segunda en América, falleció esta semana en La Paz a los 89 años de edad, tras una larga enfermedad.
“Murió en paz y luego de semanas de estar con la fuerza física disminuida", dijo su nieto Eduardo Siles al anunciar el deceso.
A continuación se pública fragmentos de la entrevista a Lidia Gueiler realizada por la periodista cruceña Dica Rodríguez hace unos años y publicada por el periódico El Deber, como un homenaje a la primera y única mujer boliviana que llegó a ocupar la Presidencia de la República.
- ¿Cuáles son los mejores recuerdos de su paso por la Presidencia?
- Para mí ha sido una satisfacción enorme llegar a la Presidencia de Bolivia porque hemos luchado por la participación de la mujer en igualdad de condiciones con el hombre, con capacidad y honestidad. Ahora ellas tienen que ser unidas, capacitarse y trabajar igual que los hombres. Les pido que sean solidarias entre las propias mujeres.
Están avanzando y eso me satisface porque siento que por lo que hemos luchado desde hace 50 años se está realizando. Las veo ocupar altos cargos, muy capaces, buenas profesionales, pero lo único que les pido es que sean unidas.
- ¿Qué le dejó en lo personal haber sido Presidenta del país?
- El recuerdo de mi propio esfuerzo, mi propio trabajo con otras mujeres, de que debemos ocupar igual situación que los hombres y debemos responder de igual manera en favor del país. No sólo subió Lidia Gueiler a la presidencia de la República, sino que subió la mujer.
Ahora estoy bastante contenta porque esa lucha que he tenido por la participación y la igualdad de las mujeres se va haciendo realidad, porque antes, cuando empecé a luchar, la mujer no podía ni salir a la puerta de su casa. En cambio, ahora ya ella trabaja y ocupa altos puestos. Las veo en el Parlamento, en los bancos y organizaciones comerciales.
- ¿Le gustaría volver a ser Presidenta de Bolivia?
- Lo que me gustaría es que pronto haya otra mujer Presidenta. Tengo la esperanza de que así sea.
QUIÉN ERA ELLA
Lidia Gueiler inició su carrera política en 1946, al ingresar al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), de Víctor Paz Estenssoro.
En 1960 fue elegida diputada y tres años después rompió su alianza con Paz Estenssoro e ingresó al Partido Revolucionario de Izquierda Nacional.
En el golpe del general René Barrientos, en 1964, fue encarcelada y torturada, y se exilió tras ser liberada. En 1978 asumió la vicepresidencia del Frente Revolucionario de Izquier- da (FRI) y participó en la coalición que apoyó la candidatura de Paz Estenssoro a la Presidencia.
Como candidata a diputada por La Paz, alcanzó el mayor número de votos y fue elegida presidenta del Congreso.
El 16 de noviembre de 1979 sucedió en la presidencia al militar golpista Alberto Natusch, que había estado dos semanas en el cargo, pero ocho meses después otro militar, el general Luis García Meza, da un nuevo golpe y la envía al exilio.
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