30 septiembre 2012

La pregunta 29 del censo y el terror al mestizaje

a realización del Censo Nacional de Población y Vivienda 2012, el próximo 21 de noviembre, interesa a la población; sus resultados cercanos a la realidad, tanto en el orden demográfico, como económico, servirán para indicarnos cómo afrontar el futuro global del país.

Sin embargo, lo que debía ser un simple proceso de preguntas y respuestas, se ha convertido en un dolor de cabeza para el gobierno y en claro desafío para los grupos humanos nacidos en Bolivia, cuya mayoría reclama para sí el nominativo “mestizo”.

Encuestas recientes, dan elevado porcentaje de pertenencia al apelativo mestizo. (En el área occidental, un 72 por ciento y en el oriente hasta un 83 por ciento). Factor que el gobierno ignora, tal vez por razones de tipo político; quizá por mantener lealtad partidaria a su proyecto “descolonizador” y quién sabe desde su visión indigenista, por temor a esos dos tercios de mestizos que habitan Bolivia y que constituyen el fiel de la balanza en época electoral.

Para el Viceministerio de Descolonización el mestizo “no tiene identidad”. Supuestamente está impedido de ingresar su respuesta a la pregunta 29 del Censo, que a la letra dice: “Cómo boliviano o boliviana ¿pertenece a alguna nación, pueblo indígena originario campesino o afroboliviano?

La pregunta en sí, acapara la pertenencia al sector indígena y no cita para nada la palabra mestizo. No obstante, ¿qué es un “afroboliviano”? ¡Un mestizo, por supuesto! En consecuencia, todos los mestizos de Bolivia –la tercera parte de la población nacional—tienen derecho de adjuntar su respuesta a la veleidosa pregunta.

Además, cualquier mestizo nacido en territorio patrio, es boliviano oriundo; boliviano genuino, por lo tanto, tiene doble acceso legal a la famosa “29”.

El Director del Instituto Nacional de Estadística, Ricardo Laruta — cuyo nombre refleja su mestizaje, pues combina un nombre europeo muy famoso en las novelas caballerescas de Sir Walter Scott, con un apellido de origen aymara-kolla, dijo con sinceridad a Red Erbol: “sabemos que la denominación de mestizo es un concepto totalmente racial y en este caso, la pregunta 29, está conteniendo un aspecto cultural; entonces de todas maneras, a pesar de que se ha hecho esta aclaración, si la población quiere anotarse (como mestiza), se la anotará y se tomará en cuenta en los resultados”.

Ricardo, abrió un resquicio a los mestizos, mientras que la Ministra de Planificación, Viviana Caro, desautorizó a Laruta, afirmando: “Lamentamos que se haya malinterpretado la declaración del director del INE, Ricardo Laruta. Estamos hablando de cultura y no de raza, por lo tanto no corresponde utilizar una denominación racial donde se pregunta sobre cultura”.

La Ministra de Planificación, nos transporta a la Alemania hitleriana de la Segunda guerra Mundial, cuyo nefasto gobierno impuso la aparente superioridad de la raza frente a la inferioridad de las demás razas. Implícitamente, niega cualquier tipo de cultura, a la “raza mestiza”, Lástima, para el proceso de descolonización.

Ignorar la existencia del mestizo y la decisiva influencia del mestizaje en la vida nacional, reduce el radio de acción del Movimiento Al Socialismo en el campo y las ciudades y aísla al gobierno del núcleo social más importante de Bolivia: el mestizo que pertenece a la clase media, a la clase obrera, a la clase campesina y sin duda alguna, al mundo empresarial y político.

ODIO AL MESTIZAJE

“El indio es un elemento humano de sangre incontaminada y alma sin mancha. Sanguínea y espiritualmente está aún lejos de la podredumbre del cholaje blanco-mestizo. Quisiéremos decir que el indio –respecto al Occidente— es una raza pura, pura hasta donde ha llegado la investigación científica de nuestro tiempo. Mientras la antropología no diga su palabra sobre la cruza de razas en la América precolombina, el indio seguirá teniendo la reputación de “raza pura”, afirmó Fausto Reinaga en su manifiesto del “Partido Indio de Bolivia”, año 1970.

No cabe duda, que Reinaga, odiaba al cholaje-blanco-mestizo, ecuación que en el año 2012, desplaza con sus dos tercios, a las otrora “grandes mayorías” y que pone los santos óleos a la “raza pura”.

“SOMOS MESTIZOS”

Un detalle surgido de la información proporcionada por Ricardo Laruta, revela un salto cualitativo generacional, en el área altiplánica: “En Guaqui (población y puerto lacustre cercano a la ciudad de La Paz), cuando se hacía la pregunta 29, las personas mayores respondían efectivamente que pertenecían al pueblo aymara; pero los hijos de estas personas se declaraban mestizos o que no pertenecían a ninguna nación originaria”.

