La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) con sede en Bolivia pidió a tres asambleístas de la oposición abandonar sus oficinas, donde habrían ingresado con engaños y se quedaron “sin autorización”.
A través de un comunicado enviado a los medios informativos, el organismo internacional lamentó ayer que los legisladores que decidieron quedarse en sus instalaciones actuaran con engaños para lograr sus objetivos.
“La tarde del martes 19 de junio, tres miembros de la Asamblea Legislativa, las senadoras Carmen Eva Gonzales, María Elena Méndez y el diputado Adrián Oliva, decidieron permanecer en la OACNUDH, después de una reunión que un grupo de asambleístas había solicitado para otro tema y que fue concedida como suele hacerse con diversos grupos y personas en el marco de las tareas de esta oficina”, señala el comunicado.
Más adelante, la entidad sostiene que a pesar de que sus instalaciones en el edificio Torre Azul no cuentan con ninguna condición ni facilidades para esta circunstancia, “estos tres legisladores se quedaron a pernoctar contra la voluntad de la OACNUDH y sin su autorización”.
“Naciones Unidas insiste en que este procedimiento no es el adecuado para canalizar sus preocupaciones”, expresa.
En otro comunicado informa que el ingreso de alimentos y frazadas fue permitido para las personas que se encuentran en instalaciones de ese organismo internacional y lamenta que no se les pueda facilitar mayores comodidades, pues -dice- son oficinas, pero tienen acceso a servicios básicos necesarios.
Página Siete intentó entrar a esa institución, pero la seguridad del edificio comunicó que la oficina estaba cerrada y nadie podía pasar.
Entretanto, los asambleístas que permanecen en el interior del edificio denunciaron que no se les permite comunicarse con nadie, pues les prohibieron el uso de celulares y ordenadores.
La entidad internacional aclaró que “no está permitido, por seguridad, el ingreso de láptops ni otros accesorios”.
La senadora de Convergencia Nacional Centa Rek expresó su molestia por las restricciones impuestas por el titular de esa repartición, Dennis Racicot. “Con esta frialdad y sin responder al tema de fondo que es investigar la vulneración de los derechos humanos, (Racicot) nos está dando la razón cuando decimos que su trabajo en este país no es sólo asistir a cócteles, ni recibir jugosos sueldos, y se convierte en cómplice de las vulneraciones de los derechos humanos del Gobierno”, afirmó Rek.
Lamentó que el encargado de resguardar estos derechos esté ahora en una actitud “tremendamente inhumana” con sus colegas parlamentarios, porque -dijo- no se les permite ni siquiera el ingreso de sus cargadores de celular o computadoras para que ellos estén comunicados.
El martes, las senadoras de la oposición al Gobierno Carmen Eva Gonzales y María Elena Méndez, además del diputado Adrián Oliva, decidieron permanecer en la OACNUDH para pedir a través de una carta a Navanethem Pillay, representante de este organismo que tiene sede en Ginebra, Suiza, la visita de una comisión internacional y dar una amnistía general para todas las personas que llevan más de 18 meses detenidas sin sentencia, y las garantías para que retornen a Bolivia 600 refugiados políticos que están en otros países.
Por su parte, la diputada opositora Norma Piérola exigió a las Naciones Unidas evitar que sus colegas queden como detenidos preventivos e incomunicados en sus instalaciones. Dijo estar preocupada de que la OACNUDH restrinja un derecho tan legítimo como la libertad de expresión y la libre comunicación de estas personas que permanecen en sus instalaciones.
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