El acuerdo firmado entre la dirigencia de los policías y el Gobierno fue rechazado por los efectivos de base de ocho regiones del país, lo que provocó, entre otros actos, la quema de la whipala y del convenio.
En Cochabamba los guardias y sus esposas pidieron que representantes de cada departamento se sienten en una mesa de diálogo con autoridades de Gobierno en esa ciudad.
En Potosí desconocieron a su representante de la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (Anssclapol), Édgar Ramos, y la dirigente de las esposas de policías Guadalupe Cárdenas.
Los amotinados quemaron el documento que fue firmado y amenazaron con acciones de violencia extrema, mientras que en Trinidad los policías se mantienen en el Comando Departamental y exigen al Gobierno un incremento salarial de 3.700 bolivianos y la abrogación de la Ley 101 (de régimen disciplinario).
En Sucre los efectivos también destruyeron el acuerdo y la whipala y las prendas policiales que tenían ese símbolo.
En Santa Cruz se informó que los efectivos que se rebelaron en Palmasola terminaron con el motín, pero por la tarde se volvieron a replegar exigiendo la abrogación de la Ley 101.
En Oruro y en Tarija los uniformados continuaban amotinados y en emergencia.
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