09 enero 2012

Costas no descarta ser presidenciable

- El Gobierno ha puesto en su cancha el tema del juicio por desacato que le sigue el vicepresidente. ¿Usted cree oportuno pedir disculpas?
- Primero, hay que ver que no hay por qué poner las cosas en la cancha de nadie. Creo que este tema tiene cosas que se las trata de ver de manera muy simplista, como el vicepresidente García así lo dice. Si tuviera que pedir disculpas tendría que pedir disculpas por 17 juicios que tengo y, justamente, el miércoles tengo que ir a una audiencia. Y los otros 17 juicios son por malversaciones hipotéticas, que seguramente buscan un desgaste, como ha sucedido con la suspensión de mi hermano Ernesto en diciembre, que fue la misma fecha de la suspensión de Mario Cossío. Y, obviamente, un ataque sistemático con juicios que buscan desgastarme; significará o crearán, que podremos llegar a fin de año con la posibilidad de que Rubén Costas sea suspendido, a ver si no es en la misma fecha, en diciembre de 2012.
- ¿Teme ser suspendido?
- No tengo temor. Tengo algo que me da la legalidad del voto, que es lo que hay que respetar, justamente, que no se está respetando. Es un principio elemental de la democracia el respeto al voto de los ciudadanos y esa es la verdadera lucha y ese es un tema de fondo. Aquí no hay nada de soberbia, ni de bravuconada ni de pulseada. Pero, por qué tengo que pedir disculpas por algo que todo lo que dije sistemáticamente se ha cumplido. El impasse surgió por lo que manifesté de las mafias internacionales insertas en Bolivia y que íbamos a tener consecuencias gravísimas, de ajuste de cuentas, de inseguridad ciudadana, y eso me valió el adjetivo del vicepresidente de que yo era un ignorante, y a eso sí tuve que responder, porque también dijo que iba a meter preso a los autonomistas. Yo respondí que hagan cientos de cárceles porque en Bolivia los autonomistas somos millones y que hagan cárceles con la plata que les da el narcotráfico, pero yo no dije con la plata que el narcotráfico le da a García Linera. Además, la Ley 1.008 así lo dice, con la plata que se incauta al narcotráfico se invierta en nuevas cárceles.
- ¿Sostiene usted que el narcotráfico, de alguna manera, ayuda al Ejecutivo?
- No, yo no he dicho que ayuda al Ejecutivo nacional. He dicho que el narcotráfico ha penetrado las instituciones del Estado, y eso está claro con el caso de general René Sanabria, detenido y procesado en EEUU. Lo que sostengo es que los cultivos excedentarios de la hoja de coca se han triplicado: de las 12.000 hectáreas se han incrementado a 38.000, y eso significa, esencialmente, que eso es para producir cocaína. No podemos tapar el sol con un dedo, ni el dedazo de algún centralismo que protege esta situación. La ciudad de El Alto y la ciudad de Santa Cruz, son las ciudades donde ha aumentado en proporciones alarmantes el consumo de cocaína, y eso hace, también, que estas ciudades sean más inseguras. Ese es un tema que angustia al pueblo cruceño, al pueblo boliviano y a los ciudadanos de El Alto.
- Si Evo Morales lo invita a usted a solucionar temas de fondo como la inseguridad en Santa Cruz ¿Iría usted?
- Desde el primer día que fui prefecto yo asumí una posición clara, soy de oposición al presidente Morales y al partido del MAS, pero soy una oposición democrática. Yo, en lo único que soy radical es en ser un demócrata. Y lo tengo claro, a mí no me interesan pulseadas políticas, protagonismos o candidaturas, me interesa el problema de la gente. Si vamos a hacer un gran acuerdo nacional, si vamos a pensar en temas como la economía, la amenaza de la sequía por el cambio climático que sufrimos en estos momentos; si vamos a hablar de la seguridad ciudadana para solucionarla, no cumbres para la foto. Si vamos a planificar el futuro y vamos a construir país; si vamos a contar con una política de Estado al salir de ahí, que vamos a comprometernos, todos los políticos a continuarla, porque el 99% de los bolivianos quiere transitar por la carretera del progreso y de la prosperidad para llegar a puerto seguro, a estaciones de dignidad para la gente, y que nos olvidemos de esas bermas, digo yo, de las extremas izquierdas radicales, fundamentalistas, o también, de esa vieja derecha golpista y llena de privilegios; si construyéramos eso, cómo no voy a estar dispuesto, es mi obligación.
- ¿Si Evo sufriese un atentado lo visitaría, como lo hizo él con usted?
- Yo lo haría con todo gusto. Y cuando el presidente Morales me ha invitado a tener una reunión, como cuando en la Casa de la Libertad, en Sucre, en su discurso empezó a hablar de los prefectos conspiradores y separatistas, yo me levanté y le dije: presidente, yo no admito que usted diga esos conceptos. Tuve que aparecer porque si no eso sería registrado y quedaría como si eso fuera verdad. Y el presidente cambió su tono y yo tuve otro gesto, que también fue apreciado por la comunidad internacional. Me senté, no me fui, me senté con respeto porque yo soy un demócrata, no estaré de acuerdo con el presidente Morales, pero es el presidente de los bolivianos. Y eso me costó. Los grupos radicales de acá me la hicieron difícil, hubo hasta gente que lloraba diciendo la traición, pero no importa. Pero, obviamente, hay ciertos grupos, tanto de derecha extrema como de izquierda fundamentalista, que lo que buscan es dividir y separar. Hay gente del presidente que hace mucho daño a Bolivia, que lo que busca es enfrentarnos. Nosotros estamos en otra y, claro, yo voy a estar siempre dispuesto a darle la mano, porque para mí, el presidente Morales no es mi enemigo, es mi adversario político.
- ¿A usted le gustaría ser candidato a presidente de Bolivia?
- Hay cosas que son más importantes que la persona, y si uno tiene que renunciar a su pasión, que la mía es el campo, que tengo que renunciar muchas veces ver crecer a mis hijos, que tengo que exponer a mi familia; hay muchas cosas importantes que me han dado, como el caso del balazo y otras muchas que he tenido, y cuando sucede esto yo no puedo volver a decir, yo no voy a ir, porque hay mucha gente atrás. No se olvide que hubo 500 mil firmas, y eso se repite; ha habido esta vez más de 500 mil votos en las elecciones (para gobernador) y, ¿yo puedo defraudar al pueblo? Es como cuando digo, también, yo no me voy a ir de aquí, yo no voy a huir. Yo estoy arraigado por conciencia, y tengo que quedarme aquí, porque, imagínese, que yo me fuera a un exilio, por más dorado que sea; no puedo hacer eso, porque estoy comprometido con este proceso, con esta revolución del patujú. Y si mañana tengo de nuevo que ir de candidato para gobernador o si tengo que ir a otra cosa, no me tiembla el pulso, toda mi vida me he preparado para eso.

Perfil

Dedicado al campo
Rubén Costas tiene tradición agropecuaria. Nació en la ciudad de Santa Cruz el 6 de octubre de 1955. Su actividad económica la desarrolló cerca de Montero, en Naranjalito. Egresó de bachiller de la Escuela Salesiana Muyurina. Fue dirigente agropecuario, presidente del Comité Cívico y prefecto.

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