Cerca de la medianoche del sábado, el Ejecutivo boliviano confirmaba la noticia que había copado Twitter tras la primicia lanzada, por la tarde, por el periodista José Pomacusi: el político opositor ya se encontraba en Brasil, exactamente en Corumbá, tras un viaje por tierra de 22 horas. El Ministerio de Relaciones Exteriores emitía un comunicado de urgencia, tras entablar un contacto con su similar brasileño.
“Sobre el Sr. Pinto se encuentran vigentes cuatro arraigos o prohibiciones de abandonar el país por delitos comunes de corrupción pública con grave afectación económica al Estado Boliviano, uno de ellos con Sentencia Condenatoria de Primera Instancia. La fuga del país convierte al Sr. Pinto en un prófugo de la justicia boliviana. Por lo tanto, se activarán todas las acciones legales que correspondan, en este caso, tanto dentro del derecho internacional, de los convenios bilaterales, así como en el marco del propio Derecho Interno boliviano (sic)”.
PROCESOS. El asambleísta arrastra al menos 13 juicios por supuestos actos de corrupción, incluso fue condenado, en junio, a un año de prisión por un daño de Bs 11 millones cuando era director de la Zona Franca de Pando. No obstante, no podía cumplir su castigo porque vivía en la legación diplomática de Brasil, en la avenida Arce de La Paz, desde el 28 de mayo de 2012, cuando pidió asilo tras declararse perseguido político, lo que le fue concedido; pero no podía salir del país porque el Gobierno boliviano se negó a otorgarle el salvoconducto.
La mañana del domingo, autoridades gubernamentales tomaron medios televisivos y radiales para remarcar la posición del mandato de Evo Morales, quien había evitado referirse al asunto en la entrega de una escuela comunitaria en la zona paceña de Villa Victoria. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, señalaba a radio Fides que el Presidente estaba sorprendido por el hecho, incluso el vicepresidente Álvaro García, y que Pinto había fugado como “un vulgar delincuente”.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, comentaba a medios estatales que se esperaba una explicación, vía diplomática, de Brasil y que la Policía había notificado a la Policía Internacional (Interpol) de la huida, para que proceda a su captura por tratarse de un prófugo.
El fiscal general interino del Estado, Roberto Ramírez, informaba a la agencia ABI que se analizaba las medidas que tomaría el Ministerio Público; aunque aclaraba que para ello se requería una información oficial y técnica sobre el caso. Mientras, en el Twitter, el expresidente Carlos Mesa y el embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, Sacha Llorenti, se enfrascaban en un “duelo virtual” por el tema del salvoconducto. Hasta que al mediodía, la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, convocaba a una conferencia de prensa en el Palacio Quemado.
La autoridad ratificó la posición inicial del Órgano Ejecutivo. “Para nosotros (Pinto) sí es un prófugo de la Justicia y, por lo tanto, no está sujeto por nuestra parte a salvoconducto alguno que pudiera darse; el señor Pinto evadió los controles policiales, migratorios y huyó del país. Nadie le ha puesto un sello para que salga” de Bolivia, y subrayó que el caso no afecta las relaciones con Brasil, que se mantienen en una “situación de absoluta cordialidad y respeto”.
Paralelamente, mediante un comunicado, la Cancillería brasileña aclaró que fue informada del ingreso de Pinto el sábado 24, un día después de la salida del político de la embajada en La Paz. Anunció investigaciones y que tomará las medidas administrativas y disciplinarias correspondientes. Más aún, como primera disposición, convocó a su encargado de Negocios en La Paz, el ministro Eduardo Saboia, para que aclare lo sucedido. Inclusive, la agencia EFE informó que el canciller brasileño, Antonio Patriota, suspendió una visita a Finlandia, programada para hoy, para analizar la situación.
Gracias. Mientras en la capital Brasilia, Pinto era recibido por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, Ricardo Ferraço (del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, con una orientación política de centro), en cuya casa vivirá. “Debo agradecer a todo Brasil y sus autoridades. Espero que continúe mi asilo. Tengo asilo y espero que continúe”, había comentado el pandino a su llegada, según el sitio de noticias G1.
Ahora se espera su conferencia de prensa para que explique su versión sobre su salida de Bolivia; aunque ayer ya dio una entrevista al canal televisivo Globonews.
La situación del asilo del senador
Análisis
La internacionalista Karen Longaric señaló que “se ha confirmado que Brasil condujo hasta la frontera a Pinto y lo esperó allá el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores. Ahora el senador no es un asilado diplomático, ahora es un asilado territorial, está bajo la soberanía y protección del Gobierno brasileño; en ese sentido, creo muy poco probable la extradición, porque para que proceda el Estado brasileño le tendría que revocar la condición de asilado y luego dar curso a un trámite procesal”.
Dávila aclara que relación no resultará afectada
La ministra informa que intereses atentan contra las relaciones bilaterales
M.G., ABI - El Gobierno boliviano aseguró que la huida del senador opositor Róger Pinto “no afecta ni afectará” las relaciones bilaterales con Brasil, que se mantienen en absoluta cordialidad y respeto, dijo el domingo la ministra de Comunicación, Amanda Dávila.En una conferencia de prensa, la autoridad ratificó “el afecto y respeto” del presidente Evo Morales hacia el gobierno de su homóloga brasileña Dilma Rousseff. “Este caso no afecta las relaciones con Brasil, las relaciones de Bolivia y Brasil se mantienen en una situación de absoluta cordialidad y respeto; el Gobierno boliviano y el presidente Evo Morales han expresado siempre y lo seguirán haciendo todo su afecto y todo su respeto a la presidenta Dilma Rousseff”.
“El tema entre el señor Pinto y el Gobierno de Brasil y el Gobierno de Bolivia no afecta en nada las relaciones, todos sabemos cuáles son los intereses políticos que hay sobre este caso, tanto de parte de sectores ultraconservadores en Bolivia como otros sectores también en Brasil”, remarcó. No obstante, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo a radio Fides que lo sucedido afectará las relaciones, “pero tampoco hay que exagerar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario