09 marzo 2013

Ritter dice que venezolano pagó los pasajes a Rózsa

Abogados defensores de los 39 imputados pidieron ayer al juez paceño Sixto Fernández terminar con el período de incidentes y excepciones y abrir de una vez el juicio oral “para demostrar que el supuesto caso terrorismo fue un montaje para neutralizar y perseguir a los líderes opositores de Santa Cruz”.

"A Eduardo Rózsa lo trajo a Bolivia un venezolano de apellido Osorio que le pagó los pasajes desde Europa con la finalidad de hacer pisar el palito a algunos ingenuos”, dijo el jurista Otto Ritter.

Indicó que “quien organizó todo fue el actual vicepresidente Álvaro García por medio de su hermano Raúl con la intención de derrocar al presidente Evo Morales”.

Ritter afirmó que Rózsa empezó a extorsionar a algunos cruceños asegurando que organizaría un ejército para defender Santa Cruz y cuando el Gobierno vio que el caso se le estaba yendo de las manos mandó matar al cabecilla de la supuesta red subversiva, en el hotel Las Américas.

Pretendían dividir Bolivia. En contrapartida, la abogada del Ministerio de Gobierno, Paola Barriga, armó un debate ayer en la mañana cuando difundió un video para contextualizar qué sucedía en el 2008 cuando hubo toma de instituciones, principalmente en Santa Cruz por parte de contrarios al régimen de Morales.

También mostró fotografías de Eduardo Rózsa y otros integrantes con los que llegó a Bolivia haciendo alarde de las armas de fuego que manejaban.

Fue ahí que deslizó la palabra de “terroristas” provocando el enojo de los imputados y sus abogados que le exigieron respeto.

Asimismo, citó el libro escrito por Carlos Valverde para referirse a una entrevista a Rózsa, en la que éste habla de la idea de dividir el país.

Dijo también que el húngaro Elöd Tóásó era miembro de una legión de mercenarios y que su hermana lo reconoció. Sin embargo, meses más tarde denunció al presidente Evo Morales en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Atentados y 'El Viejo'. También mostró gráficas de los daños dejados por el explosivo que estalló en la casa del cardenal Julio Terrazas. Sin embargo, fue interrumpida por Ignacio Villa, “extestigo clave”, para decirle que quien colocó el explosivo fue Luis Clavijo, un agente del Ministerio de Gobierno que se encontraba infiltrado en el grupo junto al capitán Wálter Andrade.

Los detenidos fueron trasladados a La Paz y Cochabamba y la audiencia se reanudará en dos semanas, según el juez Fernández.


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