El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) informó que los magistrados liquidadores no estuvieron en Sucre el mes pasado y recibieron su salario. Sin embargo, este hecho fue negado por los tribunos que dijeron que trabajaban en las 8.800 causas pendientes.
Iván Espada, secretario general del Tribunal Supremo de Justicia, confirmó que hasta el anterior mes las salas liquidadoras no trabajaron y que los magistrados no estaban en la capital.
“Los estamos tratando de convocar pero no están (en la ciudad) y nos imaginamos que fueron a sus regiones”, declaró.
Además, confirmó que recibirán sus salarios de enero. “Sí, porque están en la planilla de sueldos y salarios. Son nueve liquidadores”, detalló. Los tribunos liquidadores necesitan entre 18 y 23 oficinas para desempeñar sus labores.
Sin embargo, el edificio del Tribunal Supremo de Justicia no tiene el espacio suficiente para este requerimiento.
El 3 de enero pasado fueron posesionadas todas las autoridades del nuevo Órgano Judicial del país. Las autoridades del TSJ, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) y el Tribunal Agroambiental tienen pendientes 12.500 causas. La mayor carga procesal la tiene el TSJ con 8.800 causas.
El TSJ desechó la posibilidad de alquilar ambientes por lo costoso que resultaría y optó por entregar las oficinas de los tribunales familiares que están vacías y se encuentran a seis cuadras del edificio principal, frente al Automóvil Club Boliviano de la capital. Ernesto Tapia, uno de los vecinos, dijo que a principios de año “vinieron a limpiar las oficinas, trajeron unas computadoras y algo de equipo, y hasta ahora siguen cerradas”.
Los tribunos liquidadores no estaban conformes con estos ambientes. La magistrada María Arminda Ríos dijo, a mediados de enero, que “para nosotros es triste (trabajar) en ambientes en los que sólo se cuenta con un escritorio y una computadora, no hay la seguridad necesaria, estamos viendo que hay estantes y escritorios que trajeron del TSJ, pero no son idóneos para trabajar”.
Incluso cuestionaron la precaria seguridad de los ambientes. Espada, por el contrario, dijo que ya se destinó a otros diez policías más para resguardar los ambientes.
Con una mayor seguridad, el funcionario informó que desde el 28 de enero comenzaron a entregar las 8.800 causas pendientes y hasta la fecha se enviaron todas cumpliendo con los procesos legales respectivos.
La primera de las salas en comenzar a trabajar fue la Civil. Williams Alave, magistrado de la Sala Penal, informó que este jueves o viernes comenzará a trabajar su sala, así como la Social.
Además negó que hubieran estado ausentes de Sucre. “Trabajábamos con ellos (TSJ), vimos causas notariadas y cada uno de los nueve ministros realizaban su trabajo. Son 8.800 causas que debíamos recibir y había algunas de 150 cuerpos multiplicados por 200 (hojas) y debíamos verificar que estén correlacionadas. Esto nos llevó hasta el pasado martes”, aclaró.
El TSJ recibió, desde el 3 de enero, 149 causas, de las cuales 33 ya fueron resueltas.
La Sala Penal Primera trabajaba en 18, de las cuales 12 fueron resueltas; en la Sala Penal Segunda entraron 18 y de ellas 11 fueron resueltas; en la Sala Civil de un total de 48, cinco fueron resueltas; y en la Sala Social, de 65, se tienen 20 sorteadas y cinco resueltas.
En tanto que de los 63 procesos ingresados a Sala Plena, uno ya fue resuelto y hasta el momento ya se cuenta con nueve notificados.
Punto de vista
Rodolfo Mérida Ex consejero de la JudicaturaCreo que un mes es un tiempo corto para evaluar resultados, pero también es necesario exigir que magistrados y consejeros deben cumplir la Ley 025 y (la ley) transitoria y esos mecanismos, a su alcance, con el presupuesto necesario para que funcione.Si la ley dice que los suplentes deben ser los liquidadores deberíamos, en este mes, ver resultados y cuando menos en lo que hace a la competencia de las salas especializadas. Lo que hace las salas especializadas, los magistrados debieron estar resolviendo las causas rezagadas.
(Con respecto al plazo) Debe existir racionalidad. Cuando era secretario en la Sala Social Minera y Administrativa, bajo la presidencia del magistrado Óscar Hassenteufel, se sorteaban de a 15 por ministro en una sala integrada por tres ministros. Al mes se resolvían 45 causas. Escuché que se resolvieron menos; entonces eso es preocupante, pero hago votos para que magistrados suplentes y titulares redoblen esfuerzos para que la justicia cambie.
La lógica racional nos hace ver que las causas pendientes deberían ser finalizadas en uno a dos años como máximo en el Tribunal Supremo de Justicia.
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