a un mosaico de corporaciones con alto grado de representación y movilización dentro de su militancia. Su principal norte programático es la agenda 2025. Dentro de sus aspectos negativos, lleva la polémica por el retroceso en la calidad de la democracia durante su mandato y los elevados índices de narcotráfico y violencia en el país.
4. Ubicado ideológicamente en la centro derecha, Samuel Doria Medina ganó estructura política con el partido de Rubén Costas y una importante intención de voto en Santa Cruz, Chuquisaca y Beni. Sus propuestas tienen alto enfoque empresarial y los Cites. Su oferta hidrocarburífera ha levantado la polémica nacional.
5. Capitalizar el debate por la defensa del Tipnis es la principal oportunidad para Fernando Vargas. Se convierte en el único candidato genuinamente indígena con propuestas orientadas a la defensa del medioambiente. La debilidad económica de su candidatura merma la capacidad de movilización.
Entre convencidos, duros y difíciles de emocionar
PABLO JAVIER DEHEZA - ANALISTA
L a positiva situación económica del país y la capacidad de realizar obras que no eran siquiera imaginables anteriormente, constituye un factor que antecede a los esfuerzos proselitistas de las fuerzas en campaña y que claramente favorece al Movimiento Al Socialismo, en desmedro de sus adversarios.
En la carrera electoral, de entre las cinco fuerzas, el partido en función de Gobierno presenta la estructura política más grande y cohesionada. En esto juega a su favor la incorporación orgánica al funcionamiento partidario de las formas de organización naturales de su base social, tales como los sindicatos y la comunidad.
Unidad Demócrata teóricamente es la unión entre las dos principales estructuras de la oposición, pero esto no se está verificando en lo operativo y por lo tanto no se está generando sinergia en los niveles inicialmente esperados. Es decir, las estructuras de Unidad Nacional y de Movimiento Demócrata Social aún no parecen una sola.
El Partido Demócrata Cristiano presenta una estructura comparativamente menor, pero de accionar más coherente, en torno a su candidato.
En cuanto a recursos materiales, a todas luces el despliegue del oficialismo no encuentra parangón en lo que realiza la oposición en conjunto; lo que se refleja en que la presencia mediática del binomio del Movimiento Al Socialismo y el destaque de sus logros no sea ni remotamente equiparado por sus adversarios. Unidad Demócrata es la segunda fuerza con mayor disponibilidad y uso de recursos. El resto pasa casi desapercibida.
En lo que respecta a las capacidades discursivas y de formulación ideológica, el oficialismo se presenta con una articulación sólida y coherente respecto a sus bases.
Transmite un imaginario que refleja los anhelos e intereses de los grupos que efectivamente votan por esta opción. En el caso de la vereda opositora, el Partido Demócrata Cristiano muestra exponer de manera más resuelta un discurso conservador que entra en contacto más inmediato con el sentimiento de quienes se oponen al actual Gobierno.
Unidad Demócrata opta por un discurso un tanto más progresista, pero que apunta de errores acaba siendo cuestionado desde diversos frentes.
Lo más reciente, fue la propuesta de repartir las ganancias futuras de los hidrocarburos en 50-50 con las empresas petroleras.
En cuanto a las candidaturas, Evo Morales ha dado muestras de su capacidad de trabajo y un grado de involucramiento para con la política pocas veces visto, no sólo en Bolivia. Tuto Quiroga muestra estar en forma y despliega las mayores habilidades comunicacionales entre los candidatos opositores.
Samuel Doria Medina, pese a llevar varias campañas en su haber, no termina de pasar de una comunicación tecnocrática a una de orden político y capaz de involucrarse emocionalmente con su auditorio.
El MSM está quedando condenado a una votación marginal porque no es lo suficientemente convincente hacia el bloque masista como para generar una escisión y atraer tras de sí un sector significativo, pero tampoco es una alternativa que exprese el imaginario de la vereda opositora. Es la más evidente víctima de la polarización política todavía vigente.
El PVB encabezado por Fernando Vargas presenta una candidatura prácticamente testimonial. No será relevante en los resultados finales de esta elección, pero es una parte importante del derrotero de inclusión y reivindicación que los pueblos indígenas del oriente boliviano vienen recorriendo
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