Un feriado diferente por el 6 de Agosto. Luego de varios años, la ciudad no estuvo ajetreada y la gente pudo dedicarse a varias actividades: unos prefirieron ver el desfile, otros estar en casa o viajar al santuario de Huayllas.
Antonio Larrazábal, uno de los adultos mayores que acostumbra sentarse en la plaza 25 de Mayo junto a otras personas, sostuvo que luego de varias décadas, el festejo del 6 de Agosto fue deslucido porque no llegaron asambleístas ni turistas, y la gente de Sucre prefirió dedicarse a otras actividades.
Esto se evidenció porque al inicio del desfile cívico militar, las autoridades departamentales y locales tuvieron que marchar ante un reducido público, que se apostó en la plaza 25 de Mayo.
Otro sector que sintió la ausencia de público fueron los comerciantes que instalaron sus puestos de venta cerca de las calles por donde pasa el desfile; no vendieron sándwiches, refrescos, gelatinas ni otros productos como acostumbraban.
OTRA CIUDAD
Luego de dos cuadras a la redonda de la plaza 25 de Mayo, otra fue la historia de las fiestas patrias; las calles desiertas, la gente paseando en bicicleta y una gran mayoría de los comercios cerrados.
Varios dueños de casa no pusieron la bandera nacional y menos la enseña chuquisaqueña, tal como manda la ordenanza municipal emitida, tardíamente, el jueves 5 de agosto por el Concejo Municipal de Sucre.
Como las calles estaban vacías, mucha gente decidió pasar el 6 de Agosto en algunos centros de recreación en familia, fuera de la ciudad, y otros prefirieron pasear en los parques Simón Bolívar y Mariscal Sucre, donde había muchos niños.
En la zona del Mercado Campesino nada cambió, todo estaba normal; ni el feriado hizo que los comerciantes cerraran sus puestos, más bien tomaron las calles para vender con más amplitud.
La zona más concurrida fue la calle Jaimes Freyre, a donde la gente llegó para comprar q’oas que fueron ofrendadas anoche a la Pachamama. Según las comerciantes, el primer martes y primer viernes de agosto la gente debe q’oar para que le vaya bien.
En la zona del Mercado Campesino lo único que hiacía referencia a la celebración del 6 de Agosto fue la venta de escarapelas, banderas nacionales y chuquisaqueñas.
En la avenida Marcelo Quiroga Santa Cruz los comercios abrieron para vender repuestos, aceites, llantas, parabrisas y baterías de manera normal. Los talleres mecánicos y de otro tipo también trabajaron de manera regular. En esos lugares se percibió que la gente fue indiferente a las fiestas patrias.
A HUAYLLAS
También ayer, los conductores de microbuses parados en la zona del Cementerio General corearon durante el día "A Huayllas". Sí, efectivamente, mucha gente desde tempranas horas se reunió en la plaza del Cementerio para tomar un micro y dirigirse al Santuario del Señor de Huayllas, a donde cada 6 de agosto y durante toda la semana, centenares se dirigen para pedir bendición al Señor, que es conocido por sus milagros.
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