APG
La diputada Adriana Gil, ayer durante una rueda de prensa.
La diputada opositora Adriana Gil ratificó ayer sus declaraciones respecto al presidente Evo Morales y por las cuales fue acusada de racismo y discriminación en la Asamblea Legislativa.
Hasta el cierre de esta edición (23:00), el plenario de Diputados debatía en sesión reservada la suspensión de Gil. La comisión de Ética de la Cámara de Diputados pidió que la parlamentaria sea suspendida por tres meses, pero será el plenario el que defina el tiempo de suspensión.
“Esta mujer puso el pecho para que los indígenas entren a la plaza de Santa Cruz. Si a mí me vienen a hablar de discriminación es que hay que ser sinvergüenza, hay que ser caradura, hay que ser desleal” protestó la ex masista y ahora parlamentaria opositora.
“El Presidente ha sido desleal, ha sido mentiroso y yo me ratifico en todas y en cada una de mis declaraciones y me hago cargo. A mí no me van a amedrentar, no me van a callar”.
La asambleísta fue acusada por racismo y discriminación por el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, y por Galo Bonifaz, diputado del MAS, porque la diputada habría afirmado que el Presidente fue desleal y mentiroso con los indígenas, además habría insultado a la bancada masista.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado (MAS), descartó ayer que exista acoso político contra Gil.
“Estamos siguiendo lo que estrictamente dice el reglamento y si su conducta se adecúa o no a una falta grave y qué sanción se dará se debatirá en el plenario”.
De proceder la suspensión, sería el primer caso de una asambleísta sancionada por racismo.
Parlamentarios de la oposición lamentaron que el MAS recurra a este recurso legal para acallar a la parlamentaria de la oposición.
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