Este, es en efecto, un salto cualitativo digno de estudio. En primer lugar, define con absoluta claridad, la pertenencia social del grupo de personas mayores y destaca sin lugar a equívocos, la visión moderna del grupo integrado por niños y jóvenes. En segundo lugar, los viejos, reconocen su identidad aymara. Los jóvenes, niegan pertenecer a determinada nación originaria y se autodefinen “mestizos”.

La tendencia es correcta. En muy pocos años más, Bolivia habrá dejado de ser la Bolivia india para convertirse, en la Bolivia mestiza que, terminará definitivamente, con el mito de”las dos Bolivias”.

Nuestro mestizaje, comenzó con la Conquista española, continuó durante la Colonia; se vigorizó en la Guerra de la Independencia. Se hizo patente en las arenas del Chaco y hoy, en la primera década del Siglo Veintiuno, el mestizaje es incontenible y trae consigo elementos positivos como: a).- Una mayoría absoluta de mestizos, constituye una unidad nacional; b).- Una mayoría mestiza, amplía su influencia en los demás estratos sociales y señala, en el futuro próximo, la desaparición paulatina de las “nacionalidades” tal como son concebidas en el nuevo Estado Plurinacional; c).- Es posible que, en base a la unidad poblacional y al disminuir la influencia cuantitativa de las etnias, Bolivia retorne al modelo republicano, tal vez, federal.

Pero, retrocedamos en el tiempo, para testimoniar el avance sigiloso y constante de lo mestizo, categoría inmutable ante los ataques de ayer y de hoy.

¿Cómo fue posible el mestizaje? “En el Siglo XVI, pasaron el Atlántico unos 240 mil blancos; el tipo de emigrante fue varón, joven de 30 años. Viajó solo, mientras que el porcentaje de mujeres europeas, no llegaba al 30 por ciento de la masculina. El inicio del mestizaje se debió a varios factores: la Conquista dio lugar a violencia sexual, pero también a entregas voluntarias presididas por la curiosidad de las indígenas hacia los españoles. Más importancia tuvo la falta de mujeres blancas a todo lo largo del Siglo XVI, junto con la situación de dependencia de muchas indígenas y esclavas respecto a su dueño o encomendero”. (Ver: La Colonización, la huella de España en América, 500 años, editorial Anaya).

Otro componente del mestizaje, en la Colonia, fue la aculturización de curacas e indígenas mandones que, en realidad, constituían el aparato administrativo de encomenderos, mineros y corregidores. En la obra de Huamán Poma (1615), caciques y curacas, adoptaban poco a poco, parte de la vestimenta española y solicitaban a los reyes españoles, mantener el estatus que tenían antes de la caída del Imperio Inca. No faltó curaca que sugirió a las autoridades de la Corona española, formar un ejército indio de caballería similar al de España.

ARQUITECTURA MESTIZA

El mestizaje, en los quinientos años que duró el Coloniaje español, abarcó todos los aspectos formales e informales de la vida. El arte, también se alineó en esa tendencia. “Este proceso que dura casi cien años, desde 1680, se resuelve en una arquitectura barroca totalmente diferenciada de la europea, que se ha llamado “mestiza” por llevar en sí elementos culturales europeos e indígenas. El proceso es general en toda América, pero culmina en la zona Andina desde Cusco hasta Potosí, incluyendo Arequipa. Su centro geográfico, es el Lago Titicaca” (Ver: Iconografía y mitos indígenas en el arte, Teresa Gisbert).

En las portadas de varias iglesias coloniales cercanas a la ciudad de La Paz y próximas al Lago Titicaca, junto al estilo barroco español, se destacan símbolos eminentemente nativos: el hombre puma, las sirenas Umantuu y Kesintuu; alacranes, monos y frutas de la selva. La misma virgen de Copacabana, es un producto mestizo.

El mestizaje, no sólo es la mezcla entre grupos distintos de seres humanos, sino que además de constituir un efecto genealógico positivo en el desarrollo de la Humanidad, aporta con expresiones literarias y artísticas ampliando el horizonte cultural de los pueblos y naciones.

El barroco mestizo es el gran ejemplo en cuanto se refiere al arte, así como el aumento de la población mestiza, particularmente en Bolivia, constituye un ciclo histórico en constante desarrollo y cambio.

Estamos convencidos de que el futuro, también será mestizo y por ello, en el presente, la opinión pública boliviana, lamenta que, en el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012, se hurte sin rubor ni argumentos razonables, el merecido espacio ganado por el mestizo y el mestizaje, motor de nuestra Historia.

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