De los cinco proyectos de leyes culturales que el ministro del área, Pablo Groux, se propuso impulsar cuando asumió su segunda gestión, dos tienen gran avance y podrían promulgarse -según la autoridad- antes de fin de año.
Se trata de las largamente anheladas Ley del Libro, demandada hace casi dos década spor el sector editorial, y Ley del Cine y el Audiovisual, que sustituirá a la 1302, promulgada en 1991. De las otras tres -patrimonio, turismo y promoción cultural- aún no hay noticias.
Pese a que durante la elaboración de los anteproyectos normativos del cine y del libro se buscó consenso , aún hay observaciones.
El primer texto fue elaborado por la Cámara Boliviana del Libro en coordinación con especialistas de los ministerios de Culturas y Educación, cuyos equipos jurídicos aún la revisan. “Entrará en la agenda del gabinete la próxima semana para su debate y si corresponde será remitida a la Asamblea Legislativa”, dijo Groux.
“La principal propuesta radica en la anulación del IVA para los libros. Sin embargo, esto podría ser un obstáculo para su aprobación. No obstante, tenemos el apoyo del Ministerio de Culturas”, dijo Patricia Navarro, de la Cámara del Libro de La Paz.
El proyecto de Ley del Cine fue elaborado por el consultor Nelson Martínez, por encargo del Consejo Nacional del Cine. “Para obtener el texto final se realizaron reuniones con cineastas y gente vinculada al audiovisual ”, informó Demetrio Nina, director de esa oficina.
El texto está casi listo, pero aún será sometido al criterio de representantes del área. “En 15 días lo vamos a remitir al Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conapes) para que sea socializado con diferentes despachos y, dependiendo de los resultados, pase a la Asamblea”, explicó el ministro de Culturas.
La propuesta central de la Ley del Cine toma en cuenta la creación de un fondo de fomento para la producción que se sustentaría, principalmente, en el aporte de las salas privadas de proyección de filmes y que estaría a disposición de los interesados mediante un sistema concursable o de préstamos sin intereses.
“No sé si ésta sea la solución que estamos necesitando”, opinó Viviana Saavedra, impulsora del primer laboratorio cinematográfico del país.
Diferentes protagonistas de la literatura y del cine dan en estas páginas su parecer, sus observaciones y sugerencias.
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