10 mayo 2011

Crisis económica y atentados doblegaron a Gueiler

Durante su interinato de ocho meses, Lidia Gueiler enfrentó una crisis económica que la obligó a devaluar la moneda en 20 por ciento y alentó el golpe militar después de las elecciones de junio del 1979, que ganó Unidad Democrática Popular, liderada por Hernán Siles y Jaime Paz Zamora.

Después de las medidas económicas, sobrevino una ola de atentados terroristas en La Paz. Las explosiones sacudían las noches paceñas.

En esa época acaeció el asesinato del sacerdote jesuita Luis Espinal y el atentado contra una aeronave en la que volaban dirigentes de la UDP. Jaime Paz Zamora sufrió gravísimas quemaduras, y hubo seis muertos. Hernán Siles Zuazo se salvó, no abordó esa nave, pues debió acudir al sepelio de su tío, Genaro Siles.

En 1980, la vida de Gueiler corrió riesgo, un oficial del regimiento de la escolta presidencial, borracho intentó derribar la puerta de su dormitorio en la residencia presidencial de San Jorge. Un ayudante de la jefa de Estado impidió que el militar ingresara.

El teniente coronel Arturo Doria Medina, comandante del Regimiento Tarapacá, al que habían sido asignadas las tanquetas y carros de asalto que dispararon contra la movilización en noviembre anterior, regaló a la Presidenta una máscara de gorila, que representaba a esa unidad militar motorizada.

Fue una provocación y se advirtió su indefensión cuando Gueiler intentó destituir de su cargo al comandante del Ejército, Luis García Meza, pero éste se resistió y la Mandataria lo ratificó hasta que llegó el 17 de julio de 1980.

Ese día, los hombres de Luis Arce Gómez dieron el último golpe de Estado. Asesinaron a Marcelo Quiroga Santa Cruz, Juan Carlos Flores Bedregal y Gualberto Vega Yapura.

Gueiler fue secuestrada en el Palacio, obligada a renunciar y luego fue exiliada. Si no firmaba la nota, sería asesinada.

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