Carta confirma que Pablo Cossío huyó

El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jorge Pérez, aseguró que la fuga del sentenciado Pablo Fabián Cossío Cortez le imposibilita el beneficio de asilo al haber convenios con la Interpol, por lo que éste “podrá ser capturado en cualquier parte del país o extranjero para ponerlo de regreso a las celdas de Morros Blancos, sin beneficio alguno hasta cumplir su sentencia con un incremento de un mes a un año”. La abogada defensora de Cossío, Isabel Moreno (foto), dijo que ayer había recibido una carta, mediante internet, de parte de su cliente quien le indica haberse dado a la fuga. “Se fugó por las reglas que se le ha impuesto, se lo sometió a una justicia administrativa que él cree que no es justa ni correcta, y manifiesta que declaró en su contra y fue obligado a hacerlo para generarse una última oportunidad de recuperar su libertad y preservar su vida”, explicó.
Pérez aseguró que este caso no se trata de persecución política, puesto que Cossío ha reconocido su culpa. “En función a la aceptación de haber cometido los hechos investigados, en este proceso abreviado reconoce la culpabilidad, este procedimiento desvirtúa cualquier persecución”, dijo.
La jueza de penas, Miriam Flores, indicó haber un beneficio legal de excepción de los privados de libertad por indulto, la Ley de Ejecución Penal establece la salida prolongada de 15 días, para que tenga algún acercamiento familiar y busque un trabajo una vez que salga en libertad. “Ya que se redujo de pena, le permite reducir la condena y acceder el beneficio de extramuro cuando se cumple más de la mitad de la condena”, dijo.
Flores aclaró que no se lo puede considerar prófugo mientras no se reponga la reincidencia de revocatorio, porque la ley establece un tiempo para que sus garantes puedan presentar un justificativo, por lo que se estableció una audiencia para mañana.
Respecto a los garantes, indicó que las mismas son la esposa y la madre de Cossío, quienes tienen la obligación de proporcionar datos destinados a la captura, y que se estima como gastos iniciales de 1.500 bolivianos para cada garante.

Septiembre 2012
A MI ABOGADA DEFENSORA DRA. ISABEL MORENO
Estimada Chabi:
Han pasado casi dos años desde que fui sometido a un verdadero calvario, tiempo durante el cual intenté por todos los medios encontrar justicia y con ello mi libertad, pero ningún argumento fue válido para lograrlo.
La decisión política de mantenerme detenido era más fuerte que la propia razón; comprobé que el principio de “igualdad ante la ley” era una quimera porque a mí se me aplicaron las leyes de manera diferente que a otros; sentí en carne propia que la “imparcialidad e independencia” de los órganos de la justicia no existen y que la “consigna” está por encima de ellas, así lo evidenció la conducta de quienes tenían la orden de ejecutarla; constaté que la justicia no era justicia y que lo que se buscaba con mi detención no era precisamente la averiguación de la verdad; y viví también las más duras y flagrantes violaciones a mis derechos humanos.
Mientras ello ocurría el dolor de mis seres queridos crecía; el futuro de mis hijos se ennegrecía y era cada instante más incierto; y mi familia se destruía desgarrándose en aquel. También la salud se quebrantaba.
Y finalmente jugué con las reglas impuestas. Declaré en contra mío y me autoinculpé; fui obligado a hacerlo para generarme la última oportunidad de recuperar mi libertad y preservar mi vida; pero jamás lo hice en señal de reconocimiento de culpas que no tengo, ni de hechos que no existieron.
Ahora partí buscando un nuevo camino para alcanzar una libertad verdadera; y para cumplir con mi deber de brindar seguridad y un futuro a mis seres queridos.
Pero volveré, cuando la justicia sea justicia de verdad; y cuando Bolivia recupere su democracia y su libertad. Lo haré para restituir la verdad, que es el mayor deseo de mi vida, en honor a mi pueblo y a mi familia.
Te pido transmitas este sentimiento a quien corresponda hacerlo.
Gracias a ti por todo tu apoyo y a quienes me acompañaron en este duro momento de mi vida.
PABLO COSSIO CORTEZ