La caída del general René Sanabria se gestó a partir de una pista entregada por la DEA estadounidense a un grupo de agentes encubiertos de los carabineros de Chile.
Los policías del grupo OS-7 de Chile, simularon ser narcotraficantes colombianos y citaron a un grupo de narcos bolivianos en un hotel de cinco estrellas en Arica, el 19 de agosto de 2010, según relata el diario El Mercurio.
Durante la reunión, celebrada al calor de dos botellas de whisky, los agentes encubiertos plantearon a los bolivianos comprarles 144 kilos de cocaína de alta pureza, para distribuirlos en Estados Unidos. Los bolivianos se comprometieron a trasladar la droga, hasta Arica, en un contenedor, para que éste siga viaje por mar a Miami, vía Panamá.
El diario El Mercurio se refiere a Sanabria como asesor de Evo Morales en el combate al narcotráfico e, incluso, como zar antidrogas. Sin que los vendedores bolivianos lo sospecharan, la transacción era el fruto de una operación antinarcóticos secreta que duró seis meses y que fue coordinada con la Fiscalía de Arica.
13 ENVÍOS EN UN AÑO La DEA le había revelado a Carabineros, que, presuntamente, “Sanabria era el líder de una red narco que en el último año había logrado enviar trece contenedores con clorhidrato de cocaína hacia Estados Unidos y Europa, a través del puerto de Arica”. El papel del general consistía en proteger los envíos de droga de tres organizaciones de narcotraficantes de Bolivia.
El montaje de Carabineros funcionó y logró evidencia contra Sanabria que fue enviada por el Ministerio Público de Chile a la Fiscalía de Miami. Ésta abrió una causa contra el general (r) y el 16 de diciembre de 2010 emitió una orden de captura internacional, que fue ejecutada el 24 de febrero en Panamá.
Las evidencias logradas por Chile vincularían directamente a Sanabria con algunas fases de la venta de los 144 kilos de cocaína en Arica.
El 26 de septiembre, el contenedor con droga boliviana atravesó el paso Chungara y fue vigilado día y noche por los agentes encubiertos. En noviembre el contenedor salió rumbo a Miami. Los policías chilenos intentaron una nueva operación para la compra de 2.800 kilos de cocaína por la misma vía, pero la operación se frustró.
CONFIRMADO Toda esta información fue confirmada por el vicepresidente de Chile Rodrigo Heinzpeter y el director de Investigación Delictual y Drogas, general Christian Fuenzalida.
“Esta operación permitió evidenciar que se planeaba un envío de 2 toneladas de droga por el norte de nuestro territorio... estaría involucrado un ex general de Bolivia, René Sanabria”, dijo el Vicepresidente de Chile.
La justicia de Estados Unidos solicitó la incautación de cinco cuentas bancarias del grupo de Sanabria, recién se descubrió otra de 434.000 dólares, con la que la cifra ya alcanzó el millón de dólares.
Según el diario El Nuevo Herald, la Fiscalía del Distrito Florida Sur afirma que los cuatro acusados (René Sanabria, Juan Marcelo Foronda Azero, Milton y Jorge Sánchez Pantoja) tienen relación con estas cuentas bancarias y están obligados, adicionalmente, a entregar otros 560.000 dólares, que es el producto de sus actividades ilegales.
La petición de la Fiscalía no describe la conexión entre las cuentas bancarias y los acusados, pero explica que en principio no fue revelada para no poner en peligro el arresto de los sospechosos y para evitar el retiro de los fondos.
Jefes corruptos.
En México
El ex jefe de combate al narcotráfico, general Jesús Gutiérrez, fue condenado a 40 años de prisión en 2007, por prestar asesoría y tener vínculos con el fundador del Cártel de Juárez. Su reemplazante y otros cuatro jefes policiales también se corrompieron con otros cárteles. Noé Ramírez, recibía 450.000 dólares mensuales del Cártel del Pacífico. Todos fueron detenidos.
En Guatemala
En 2005 el jefe antidrogas de Guatemala, Adán Castillo, aceptó un soborno de 25.000 dólares de parte de un informante de la DEA, a cambio de protección para los envíos de cocaína rumbo a Estados Unidos. El intercambio fue grabado y el jefe detenido.
La jefa de la sección Antinarcóticos Nelly Bonilla era líder de una banda de policías que robó 700 kilos de cocaína a narcotraficantes.
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