11 abril 2011

Bolivia jamás cedió a chile mejillone ni antofagasta

Antofagasta, Mejillones, el salar del Toco y seis islotes nunca dejaron de ser de Bolivia, pese a la ocupación chilena.

A esta conclusión llega el constitucionalista y uno de los autores del proyecto de demanda marítima ante la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, Víctor Hugo Chávez Serrano, quien asegura que el Tratado de 1904 no reconoce que Bolivia haya cedido a Chile el territorio comprendido entre los paralelos 23 y 24, donde están Antofagasta y Mejillones.

En una entrevista telefónica, el experto indicó que si bien el vecino país pagó a Bolivia por el paralelo 23, pero no lo hizo por el 24.

“Es notoria la omisión a citar que el territorio comprendido entre los paralelos 24 a 23 es boliviano, en mérito del Tratado de 1874, ya que el Pacto de Tregua no establece que sea la República de Chile la que vaya a ejercer dominio sobre el mencionado espacio territorial, omisión que se reitera en el Tratado de Paz y Amistad de 1904, suscrito sobre la base del Pacto de Tregua de 1884”, dice parte del proyecto de demanda marítima que Chávez junto a su hermano, el actual viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez, elaboraron y presentaron a diferentes gobiernos, incluido el de Evo Morales.

Chávez señala que no existe un documento de cesión alguno que indique que Bolivia entregó esos territorios, incluido el centro minero de Caracoles al vecino país.

Según el experto, existe suficiente documentación histórica para demostrar ante los tribunales esta situación.

“La República de Chile, en ninguno de los preceptos del Tratado de 1874 y su Complemento de 1875, tenía derecho alguno para ocupar militarmente territorio boliviano; la vía militar no era sustitutiva de la vía arbitral para solucionar las supuestas controversias. Chile, en consecuencia, actuó en manifiesta violación del Tratado de 1874 y su Complemento, y por tanto, los efectos posteriores de esa actitud, se encuentran viciados de nulidad”, afirma otra parte del proyecto de la demanda.

Similar posición tiene el experto en el tema marítimo, Luis Villarroel, quien señala que el Tratado de 1904 no cede soberanía de los territorios entre los paralelos 23 y 24.

Para él, Chile simplemente ocupó de manera ilegal e ilegítima, por lo que Bolivia tiene todo el derecho de acudir a los tribunales internacionales para reclamar territorios que fueron usurpados por los chilenos.
TRANSFERENCIA

DE TERRITORIOS

Otro punto que destaca Chávez es la aplicación del Convenio de Transferencia de Territorios, que data del 18 de mayo de 1895. En éste, suscrito por Chile y Bolivia, se reconoce que Chile cedió territorio soberano a Bolivia desde la Caleta de Vítor hasta la Quebrada de Mejillones. Pese al convenio, nunca el país vecino cumplió con la transferencia de esos territorios.

Otro de los puntos pendientes son los seis islotes, que a decir de Chávez, son bolivianos.

“A diferencia del tratado suscrito entre las Repúblicas de Perú y Chile, de 1883 respecto a la explotación y cesión de las islas; el Tratado de 1904 no refiere entrega a favor de Chile de ninguna de las Islas e Islotes de Bolivia, comprendidos entre el paralelo 24° hasta la desembocadura del río Loa”, explica el investigador académico.

Agrega que en el Tratado de 1904 Bolivia no cede el concepto de soberanía, motivo demás para elevar una demanda contundente contra Chile ante los tribunales internacionales, que a su criterio el más indicado es el Tribunal Permanente de Arbitraje con sede en La Haya, Holanda.

Chávez insiste en mencionar que a todos estos elementos se debe sumar la explotación irracional e inconsulta de las aguas de ríos y manantiales fronterizos, o que cruzan la frontera (Silala desde 1908, el del canal de Uchusuma desde 1920 y el desvío de las aguas del río Lauca en 1962), que en todo caso, para ser utilizadas requieren acuerdo entre las partes, o su tratamiento merece ser sometido a arbitraje, por ser un tema originado en los límites fronterizos dispuestos por el Tratado de 1904.
EL PROYECTO DE

DEMANDA

Según Chávez, el proyecto de demanda, en el que plasmó los anteriores argumentos, contiene varios puntos entre contradicciones y omisiones del Tratado de 1904 y documentos conexos relativos a los derechos bolivianos no cedidos e incorrectamente figurados por Chile.

El investigador asegura haber encontrado documentos valiosos como el Protocolo de Constitución de Arbitro del 16 de abril de 1907 que le ha permitido fundamentar su propuesta. Sospecha que grupos oligárquicos bolivianos del pasado ocultaron éste y otros documentos que impidieron ver que Bolivia tiene posibilidades de reclamar su derecho marítimo.

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