28 junio 2012

Investigación echa por tierra mitos sobre Juana Azurduy

Según Fernando Suárez, la heroína
de la independencia no nació el
12 de julio de 1780 ni sus restos
reposan en la Casa de la Libertad

Sucre/CORREO DEL SUR

“Se ha constatado que Juana Azurduy no ha nacido el 12 de julio de 1780”. Esta es la afirmación del investigador Fernando Suárez, quien desveló algunos mitos y hechos en torno a la vida de la heroína Juana Azurduy de Padilla, cuya fecha de nacimiento ahora es un misterio, al igual que la suerte de sus restos mortales que, contrariamente a lo que se cree, no son los que yacen en una urna en la Casa de la Libertad, según sostiene Suárez.
Tras un trabajo minucioso de búsqueda en el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), Suárez se encontró con un documento que ingresó recientemente a la institución: una partida de matrimonio que refuta muchas afirmaciones dadas por sentadas sobre Juana.


EL PRIMER
“ERROR”
El académico recordó que el primer historiador de Juana Azurduy fue Samuel Velasco Flor, quien en 1871 escribió su primera biografía; ésta señala el 8 de marzo de 1781 como su fecha de nacimiento, hija de Matías Azurduy y Petrona Bermúdez. “Los demás historiadores le van copiando hasta 1945, incluyendo a Valentín Abecia, pero Samuel Velasco no demuestra documentalmente de dónde ha sacado esa información”, argumentó el investigador.
Dijo que esta fecha se manejó hasta 1945, cuando el canónigo Néstor Sandi pidió un informe a las parroquias con las partidas de nacimiento, de dónde se consiguió el detalle de que Juana Azurduy habría nacido el 12 de julio de 1780, hija de Matías Azurduy y Eulalia Bermúdez, lo que contradice la fecha y la madre de Azurduy, planteadas por Velasco.


LAS OTRAS
JUANAS
“El lunes ha ingresado al Archivo una partida de matrimonio que ha sido donada, entiendo que la han conseguido de Moro Moro, actual Ravelo. En esta partida dice: en mayo de 1799 se casa Manuel Ascencio Padilla y Juana Azurduy, hija de Isidro Azurduy y Juliana Llanos. Esta partida demuestra que la partida anterior era de una homónima, no de la heroína…”, reveló el autor.
La interesante constatación del investigador no queda ahí, pues según afirmó, Juana Azurduy tuvo cuatro homónimas, lo que explica contradicciones e interrogantes respecto a su vida.
Dos Juanas vivieron durante la misma época de la heroína, una antes de su nacimiento y otra después de su muerte; las otras dos fueron sus contemporáneas.
“La contemporánea, la homónima, es la que nació el 12 de julio de 1780 y hoy (ayer) encontré que ella murió en 1871, nueve años después de Juana. Y la otra homónima, mientras Juana vivía, era chichera y tenía el apodo de ‘La Tocapecho’”, explicó.
Según el escritor, esta investigación a través de los documentos revisados, si bien abre una interrogante respecto a la fecha de nacimiento de la guerrillera, confirma que nació en La Plata, hoy Sucre.
“La fecha de nacimiento es incierta, pero espero descubrirla en mi investigación”, apuntó.


PUBLICA
UN LIBRO
Fernando Suárez prepara la entrega del libro “Mitos y realidades de Juana Azurduy” para el próximo 11 de julio, publicación que tiene por objeto desmitificar, con documentos de respaldo, la figura de Juana Azurduy, que a lo largo del tiempo y el trabajo de historiadores, se fue llenando de mitos, dichos y hechos.
El académico aclaró que además de desvelar mitos sobre Juana, su intención es enaltecer su figura y aporte fundamental a la historia del proceso libertario en el continente.
Por otra parte, el libro también demuestra que los restos de la heroína no corresponden a los que se resguardan en la Casa de la Libertad, pues ella fue enterrada en una fosa común en el antiguo cementerio, el 25 de mayo de 1862.
“En 1891-92 se inicia la construcción del cementerio y todo lo echan abajo, incluidos los árboles, porque ella fue enterrada debajo de un molle que lo hicieron desaparecer para construir mausoleos. En 1914 hacen una inspección judicial con el bisnieto de Juana y él dice que no se acuerda dónde la enterraron. Él dice: podría ser debajo del molle. Pero si hicieron desaparecer los molles… En la investigación de Guillermo Calvo, señala que en 1899 se plantaron otros árboles. Es decir que los restos que sacaron en 1962, al cumplirse el primer centenario de su muerte, no corresponden a Juana porque ya cambió todo. Los restos de Juana Azurduy, lamentablemente, no son los que están en la Casa de la Libertad”, afirmó.

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