García, en declaraciones a la Red Erbol, dijo que en las próximas horas se querellará en contra del Gobernador desde la ciudad de Cochabamba porque habría cometido los delitos de robo agravado, extorción, atentado contra la libertad del trabajo y privación de libertad.
Mientras, recordó, que los dos paquetes, que pesan 40 kilos y constituyen al menos dos mil ejemplares de la edición 22 del Sol de Pando, se encuentran todavía en poder del Gobernador pandino.
“Flores, con el argumento de que yo le estuve difamando o de que el periódico lo estuvo difamando, tuvo la osadía de realizar un operativo para recoger la carga de los ejemplares que mandé de Cochabamba a Cobija”, dijo.
Explicó que el Gobernador acudió en un primer momento a las oficinas del TAM (Transporte Aéreo Militar) en Cobija para intentar recoger la carga, pero no logró su objetivo, porque la edición 22 del periódico había sido enviada de Cochabamba por el servicio de BOA (Boliviana de Aviación).
“Intentó primero recoger la carga, a través de su jefa de comunicación Jimena Ruiz, por el TAM, luego acudieron a BOA, pero esta empresa se negó a entregarle la carga al Gobernador, quien acudió personalmente, porque no estaba dirigida a él”, sostuvo.
Entonces, según García, fueron a buscar a Virginia Guachalla, la jefa de la red de canillitas o distribuidores del periódico en Cobija, y a esta persona exigieron que lleve su carnet de identidad hasta las oficinas de BOA, donde finalmente lograron recoger la carga e inmediatamente se lo llevaron a la Gobernación, junto a la distribuidora de los ejemplares.
“Luego, dentro de la Gobernación, la señora Ruiz, el Gobernador y otro personal de su entorno, empezaron a intimidar y amedrentar a Guachalla, la amenazaron que sí seguía vendiendo el periódico el Sol de Pando, ella ya no tendría ninguna prebenda de la Gobernación, teniendo en cuenta que esta distribuidora también tenía una ocupación en el Programa de Trabajo Digno, entonces la advirtieron con excluirla del programa en caso de que junto a su familia seguía vendiendo el Sol de Pando”, remarcó.
Posterior a ello, el Gobernador y sus funcionarios se quedaron con todos los ejemplares del periódico, la distribuidora y jefa de canillitas fue liberada. Ante esta situación, García llamó de manera personal al celular del Gobernador Flores, quien nunca le habría respondido.
“Finalmente me comuniqué con uno de los funcionarios de la Gobernación, que es Ivan Cornejo, pedí que dejen de amedrentar a Guachalla, además de la devolución de los dos paquetes para que pueda circular el periódico, pedido que no tuvo respuesta hasta ahora”, afirmó.
García también dirigió una carta pública al Gobernador Flores con sus pedidos expresados en anteriores párrafos y la misma tampoco tuvo respuesta, por lo que ahora dice estar obligado a tomar medidas legales desde Cochabamba.
El Director de este medio de comunicación impreso sostuvo que no le interesa la vida privada del Gobernador pandino, ni de los miembros de su familia, sino que siendo funcionario público “está beneficiando de manera ostentosa y cínica a su entorno familiar”.
“Por eso dice el Gobernador que supuestamente estoy difamando a su familia, pero el hecho de que un funcionario público tenga que beneficiar de manera tan cínica a su entorno familiar no es admisible. Flores llegó al extremo de financiar un periódico de su hermano, ‘Expresión de Pando’, con presupuesto público”, aseveró.
La Red Erbol intentó ubicar al Gobernador pandino a través de su red de corresponsales en Cobija, pero desde la oficina de comunicación, indicaron que la autoridad se encuentra en el sector del municipio de El Sena de Pando.
Datos:
El periódico pandino se produce en Cochabamba por razones tecnológicas y en la misma ciudad trabajan con la rotativa de Los Tiempos.
Sol de Pando es una empresa unipersonal, es decir, de propiedad de Silvia Antelo, quien es esposa de García Mérida.
Mérida y Antelo crearon una red de canillitas o vendedores del periódico en Cobija, capital pandina, a la cabeza de Virginia Guachalla, quien se constituye en la distribuidora regional.
El costo de cada ejemplar es de dos bolivianos. Según García la totalidad de los ingresos son para la red de canillitas. “Nosotros no percibimos un centavo por la venta del periódico, porque como somos autogestionarios hemos optado por donar la totalidad de los ingresos por ventas a nuestros canillitas”, sostuvo.
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