La Asamblea Legislativa de Beni respaldó la propuesta del gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo, de iniciar un proceso de acercamiento entre las autoridades políticas, instituciones, organizaciones sociales y pueblos indígenas del Parque Nacional Isiboro Sécure de ambos departamentos, con el fin de definir la viabilidad de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.
El presidente de la Asamblea Legislativa de Beni, Álex Ferrier Abidar (elegido por la provincia de Moxos representando al MAS), sugirió, además, el reencuentro de instituciones representativas de ambos departamentos, lo que sería posible, según dijo, antes de fin de mes, considerando que la Cámara de Diputados aprobó en detalle el contrato de financiamiento con el Banco de Desarrollo Agrícola del Brasil por 330 millones de dólares.
Advirtió, sin embargo, que el acercamiento de autoridades e institución de ambos departamentos “debe buscar el menor impacto ambiental que se pueda ocasionar a la zona, un territorio considerado la mayor reserva ecológica nacional, habitado por varios pueblos y etnias indígenas, asentadas en el Parque Isiboro”.
Reiteró que las autoridades nacionales, la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) y todas las instancias técnicas que tienen que ver con la apertura de una moderna carretera por el corazón del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) “tienen la obligación de consultar y tomar en cuenta el criterio de las comunidades indígenas, tal como exigen sus organizaciones de base”.
Respecto al pronunciamiento público de la Gobernación de Beni e instituciones cívicas de Trinidad que condicionaron la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos a la solución del conflicto de límites de ambos departamentos sobre el derecho propietario del Parque Nacional Isiboro Securé, Ferrier refirió que la Asamblea Legislativa de Beni no consideró en ningún momento el tema.
“Los que firman ese pronunciamiento por los pueblos indígenas son un sector de la dirigencia del Tipnis y personal de la Gobernación y algunas dirigencia cívica. A nivel oficial no se ha hecho un tratamiento amplio, de puertas abiertas”, sostuvo Ferrier, que también es asambleísta de la provincia Moxos.
En criterio del Presidente de la asamblea, la búsqueda de soluciones compartidas a problemáticas comunes de ambos departamentos debe encararse con mucha responsabilidad, y no desde una perspectiva política partidaria como intentó hacerlo el Gobernador de Beni, mediante un pronunciamiento público el 14 de abril pasado.
El miércoles pasado, el gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo, dijo que el conflicto de límites entre este departamento y Beni no debe ser obstáculo para la construcción de la carretera y propuso un acercamiento entre ambas regiones.
“Problemas de límites tenemos varios (…), pero no por eso vamos a dejar de articularnos, de vincularnos, de construir proyectos de desarrollo”, indicó durante una entrevista.
A PUNTO DE COMENZAR
• Si los acuerdos se firman en los tiempos previstos, las obras en la carretera Cochabamba-Beni podrían iniciarse en agosto próximo.
• La carretera a Beni tendrá una longitud de 306 kilómetros, de los cuales el 45 por ciento ya está empedrado o cuenta con sendas abiertas.
• Según datos de la ABC, la carretera que unirá de sur a norte, Cochabamba con Beni, comprende tres tramos; el primero entre Villa Tunari e Isinuta de 47 kilómetros; el segundo entre Isinuta y Monte Grande de 177 kilómetros y el tercero entre Monte Grande y San Ignacio de Moxos de 82 kilómetros.
• La parte más conflictiva es el tramo II, que atraviesa el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y que por esa razón aún no tiene estudios a diseño final.
• Una vez que el Órgano Ejecutivo apruebe el contrato de financiamiento suscrito entre el Estado boliviano y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) de Brasil, que financia la obra con el 80 por ciento de la inversión requerida, es decir, 332 de los 415 millones de dólares presupuestados.
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