Más allá de las discrepancias por el espacio que debe ocupar el libro religioso, los políticos piden tolerancia con la fe de los bolivianos.
Dos de los cuatro partidos con mayores intenciones de voto para el 6 de diciembre dicen que devolverán la Biblia y la cruz católica al Palacio de Gobierno.
El vocero de Plan Progreso para Bolivia (PPB-CN), Erick Fajardo, destacó que “el candidato Manfred Reyes fue claro al decir que si gana las elecciones, la Biblia volverá al Palacio de Gobierno, pero no para dar preferencias particulares (a una religión) sino como un instrumento de reivindicación del cristianismo”.
Sobre esta reflexión, el postulante de Alianza Social (AS), René Joaquino, recordó que es católico y que su acompañante de fórmula es evangélico.
“Si bien es importante la libertad de religión, el 98% de la población en Bolivia cree en el mismo Dios, entre católicos y evangélicos; y en ese sentido, de llegar a la presidencia, la Biblia volvería a ocupar su lugar”, comentó.
Una posición contraria expresó el MAS. “El Estado respeta todas las religiones y no puede existir en el Palacio el símbolo de una sola religión”, respondió el diputado Gustavo Torrico.
Tras la promulgación de la Carta Magna, en febrero de este año, el Gobierno decidió retirar el libro religioso y el crucifijo católico de todos los actos oficiales, con el argumento de que el Estado es laico. En lugar de la Biblia, los actos ahora están acompañados por el texto constitucional.
El artículo 4 de la Carta Magna señala que “el Estado respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones. El Estado es independiente de la religión”.
El portavoz del arzobispado de Santa Cruz, el sacerdote Marcial Chopinahua, comentó que la decisión de sacar la Biblia del Palacio forma parte de las concepciones políticas diversas en todo el mundo. “Es el cambio de filosofía política de un gobierno”.
Para el pastor de Ekklesía, Alberto Salcedo, la decisión fue correcta. “Nosotros hemos sostenido por años que la Iglesia tiene que estar separada del Estado. El Estado no tiene que involucrarse con ninguna religión y debe respetar la conciencia del ser humano, no puede regir la conciencia de ninguna persona”.
En el debate, David Medrano, mallku de Implementación del Conamaq (Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo), dijo que está de acuerdo con la decisión del MAS. “Los colonizadores vinieron con la Biblia y la cruz y nos obligaron a aceptar su religión. Nosotros le rendimos culto a la Madre Tierra”.
LaS POSICIONES
(MAS)
Libertad • “Lo único que ha significado sacar la Biblia del Palacio de Gobierno es dar la señal de que el Estado boliviano no tiene una específica religión”, aseguró el diputado oficialista Gustavo Torrico (MAS).
El legislador recordó que el artículo 4 de la Constitución Política del Estado califica al país como un Estado laico que respeta todas las religiones “que existen y que pueden existir en el territorio nacional”.
Por ello, añadió: “No puede existir en Palacio de Gobierno ningún símbolo de una religión específica. Si respetamos todas las religiones, entonces tendrían que tener en el Palacio una Biblia, un Corán u otros que representen a otras religiones. Como somos un Estado laico, reitero, no puede existir ningún símbolo de ninguna religión”.
(PPB-CN)
Compromiso • “El candidato Manfred Reyes Villa ha sido claro; si llega al Palacio, con él retornaría la Biblia”, destacó Erick Fajardo, vocero del PPB.
El representante añadió: “Creemos que el tema central es el cristianismo. Estamos en una posición de reivindicar la Biblia como un instrumento doctrinal del cristianismo. La mayor parte de la población es cristina. No hay que olvidar que para la Asamblea Constituyente hubo una gran alianza de iglesias cristinas. Consideramos que no debe existir distanciamientos. Lo que está claro es que el cristianismo nos ha vuelto a hermanar en función a la amenaza de que sea erradicado en el texto de la Constitución Política y de la tradición nacional. Por todo esto, sostenemos que las creencias merecen respeto”.
(UN)
Respeto • “En Bolivia, la población es mayoritariamente cristiana, tanto católica como evangélica. Este tema hace a la libertad religiosa y de creencias. Como se ha modificado el artículo 3 de la anterior Constitución Política, ahora esto implica que el Estado debe mantener una relación armoniosa con todas las iglesias y congregaciones que existieran en el territorio nacional”, reflexionó el candidato de esta fuerza, Carlos Hugo Laruta.
“Particularmente, pienso que el retorno, o no, de la Biblia al Palacio de Gobierno no es parte del debate. Para nosotros, lo más importante es que desde el Estado haya respeto a todas las religiones, a las diferentes instituciones religiosas de Bolivia, porque son instituciones vivas que cumplen funciones sociales”.
(AS)
Compromiso • “Nosotros consideramos que debe haber libertad de religión”, sostuvo el candidato René Joaquino.
El aspirante a la primera magistratura dijo que es necesario respetar las creencias de las personas. “Yo soy católico y creo en Dios; mi compañero de fórmula (Carlos Suárez) es evangélico. En Bolivia, el 98% de la población creemos en el mismo Dios, eso es lo más importante. En ese marco, más allá de la libertad religiosa, creemos que tiene que haber una sociedad con principios y valores. Sin ellos es imposible lograr un desarrollo sostenible que nos permita vivir en armonía y, sobre todo, con principios básicos de convivencias”.
Joaquino aseguró: “Si gano la presidencia, es obvio que la Biblia volverá al Palacio de Gobierno”.
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