Al presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, no le quedan dudas de que sus candidatos ganarán las elecciones del domingo en todo el país y, en el caso de Santa Cruz, cree que Jerjes Justiniano y Roberto Fernández se impondrán con holgura en la Gobernación y la Alcaldía, respectivamente.
Con gran optimismo, el Presidente cerró ayer la campaña del MAS en un acto proselitista que se llevó a cabo en Montero, con la presencia de ministros de Estado, senadores oficialistas y los candidatos a la Gobernación y a la comuna cruceña.
A tiempo de disculparse por su ausencia en el cierre de campaña realizado el miércoles en el Parque Urbano de Santa Cruz, Morales expresó su asombro por la cantidad de personas que se concentraron desde el mediodía en la zona norte de la circunvalación. “Gracias por haber realizado semejante concentración. Aquí en Montero se han juntado más personas que en los cierres de campaña de Santa Cruz, Cochabamba y Cobija”, comparó el Presidente.
En su discurso, que duró más de una hora, el mandatario enumeró las acciones políticas, sociales y económicas que realizó a lo largo de sus cuatro años de gestión y con ese antecedente pidió el voto para Jerjes Justiniano y Roberto Fernández, en Santa Cruz, y para Mario Baptista, candidato a alcalde de Montero.
“Quiero trabajar estos cinco años con gente de confianza, no con los que me insultan y quieren tumbarme. Para mí, los tres son triunfadores, y en el caso del compañero Jerjes ganará por nocaut en la primera vuelta”, arengó Morales.
Cuando hicieron uso de la palabra, Justiniano y Fernández agradecieron la confianza del Presidente y se comprometieron a trabajar en coordinación para beneficio del pueblo.
Al evento realizado ayer en Montero asistieron alrededor de 5.000 personas, que bailaron al ritmo de los grupos Milenium y Semilla.
El Presidente es silbado por ponchos rojos de Achacachi
El líder del MAS y presidente de Bolivia, Evo Morales, sufrió ayer un desaire con mucha carga simbólica en Achacachi, donde los ponchos rojos no se presentaron con sus atuendos típicos para acompañarlo en el cierre de campaña del partido oficialista.
Los indígenas expresaron su descontento con los candidatos de Evo a través de armónicos silbidos que tronaron en los oídos del séquito del jefe del Estado como un desprecio doloroso que viene de su propia gente. Con esa espina clavada en el ego, los masistas intentaron aplacar la bronca con un partido de fútbol para estrenar el césped sintético del estadio de la población altiplánica.
Los silbidos estuvieron dirigidos al senador poncho rojo, Eugenio Rojas, el candidato a alcalde Alfonso Cosme y al candidato a primer concejal, Bernabé Gutiérrez, quienes fueron designados sin el consenso de las bases. /Erbol
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